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Videografía: Chris Cunningham (Parte2 de 2)

Tras el éxito junto a Aphex Twin pocos dudan ya de la categoría del genial realizador. Su propuestas mantienen un estilo visual y narrativo que le convierten en el deseado por cualquier artista que se precie. Cunningham no se prostituye y entre la maraña de peticiones que recibe decide lo que más se acerca a sus postulados visuales manteniéndose lo más fiel posible a su filón particular: la música electrónica.

En 1998 trabaja en tres vídeos únicamente, pero lo cierto es que esos tres vídeos bien valdrían una videografía. El primero de ellos corresponde a la mágica Only you perteneciente al talento de los chicos de Beth Gibbons. Sensibilidad, maestría y canción icónica se unen en este clip para coronar al nuevo genio del audiovisual noventero. El tema para ilustrar Only you es la ingravidez frente a la rigidez urbana que nos rodea y que nos empuja a la soledad. Increíbles la coreografía quasiespacial a ritmo de scratch y la riqueza del vídeo en iconografía.


Portishead – Only You (Chris Cunningham) por laszlo77

Tras tocar techo con su dos últimos trabajos, Chris Cunningham recibe la llamada que cualquier profesional vinculado con la música desearía recibir. Madonna le encarga ilustrar su desembarco en la música electrónica. El resultado: Uno de los videos icónicos de los noventa y la reinvención de la imagen de la diva. Nadie olvidará jamás la mística y la maravillosa ejecución plástica de Frozen. Se trata de la única colaboración del artista audiovisual en la música comercial hasta 2013.

Squarepusher le ofrece regresar al acid techno que tan bien representa la fuerza de sus mensajes. Cunningham responde con otro vídeo para enmarcar en la que un  hospital psiquiátrico le sirve para mostrar que no hay más loco que el propio carcelero de un loco.

Quizás el amor sea una jaula artificial. Es difícil definirlo de esta manera aunque Cunningham sorprende disfrazando a Björk de robot sentimental para ofrecer una visión pesimista y casi enfermiza del amor. Al lis full of love abre un año 1999 muy prolífico para el autor británico.

Aphex Twin vuelve a contar con su fetiche. Le encomiendan Windowlicker y Cunningham responde con una obra perturbadora que transformará la concepción del videoclip en el siglo entrante.

Su siguiente colaboración colma una de sus ambiciones profesionales, la de trabajar con Letfield, uno de sus referentes juveniles. El mítico grupo de electrónica es acompañado por Afrika Bambaataa en su Afrika Shox. Hipnótica y ácida a partes iguales, se convierte en alegato crítico sobre la incomprensión social hacia la inmigración.

Sus siguientes trabajos se alejan del videoclip. Rueda un impactante spot titulado Mental wealth para Play Station en 1999.  Un año más tarde, sorprende con una instalación llamada Flex, creada con música de Aphex Twin para una exposición sobre el arte contemporáneo en la londinense Real Academia de las Artes en 2000.

Una única secuencia le sirve a Chris Cunningham para ambientar su siguiente colaboración con Aphex Twin en Monkey drummer. La sencillez es la madre de todas las ciencias. Estamos en pleno 2001. Puedes ver el vídeo aquí.

Tras cuatro años alejado de proyectos musicales, de nuevo Aphex Twin le convence en 2005 para volver a lo que mejor se le da. El resultado no puede ser más inquietante. Sin duda, se trata de uno de los clips más radicales de la historia. Sin alejarse de la atmósfera habitual plasmada en sus anteriores trabajos, el autor británico se atreve a cruzar todos los límites conocidos para plantear el horror existencial desde un punto de vista totalmente trasgresor y violento sin caer en la violencia explícita. Abstenerse sensibles. Estamos hablando de Rubber Johnny.

En 2006, abandona las estridencias de la electrónica más vanguardista para adentrarse en el Indie salvaje de The Horrors en una de sus mejores obras. Locura escénica para un clip de unos primeros planos que te dejan totalmente perturbado.

Durante 2010 y tras otra breve pero prestigiosa incursión en el mundo de la publicidad en un anuncio de Gucci, remezcla y crea el vídeo New York is killing me compuesto por Gil Scott-Heron. Ambiente urbano denso delimitado en tres pantallas unidas por un hilo común: La ciudad como destructora de humanidad.

Su último vídeo hasta la fecha supone su regreso a la música comercial de la mano de Kanye West y su Black Skinhead, del que se han filtrado imágenes pero que no ha sido aún presentado.

Sin duda, la videografía de Chris Cunningham supone la máxima expresión de como el arte en sus diferentes vertientes se puede conectar entre sí y ofrecer una visión de las cosas innovadora y con mensaje. En pocas ocasiones nos hemos encontrado con una fusión tan acertada de la música y el arte visual.

 

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