Con la “nueva ola” del feminismo, nos sorprendimos al escuchar a muchas mujeres declararse anti-feministas, incluso cuando sus realidades nos muestran otra cosa. ¿Por qué una mujer que lleva una vida con códigos feministas diría que no lo es o qué está en contra?
Joni Mitchell es este caso para la música. A muchísima gente se le rompió el corazón cuando leyó o escuchó sus declaraciones sobre el tema. Hay quienes incluso mantienen negada esta parte de la artista para poder seguir oyéndola sin culpa.
Entonces, aquí tenemos a una mujer poderosamente influyente, que abrió caminos para que otras puedan transitarlo, en una época clave de la historia, pero que rechazó el feminismo como movimiento organizado todas las veces que pudo ¿Cómo la rescatamos de esto? ¿Debemos hacerlo? Sí, y ya van a ver por qué.
Resulta que, por ejemplo, Joni es tan importante en la música folk como el querido Bob Dylan, pero nunca fue tan popular, aplaudida o celebrada como él. Hay dos razones destacables por las cuales pudo haber ocurrido esto. Por una lado, las canciones de Bob, sus letras, hablan en un “lenguaje” masculino y, por regla general, más “universalizado”. Las canciones de Joni Mitchell están construidas desde una perspectiva femenina. Es decir, lo que un mundo dominado por varones considera “cosas de mujeres”, cuando en realidad simplemente estamos en presencia de un lenguaje diferente.
En otro orden de cosas está su personalidad. Parece que, más allá de su imagen de chica ingenua, siempre fue muy segura de sí misma, de su talento, y nunca tuvo reparo en expresarlo. Por esta razón, fue catalogada de persona engreída y difícil de tratar. Algo que pocas veces les suele pasar a los chicos en sus mismas circunstancias, ya que esa seguridad en un varón se considera una personalidad “seductora”.
Fue una de las primeras que, a través de su música, habló de la complejidad de la vida de las mujeres, sus contradicciones y conflictos internos. Como Little Green, una canción que habla sobre la hija (su única hija) que dio en adopción a los veinte años, cuando la posibilidad del aborto no existía y la de criarla fuera de un matrimonio era tan cuestionable como cometer un delito.
“I am a woman of heart and mind /With time on her hands / No child to raise” – “Soy una mujer de corazón y mente / con tiempo en sus manos / sin niños por criar”. Un pequeño fragmento de Woman of heart and mind, otra de sus canciones donde se plasman las reflexiones una mujer libre.
Joni Mitchell también nos gusta por su versatilidad. A lo largo de su carrera hizo cambios atrevidos, pasó del folk a experimentar con el Jazz y la electrónica. Esto demuestra su enorme talento para la música y su personalidad, capaz de reinventrase e innovar.
No fue fácil para ella meterse en una industria de hombres como era, y es, la música. Hacerse respetar como letrista y compositora fue una verdadera lucha o como lo expresó en una entrevista años atrás: “todas las batallas fueron contra egos masculinos. Sólo estoy buscando la igualdad, no para dominar”.
No sabemos qué pudo haberle pasado a Joni Mitchell con el feminismo para que no se reconozca como una, pero su experiencia de vida y su arte nos aportan muchísimo a la lucha por la igualdad. Y, por supuesto, su música nos encanta.