Volvemos con nuestra sección más reciente con una segunda entrega que nos hace una especial ilusión. Y es que La Habitación Roja celebra en estos momentos un aniversario extraordinario, nada menos que 20 años encima de los escenarios, algo al alcance de muy pocos. Es un auténtico placer que Pau Roca haya elegido esta playlist tan especial para nosotros, seleccionando una canción para cada uno de los momentos especiales que le proponemos. A disfrutar…
Canción para un funeral: Days de The Kinks. Por dos motivos, el primero, es la primera canción que recuerdo haber pedido que mi padre me pusiera (aún no sabía poner vinilos, era muy peque). De hecho, la carátula del vinilo está dibujada por mi en un momento de descuido. Debía tener 3 o 4 años. Luego, ya entendiendo la letra, creo que es genial. Básicamente da las «gracias por todo, no pasa nada».
Canción para poner de melodía de despertador: Golden Haze de Wild Nothing. Empieza muy despacio y tiene una melodía muy agradable. No demasiado lenta, porque no cumpliría su función, ni demasiado rápida para no estresar.
Canción para recibir a seres de otra galaxia, leáse extraterrestres: Orion de Metallica. Instrumental, épica, cañera, bonita y mágica. Seguro que se quedan.
Canción para Mariano Rajoy: Déjame vivir con alegría de Vainica Doble. Demasiado buena para él, pero mi canción «política» favorita.
Canción para un resacón: La Bossa Nova es perfecta para la resaca. Dulce y animada. Astrud Gilberto sería perfecta, pero diré una no bossa pero sí brasileña. Panis et circenses de Os Mutantes.
Canción sadomasoquista para un mal día: Cualquiera de Red House Painters. Digamos que Katy Song sería de las más masoquistas.
Canción para tu ex: Depende. Si aún la quiero, Still Loving You de Scorpions. Sin rodeos. Si no, puede que Clouds de The Go-Betweens. Es una buena letra de ruptura. O Paloma de Calamaro. También Saying I Love You de Girls.
Canción para tu boda/arrejuntamiento: Love Goes On de The Go-Betweens. Una de mis canciones de amor favoritas.
Canción de cuna: Fly de Nick Drake. Es una canción con magia, que transporta a un lugar mejor.
Canción para perder la jodida cabeza: Raining Blood de Slayer. La agresividad hecha canción. Además es MUY buena.
Canción para cerrar los ojos: Sea Within A Sea de The Horrors. El subidón final es perfecto para escucharlo con los ojos cerrados. Aunque suelo hacerlo con cualquier canción.
Canción para saltar un poco más alto: The Last Time de The Rolling Stones. Tiene un ritmo y una energía que ayudarían a tal proposito.
Canción para ir a correr: Ankle Injuries de Fujiya & Miyagi o cualquiera de Clinic o Can. Grupos repetitivos y geniales.
La jodida mejor canción de amor: I Don´t Get Over You de The Magnetic Fields. Tienen 100 más, pero esta es perfecta.
Canción que odias pero que, cuando suena, no puedes parar de cantar: Si no puedo parar de cantarla es que algo me gusta. Pero el otro día me encontré cantando sin querer la de Amistades Peligrosas de «Te voy a meter mano«. Horrible.
Canción más rara que hayas escuchado: Cualquiera de Alejandro Sanz. Tienen mucha letra y grita mucho.
Canción que te hubiera gustado haber escrito/tocado: Cattle and Cane de The Go-Betweens. Es sencilla, perfecta y con una letra muy sugerente. Todo eso me gusta.
Canción para una cápsula del tiempo: Mozart. Gustaría a cualquiera en cualquier planeta en cualquier momento. Don Giovanni, por ejemplo.
Canción para una manifestación: White Riot de The Clash. La letra es muy obvia, pero la música y energía que posee la hacen ideal.
Canción de música clásica: Seré obvio y pondré un «hit». Pero es tan bonita. Aria de la suite pour orchestre en ré majeur de J.S.Bach.
Canción para las 5 de la mañana: Don’t You Want Me de The Human League. No es ni de lejos mi favorita pero la he pinchado mucho a esas horas y no falla.
Un saludo final para los lectores… ¡Un saludo! ¡Que las disfrutéis tanto como yo he hecho!
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