Para el líder de Nine Inch Nails los últimos trabajos de Bowie y Arcade Fire son como 2 caras de una moneda, totalmente opuestos y sin nada en común.
Su crítica va dirigida a los canadienses, que considera que la promoción de su último trabajo Reflektor, está siendo una exageración, por su extensión (1 año y contando) y por su insistencia debido a la cantidad de apariciones en televisión (Desde cantando en una cantina mexicana hasta entonando villancicos). Según Reznor no hace falta tanta promoción para que el público entienda que una banda ha sacado un disco.
Y lo contrapone a The Next Day, el último disco de David Bowie, sacado al mercado de golpe, sin promoción alguna, y de manera inesperada mediante un vídeo del single Where Are We Now?. Curiosamente Reznor destaca que Bowie nos ha dado un disco de corte clásico a primera escucha, pero que contiene más experimentación que el Reflektor y su intención más moderna. Evidentemente, al cantante le fascina el último disco del Duque Blanco.
¿Que opináis? ¿Justifica una salida de un disco la omnipresencia en los medios de comunicación? ¿Nos cansamos los oyentes de verlos o es una búsqueda desesperada de nuevos seguidores?
Quizás es que Arcade Fire han hecho ese salto que se pasa de ser una banda de multitudes controladas (Dígase banda de pabellones) que mantiene un sector de público fiel y con ciertas inquietudes musicales, a esa banda que quiere optar a llenar estadios y que por lo tanto tiene interés en llegar a todo tipo de público, con inquietudes musicales o sin ellas. Estas orientaciones en el campo de marketing son utlitzadas por artistas tipo Coldplay, Rihanna o Miley Cyrus… Pasar de la medios especializados en música a los generalistas. Ser un producto de consumo de masas más que un producto musical.
¿Serán Arcade Fire los nuevos Coldplay?
