La excepción que confirma la regla. El clip conceptual que eleva a arte visual una canción. No hay nadie capaz de tratar una imagen figurativa como una pieza en el engranaje de un tema musical como Chris Cunningham. Un tipo que creció imaginando historias para la música que escuchaba. «El origen de mis ideas está en mis reacciones ante el sonido. Encuentro que el sonido es lo que dispara mi imaginación. Me pasé toda mi infancia tumbado junto a los altavoces con los ojos cerrados, escuchando música mientras imaginaba cosas, así que casi tengo una biblioteca mental de conexiones entre imágenes y sonidos».
Cunningham nace un 15 de abril de 1970 en Reading, Berkshire, crece sumergido en la incipiente electrónica de los 80 nacida en torno a Kraftwerk o Letfield. Su devoción por el mundo audiovisual le hace plantearse lo que ve en la MTV. Su juventud transcurre próxima a una base militar yanqui, quizás evocada en alguna de sus piezas. A nadie sorprende que comience a trabajar con 16 años como experto en efectos especiales. Forma parte del equipo de films de culto como Razas de noche o Alien 3, en la cual es el responsable del diseño del icónico monstruo.
Comienza a rodar vídeos con escaso presupuesto. Su primera incursión se la debe agradecer a los siempre experimentales Autechre. La vanguardia audiovisual amanece con Second Bad Vilbel en 1996. El vídeo anticipa todas las obsesiones de la obra de Cunningham: monitores defectuosos emitiendo imágenes con colores y seres irreales inmersos en una atmósfera post-industrial opresiva y tiranizada por la tecnología. Una oscuridad electrónica que encaja a la perfección con la canción y que causa un gran impacto visual.
Su segunda aportación audiovisual a la música anglosajona viene de la mano de la banda indie The Auteurs ese mismo año. La banda no pudo quedar más satisfecha con su vídeo de Back With The Killer Again, donde un colorario de seres extraños evolucionan un vídeo generador de sensaciones angustiosas. Puedes ver este video aquí.
Los Auteurs se enamoran del trabajo de realizador y le encargan acto seguido otro clip. En este caso, el que ilustra el tema Light Aircraft on Fire. El vídeo supone un poderoso ejercicio de creatividad y se desmarca en cierta manera del estilo hegemónico en la carrera del artista británico. Trata la pérdida audiovisual de la inocencia infantil a través de un mundo menos tecnológico pero igualmente críptico y misterioso que en otras ocasiones. Se mantiene la irrealidad crítica con la realidad y esa angustia vital que no nos abandonará jamás en esta videografía. Aparece un símbolo de la violencia actual que nos resultará familiar de otros vídeos de esta cosecha: el pitbull.
Sin dejar atrás el año 1996, lanza el vídeo de Gene, Fighting Fit, el Another day de Lodestar y Space Junkie de Holy Barbarians. Este último clip va dirigido a despegar la carrera de una nueva banda formada por Ian Astbury, tras dejar brevemente The Cult. El cantante inglés se busca una corte de músicos estadounidenses para llevar a cabo un proyecto en el que deposita mucha ambición y que supone un homenaje al escritor Lawrence Lipton. A pesar de que el invento dura apenas dos años, tras regresar Astbury a The Cult, la banda deja uno de los clips donde mejor se muestra el talento versátil de ese creador de imágenes imposibles que es Cunningham. Opresión y simplicidad, las nuevas claves del éxito.
El año 1996 se cierra de manera brillante para Chris Cunningham. Dirige el tercer single del primer álbum de unos tipos desconocidos llamados Placebo. Parece que van en serio y se les augura un gran futuro. El vídeo colabora en situarlos en el mapa. El título: 36 degrees. El clip juega con la androginia de Brian Molko y explora un nuevo medio adverso para la vida humana: El medio submarino.
1997 es un año fundamental para entender la carrera del realizador inglés. Su estilo se solidifica y sus propuestas cada vez se tornan más atrevidas y conceptuales. Comienza el año con un trabajo para la banda Life’s Addiction; Jesus coming in to the hill, el vídeo Personally para la banda 12 rounds y The next big thing de Jesus Jones. La banda de electrónica Jesus Jones lleva cuatro años sin pisar el estudio de grabación. Sus tumbos entre el rock alternativo, la electrónica de vanguardia y el techno les convierte en un grupo ecléctico difícil de posicionar en una identidad visual concreta. Esa es la labor de Cunningham, que cumple brillantemente con su cometido a través de sus leit-motiv favoritos: ambientes opresivos y tecnología. Ambiente opresivo de hoy: una nave espacial.
Trabajo no le falta al nuevo prodigio del clip británico y con No more talk de Dubstar explora la opresión desde dentro. La cotidianeidad y los sueños frustrados se muestran con un lirismo único como ejemplos de represión. Un vídeo en donde el autor comienza a dar serias muestras de un talento superior a la media. Su reputación crece cada semana y se comienza a hablar de que en las islas reside uno de los mejores realizadores de clips del mundo.
Con el tema de Jocasta, Something to say, el autor continúa explorando su línea visual con algunos detalles que incorporará en posteriores trabajos. Muy a tener en cuenta los interiores de la claustrofóbica caravana, que recuerdan a ciertos vídeos de Aphex Twin posteriores.
En su siguiente clip, Cunningham reivindica a una de esas bandas merecedoras de mayor atención: Geneva. Tranquilizer le sirve para crear una narrativa visual más recargada y repleta de impactantes travellings. Un ejercicio de artificio que completa un clip muy experimental aunque inferior en su discografía. La tendencia en localizaciones sigue respondiendo a la genial visión de su autor de ubicar a los personajes en lugares corrompidos por el tiempo.
Finales del 97. No es necesario introducir el siguiente clip aunque las palabras del propio autor de esta genialidad, nombrada mejor vídeo de los noventa, ilustran a la perfección lo que vas a contemplar, si te atreves. «Mucha gente piensa que mis trabajos son terroríficos. Personalmente, yo los encuentro hilarantes. Terroríficos para mi son, por ejemplo, los videos de las Spice Girls».
CONTINUARÁ…