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Juego de tronos, el mundo de los siete reinos como serie televisiva

JUEGO DE TRONOS

Los libros ya dieron mucho que hablar y su adaptación a la pequeña pantalla hace que la primera de estas dos palabras de las que también hacemos uso para hacer referencia a la televisión, pase a convertirse en ‘grande’. La historia se sostiene por sí sola porque la imaginación de George R. R. Martin para hilar un argumento del presente calibre es, simplemente, soberbia.

 

Es indiscutible, al menos en esta primera temporada y para quienes hayan leído los libros, el logro obtenido con su adaptación, en su mayoría fiel al primer libro de la saga Canción de Hielo y Fuego, debida, en parte, al compromiso del propio autor de los libros con la serie televisiva quien a su vez ha colmado de halagos la producción de la misma.

 

Sin embargo, tratemos la serie como lo que es, una serie, en relativa distancia al hecho de que sea una adaptación. ¿Por qué? Porque la serie lo merece en sí misma y por sí sola.

 

Demos en primer lugar las gracias a la HBO por la producción de tan diversas y tan buenas series entre las que se encuentra ésta. Juego de Tronos era una apuesta arriesgada: creación de un mundo nuevo con siete reinos distintos, muchos y muy variopintos personajes, linajes y dinastías, lemas y emblemas… una producción nada desdeñable y que por suerte para nosotros no ha dado como resultado una simple serie épica y fantástica de capa y espada, no, el resultado va más allá.

 

Desde el primer capítulo no puedes evitar quedar atrapado en la construcción de un mundo y una narración que dejan boquiabierto al espectador ante la contemplación de tan majestuosa envoltura, eficaz en forma y fondo. Hasta que no llegas al final no te das cuenta que se trata de una serie, y no de una película. Y si llegas a él ya estás dentro: lucha por el poder en un reino divido a su vez en siete, siete reinos en los que apenas puedes distinguir quién es bueno o quién es malo, porque aquí no hay partidos moralistas, hay un juego de poder, hay traiciones, hay luchas con espada y sin ella, hay misterios que resolver, hay incesto, hay amor, hay sexo, hay expectativas, hay complots, y hay todo un mundo nuevo que aún tenemos que descubrir. Un mundo en el que lo pasado retorna. Aquí no está todo dado, te lo ganas. Éste no es un mundo fantástico per sé, es un mundo que fue, y que vuelve a la vida: magia que se extinguió, dragones que murieron, dinastías que parecían muertas, y seres de los que aún no hemos obtenido respuestas… asistimos a una resurrección mitológica al compás del ‘todos contra todos’.

Pletórica producción, apabullantes escenarios, magníficas localizaciones, lograda ambientación, exquisita fotografía, incuestionable narración y sobresaliente dirección, más sobresaliente en unos capítulos que en otros, destacando a quien ya se ha ganado un buen sitio en nuestras retinas y en la HBO con su capacidad de dirección: Tim Van Patten (dignatario de capítulos de series tan fastuosas como Los Soprano, The Pacific, Deadwood, The Wire o Boardwalk Empire, entre otras).

 

No acabaremos sin hacer mención al elenco de actores. El casting no tiene discusión. Aquel que es recordado por muchos como Boromir de El Señor de los Anillos, es un sublime Eddard stark en Juego de Tronos. Como espectadores agradecemos la interpretación de Sean Bean a quien tan bien le sientan este tipo de roles. Pletóricos en su mayoría, tanto los que son jóvenes como los que no lo son tanto, y tanto actrices como actores. No se puede evitar soltar una carcajada con la interpretación de Mark Addy en el papel de Robert Baratheon, ni se puede evitar coger cariño a las travesuras de Arya Stark (Maisie Williams), sentir empatía por el bastardo Jon Snow (Kit Harington) u odio al joven príncipe Joffrey (Jack Gleeson). Y, por supuesto, no pasa desapercibida la regia interpretación de Peter Dinklage como Tyrion Lannister.

 

Esta primera temporada compone diez episodios equivalente a diez películas. Sus bien realizados cliffhangers evitan que al acabar uno puedas prescindir de ver el otro (especialmente en el capítulo nueve). Diez películas que componen una historia en la que puede pasar de todo. El mundo de George R. R. Martin es imprevisible y la realización de esta serie no deja indiferente a nadie.

 

Puede que para algunos sea impensable desear que llegue el invierno… pero si jugáis al juego de tronos… no os importará pasar frío… Preparaos: The winter is coming.

 

Recomendamos encarecidamente verla en versión original.

 

PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 9,5/10

 

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