Cada año, desde la última semana de noviembre, todo el equipo de CrazyMinds entramos en una vorágine imparable de listados, cálculos de excel, insinuaciones de nuestros favoritos e incluso amenazas a quienes voten a nuestras bandas «menos favoritas» para elegir nuestro listado de los mejores discos del año. Este 2015, la elección ha sido especialmente ardua, pero aquí os dejamos los 50 álbumes que, en nuestra opinión, son los más destacados del año en materia internacional. Arrancamos…
50. Girl Band – Holding Hands With Jamie
Sin duda, uno de los discos de debut más destacados del año. El noise irreverente de los dublineses, cuya energía desaforada les acerca a los terrenos del garaje y el hardcore punk, ha hecho que se hagan un hueco en la lista de este año. Además, pudimos ver su directo recientemente y nos terminaron de convencer.
49. Joanna Newsom – Divers
Desde que empezamos a conocer el sonido de singles como Sapokanian y Leaving The City a finales del pasado verano, supimos que Joanna Newsom tenía un nuevo y brillante trabajo entre manos. Cinco años después de su último trabajo, el indie-folk de Newsom y su peculiar y dulce voz han vuelto a conquistarnos. Desafortunadamente, su particular cruzada con el streaming nos impide compartirlo aquí.
48. Passion Pit – Kindred
Kindred es el tercer álbum de la banda norteamericana Passion Pit, originaria de Massachusetts y formada básicamente por su vocalista, al que se le unen otros músicos para la grabación y los directos (incluso a veces la composición).
(…) En su tercer álbum, Angelakos continúa con su narrativa semi-pesimista y positivista por momentos. Mientras habla del dolor de ser diferente y luego se regocija en el mismo sentimiento, nos presenta otra colección de 10 canciones de pop accesible, divertido y pegadizo.
47. SOAK – Before We Forgot How to Dream
La joven compositora se ha valido de sus letras honestas, sensibles e íntimas, junto a una guitarra y algunos instrumentos más, para firmar uno de los discos indies del año. Un oasis en el que respirar profundamente en este mundo de electrónica y letras vanas en el que vivimos; el soplo de aire fresco que necesitaba la escena. Huir de los artificios nunca resultó tan gratificante.
Escúchalo aquí:
46. Oneohtrix Point Never: Garden of Delete
Garden Of Delete es un disco tremendamente extraterrestre y desconcertante, mientras los teclados y los giros siguen moviéndose en el vaporwave más divertido, vuelven las influencias y los ritmos asiáticos y tribales, que combinados con momentos de puro ruido y el -ya común- acierto de Lopatin, crean un sonido tan innovador dentro de la escena, como propio del que lo hace.
45. The Sonics – This is the Sonics
Como decíamos en la reciente entrevista que les hicimos, los chicos de Tacoma han envejecido con la dignidad de las grandes estrellas y siguen ofreciendo colosales directos y discos. Estamos ante una banda con un aura casi legendaria que han logrado seguir sonando actuales y relevantes en plano 2o15. Bravo por ellos.
44. John Grant – Grey Tickles, Black Pressure
Dotado de unas magníficas letras impías, hondas y arrebatadoras, Grey Stickles, Black Pressure se descifra como un documento que recoge, en la voz de Grant, los temas propios de la mediana edad contados algunas veces con el humor típico de su autor y otras, con una verdad apabullante.
(…) Es necesario decir que, a pesar de que cada uno de los trabajos de John Grant gozan de una lucidez y madurez impecables, es en esta obra donde se aprecia esencialmente su autenticidad, afirmando que no es necesario estar en drogas, caer en el alcohol o sufrir una enfermedad irremediable para divertirnos viviendo. Sea a los 27 o a los 47. ¡Bravo Grant!
43. The Decemberists – What A Terrible World, What A Beautiful World
Pese a su título, es posible que What a Terrible World, What a Beautiful World sea el disco más natural y sencillo de los de Portland. Ahora prescinden de las enrevesadas (y fascinantes) narraciones de otros tiempos y aunque a algunos les espante, lo cierto es que The Decemberists conservan en su último disco un buen hacer encomiable, sobre todo porque la ambición musical, siempre en torno al pop y el folk, supera en esta ocasión a la lírica.
42. Sleaford Mods – Key Markets
Las letras y voces de Jason Williamson y las notas de Andrew Fearn nos han dado una nueva entrega de rabia post-punk y melodías arrasadoras en torno a temas como los problemas del proletario inglés, las debilidades masculinas y la gran estafa del rock and roll. Nihilismo y rabia para un nuevo disco redondo.
41. Sleater Kinney – No Cities to Love
Resulta que con No Cities to Love, y tras una década en barbecho, las chicas de Sleater-Kinney –que ya no tienen que demostrar nada a nadie en el show business- se presentan con un disco directo, fácil y, aunque la palabra fresco no es el término ideal para definir su estilo, sí podemos considerarlo mucho más amable. De hecho, algunas piezas como la que da nombre al disco, Bury Our Friends -un ‘hit’ en toda regla- o la negroide Fangless son puro dancepunk y podrían admitir remezclas de djs espabilados y con querencia por el sello DFA Records.
40. Palma Violets – Danger in the Club
Si se supone que un segundo LP es para asentar la cabeza, o al menos, redefinir tu sonido hacia una madurez más marcada, estos chicos se resisten a ello. Palma Violets tienen tatuado el ‘carpe diem’ para una larga temporada, se es joven solo una vez, y ellos no tienen ninguna prisa en hacer correr el tiempo. Y es precisamente el tiempo el que los encumbrará o los dejará morir.
39. Tyler The Creator –
Sí, esta quizá sea una elección sorprendente ya que poco hemos hablado de Tyler The Creator en CrazyMinds, no lo negamos, pero a la hora de la verdad los votos son los votos y este Cherry Bomb ha sabido hacerse un hueco entre los discos más destacados de este productivo año 2015. Os dejamos con el mismo a continuación…
38. Belle & Sebastian – Girls In Peacetime Want to Dance
Girls In Peacetime Want To Dance (Matador Records, 2015) es un álbum más bailable, más electrónico e incluso más vivo que sus anteriores trabajos. Sin embargo, no pierde en ningún momento el sello más Belle and Sebastian.
(…) Ya no nos importa que haya demasiados sintetizadores, ni que lo oscuro sea, en realidad, luz. Descubrimos a un grupo renovado, re-vitalizado y con ganas de seguir.
37. Noel Gallagher – Chasing Yesterday
Chasing Yesterday se va a disfrutar seguro, y tampoco nos engañemos, transmitirá de todo, pero no precisamente aburrimiento. A lo largo de los años quizá no será uno de aquellos discos que destaquemos de entre el legado de un músico único. Eso sí, sin mirar tan hacia adelante hasta ese hipotético juicio artístico, al que solo le importe el presente no tendrá problemas para degustar el álbum. Irónico viniendo de un disco con ese nombre. Pensando en ello, ¿será de verdad Noel Gallagher un genio incluso cuando creemos que no ha acertado?
36. Low – Ones and Sixes
Con la larga trayectoria de un grupo como Low, es fácil que haya altos y bajos, pero es un placer ver que su último trabajo, Ones and Sixes, mantiene un excelente nivel. En este disco, el habitual ritmo pausado de la formación marcan la tónica dominante de la colección, pero con un resultado algo más oscuro y cristalino.
35. Lana del Rey – Honeymoon
Todo lo que hace Lana del Rey se espera con grandes expectativas. Y aunque sea una gran diva, hay que reconocer que va consiguiendo buenos trabajos. Con Honeymoon ha conseguido seguir recreándose en un propio universo particular, con su estilo hipnótico y delicado. Uno de los principales discos del año.
34. Disclosure – Caracal
Conservando gran parte de los signos que les convirtieron en quienes son pero sin mucha imaginación ni ideas nuevas, los hermanos Lawrence han decidido ir un paso más allá y tratar de convertir el UK Garage y su nombre artístico en algo así como el nuevo EDM y Avicii, o David Guetta. Sólo el tiempo dirá si ahora Disclosure empiezan a vivir de hits olvidándose poco a poco de lo que levantaron (no solos, que conste) hace 5 años, pero el primer paso lo han dado en un disco muy divertido, inteligente y bailable, pero que tiene poco que aportar al oyente.
Escúchalo aquí:
33. Alabama Shakes – Sound & Color
Sound & Color es, en definitiva, un disco mucho más sobrio, aunque más completo y meditado que su antecesor, siendo verdad que el grupo ha sacrificado algo de su vitalidad por el camino para alcanzar ese sonido. Aquí gana la armonía sobre el rock sureño y el blues rock, el soul sin aditivos al rock and soul. Las guitarras se relajan para dar paso a los sonidos orquestales, y es en esos ambientes distendidos donde el grupo tiene más sitio para experimentar y donde la voz de Brittany Howard brilla más.
32. Best Coast – California Nights
California Nights se estrenó tras una serie de mini-conciertos de presentación para crear expectación en la azotea de la compañía discográfica y con la puesta de sol de fondo mientras Bethany y Bobb tocaban una tras otra todas las canciones, creando una atmósfera de ensueño. Y es esa la fórmula que vende su último trabajo, y que, al menos a nosotros, nos ha convencido. Si no, mira la portada del disco.
31. Pond – Man It Feels Like Space Again
Este Man It Feels Like Space Again es su largo más accesible (aunque todos los son), es divertido, popero y conserva el sonido de la ola psicodélica que ha surgido de su país.
(…) De nuevo Pond son capaces de no crear nada pero de dejarnos una sensación más que convincente, uno de los discos más divertidos y accesibles que saldrá este año a pesar de sus pocas aspiraciones (que las tiene) y que queda muy recomendado, veremos lo bien que le queda a nuestro verano.
29. Tobias Jesso Jr. – Goon
Muchos no necesitábamos excusas, pero la aparición de Tobias Jesso Jr.nos va a dar aún más razones para reivindicar la trayectoria de Randy Newman. Goon, el debut de este canadiense de 29 años, echa la vista atrás hacia los compositores de los años 60 y 70 que cantaban a los alegrías y dolores aferrados a un piano y ahí Newman era un auténtico maestro. ¿Viviremos un revival de los baladistas clásicos? Tal vez, pero el disco de Jesso es también una fresca novedad en un panorama saturado de guitarristas de mirada caída.
28. FFS – FFS
Además de 100% bailable, lo que también pone de tan buen humor al escuchar este disco es la ironía siempre presente, convirtiendo este disco en una pieza divertida de escuchar, como si alguno de los miembros de los Monty Python se hubiera filtrado en el proceso de creación. Pero de la misma forma que este atributo puede hacer pensar en algún musical de los años 80 de Broadway, también se pueden escuchar una gran variedad de géneros musicales que se mezclan con inteligencia y originalidad en FFS.
27. Hop Along – Painted Shut
Otra de las grandes sorpresas o principales descubrimientos que hemos acabado haciendo en este año 2015. Un disco crudo, pero imprescindible para entender lo que ha sido este 2015 musicalmente hablando.
26. Wolf Alice – My Love is Cool
El debut de la banda británica no ha parado de recibir reconocimientos a lo largo de este año. De hecho, fueron uno de los grandes favoritos para conseguir el Mercury Prize de este año, y pudimos disfrutar de su intenso directo en la pasada edición del DCode Festival. No te lo pierdas.
25. Ought – Sun Coming Down
22. New Order – Music Complete
Es difícil tener una trayectoria tan larga como la de New Order, volver tras años de silencio con nuevo disco, tras broncas de por medio con uno de los miembros fundadores, y aún así facturar un disco que no solo no decepciona, sino que deja el pabellón bien alto. Retornos así sí, por favor.
21. Hot Chip – Why Make Sense?
Hot Chip, una de las bandas que más nos hacen bailar, han vuelto con Why Make Sense? En este nuevo intento de hacer un disco maduro, los londinenses han dado en el clavo en muchos aspectos, orientando el álbum a lo que puedan tocar en directo, y dejándose tanto de filigranas artificiales que a veces quedan demasiado frías encima de un escenario (aunque no diremos que no echamos de menos sampleos chulos a modo de beat).
20. EL VY – Return to the Moon
Es indudable que, a pesar de no ser el álbum que pretendía ser, la fusión de estos músicos sí ha sido capaz de crear un proyecto alegre, jovial y desenfadado, algo así como un álbum hecho entre amigos con poca presión y fabricado para el disfrute, fuera de cualquier esfuerzo de ir un paso más allá de sus zonas de confort.
19. The Libertines – Anthems For Doomed Youth
Pete Doherty y Carl Barât han logrado crear hermosas melodías que le brindan al disco una potencia potencia rítmica tan rica y profunda que nos lleva a reconocer que verdaderamente nos encontramos frente a un álbum brillante, que logra emocionar al oyente con buenas letras y canciones de excelente calidad que todo amante de la buena música debe escuchar. Durante 45 Minutos y a lo largo de 12 canciones, Anthems for Doomed Youth pone de manifiesto más allá de los conflictos del pasado, los Libertines siempre estarán unidos por el profundo amor por la música que sienten.
18. Wilco – Star Wars
Frente a otras formaciones que parecían reclamar hace unos años el trono del universo americana en el siglo XXI (véase Bon Iver o Fleet Foxes), los miembros de Wilco no han agachado la cabeza, manteniéndose en la primera línea de batalla con discos en conjunto y en solitario, festivales y producciones. Y, aún así, no era suficiente. Star Wars es ese intento por salirse una vez más de las carreteras previamente rodadas, aventurarse por terrenos que, aunque previamente vislumbrados, no habían sido completamente explotados por los de Chicago.
17. Unknown Mortal Orchestra – MultiLove
A Unknown Mortal Orchestra le faltaba este álbum, un disco memorable -que no histórico ni un clásico- pero si uno con varias canciones que brillan por sí solas y que nos ofrecen una paleta más variada dentro de toda la coherencia que sigue guardando su sonido, canciones y momentos que recordaremos de forma independiente, no como anécdotas. Multi-Love tiene varios momentos álgidos muy por encima de la media, y desde la primera escucha se transforma en -al menos- uno de los mejores discos pop del año.
16. Björk – Vulnicura
Surgido inesperadamente o no, de forma deliberada o no, este álbum nos cuenta una historia gracias a una ruptura, y nos enseña cómo desde lo más íntimo, pueden salir cosas más bellas y más profundas, aunque correlativamente esto suele significar un menor éxito comercial.
15. VietCong – VietCong
Formado por siete canciones, y en apenas 35 minutos, Viet Cong nos muestra una paleta de influencias, sensaciones, emociones y colores oscuros. Este breve álbum es uno de esos que te encierra y te contagia a pesar de su sonido rechinante y violento, un cómodo hogar cálido, de rabia, un ser humano dispuesto a reaccionar de mil maneras distintas ante una acción desarrollada por otro, impredecible y potente, con aires a una ola inglesa muerta.
14. Grimes – Art Angels
Grimes ha saltado al vacío saliendo de su zona de confort y yendo mucho más allá, y la verdad es que no le ha salido verdaderamente mal. Art Angels es un álbum de pop bastante orgánico, divertido y con secciones interesantes, pero no supone ningún tipo de innovación para nada en concreto, por más que resulte un paso inteligente para la artista. Veremos si ahora, a partir de esta nueva dinámica, es capaz de crear también cosas realmente memorables como hizo con su previo modus operandi.
13. Beach House – Thank Your Lucky Stars
9. Beach House – Depression Cherry
Este Depression Cherry es otra oda melancólica al amor y a la vida de la que uno nunca termina de salir y a la que no termina de entrar del todo, descubriendo detalles nuevos en la minimalista composición de Beach House cada vez que se sumerge. A falta de novedad, la inspiración y la sensibilidad siguen muy presentes en este quinto trabajo, que con nuevas capas de suciedad que no toman excesivo protagonismo se excusa en el shoegaze para recurrir a ese deprimente toque de una belleza dolorosa.
8. Blur – The Magic Whip
Este sí que era un regreso difícil. Llevábamos años escuchando rumores de un posible nuevo disco de los maestros del britpop, pero al final, solo eran rumores. Hasta que, de un día para otro, una rueda de prensa, un vídeo de adelanto y, de pronto, Albarn, Coxon, James y Rowntree tenían nuevo disco. Podrían haber decepcionado, pero supieron tomar su esencia del mejor pop británico y añadirle una frescura para que no parezca simplemente unos grandes éxitos disfrazados. Por lo menos, un disco de regreso a la altura de la discografía de la mítica banda.
7. Kendrick Lamar – To Pimp a Butterfly
Es la primera y seguramente la última vez que le doy esta nota a un álbum en esta revista, pero en este caso es irreprochable e indiscutible que To Pimp a Butterfly se convertirá en un clásico de su género. Por más que pueda entrar en nuestras listas por su forma, es una marca en la historia de la música afroamericano, y un ejercicio personal único e irrepetible de alguien que se postula como una de las figuras musicales de la década.
6. Florence + The Machine – How Big, How Blue, How Beautiful
La música que ella explora, y explota, actúa como fuerte catalizador en los oyentes, sobrecogiéndolos y ayudándoles a conectar con el mensaje (incluso para la gente que no comprende del todo lo que se canta). Las canciones hablan de lo de siempre: amores, luchas, pérdidas y búsquedas, sin olvidar las ya conocidas referencias a la Biblia. Sin embargo la pasión, la fuerza y el dramatismo en la voz principal hace que el larga duración sea poderoso desde el minuto uno.
5. Courtney Barnett – Sometimes I Sit and Think, Sometimes I Just Sit
Parando con la temática sonora, las letras vuelven a ser divertidas e interesantes a partes iguales, debatiéndose entre la total indiferencia por el entorno, la dejadez y a la vez peleándose con rabia contra el sistema, quejándose del funcionamiento social, incapaz de comprender. Courtney Barnett, como cualquier joven se cachondea, fuma, se emborracha, come de manera compulsiva, se aburre como una ostra, pasa de todo, se manifiesta, y nos lo cuenta, reavivando en nosotros esta genial sensación de confusión total; las mil y una cosas en la cabeza que a veces nos atormentan y otras desaparecen con la desinhibición.
3. Jamie XX – In Colour
En In Colour, podíamos esperar que Jamie XX se dejase llevar por el bumping y el garage de su país, creando un disco atractivo y medianamente accesible, pero en vez de eso se ha centrado en mostrarnos sus obsesiones personales a través del tiempo, con una producción de una limpieza y pulcritud pasmosas. Para escribir sobre la composición o el desarrollo instrumental de las mismas hace falta vestirse de pomposidad y sensibilidad, comprender esta paleta británica que nos muestran y acomodarse en las suaves curvas de su sonido. No hay pretensiones ni estructura narrativa, aunque sí que hay un orden bastante coherente con un clímax total en el cierre, una sección más chill-out en el centro, y dos de los singles y el sonido más conocido de Jamie al comienzo.
1. Tame Impala – Currents
Para empezar a hablar de Currents hay que entender algo; el objetivo de Kevin Parker no es hacer música psicodélica, es hacer lo que le salga de las narices, y lo más fascinante de esta afirmación es que de forma casi involuntaria la banda australiana ha firmado un álbum visionario, inteligente y maduro.
(…) Currents no es ni de lejos un álbum perfecto, pero es más que notable y dicta perfectamente unas pautas a seguir, que pueden resultar esclarecedoras para los deseosos de saber hacia dónde va nuestra música.