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Las 20 Mejores Reediciones de 2014

Año a año ganan en importancia. En un tiempo en el que el pasado y el presente parecen ir cada vez más de la mano, las reediciones discográficas se han convertido en otra manera de calibrar la temporada musical. Las hay cargadas de extras, de vocación retrospectiva o simplemente como una excusa para colocar de nuevo los discos de nuestra juventud en las estanterías de las tiendas. En cualquier caso, un resumen de una temporada musical no se entiende ya sin una recopilación de las reediciones más jugosas lanzadas en los últimos doce meses. En CrazyMinds escogemos veinte con las que hemos soñado en este 2014 y acompañamos la selección con una lista de reproducción. Nostálgicos, bienvenidos a vuestra lista.

 

1. Sleater-Kinney – Start Together

Hubo un momento entre finales de los noventa y el cambio de siglo en el que Sleater-Kinney pudieron conquistar el mundo con su discurso rabioso y comprometido. Al final sería PJ Harvey la que se llevaría el gato al agua, sin embargo hay que reconocer que Sleater-Kinney fueron lo más cercano al éxito masivo, sin tener que renunciar a la audacia creativa, que tuvo el movimiento riot grrrl. Start Together llega en un momento en el que la banda se reúne tras ocho años en hibernación, oportunidad única para reivindicar la historia de una formación ruidosa, incómoda y sin miedo a asumir riesgos.

2. Oasis – Definitely Maybe / (What’s The Story) Morning Glory?

Ahora que Liam Gallagher ha decidido dar carpetazo a su aventura junto a Beady Eye, no es de extrañar que surjan los rumores de una nueva reunión con su hermano. Cierto es que lejos quedan los mejores momentos de Oasis, pero estas dos reediciones nos hacen recordar que aquí hubo algo más que un chispazo esporádico. La banda que encandiló a toda una generación con, quizás, el mejor debut en las últimas dos décadas consiguió sobreponerse al éxito y firmar un nuevo puñado de clásicos con (What’s The Story) Morning Glory?. Después llegaría la decepción de Be Here Now, pero esa es otra historia. Dos discos para recordar que un día fuimos jóvenes.

 

3. Slint – Spiderland

Algún día tendremos que empezar a valorar la importancia que tuvo el hardcore de los ochenta en el posterior desarrollo del rock alternativo. Slint, banda de culto en el filo entre los ochenta y lo noventa, podrían servir como ejemplo de este eslabón. Con sólo dos discos, el grupo norteamericano supo tomar la rabia guitarrera de sus padres musicales y deconstruirla en un sonido que más tarde algunos bautizarían como post-rock. Poco importan aquí las etiquetas, Spiderland, último testamento antes de su disolución, convierte el riff en religión, refuta la idea de que el rock con pegada debe limitarse a los tres o cuatro minutos de la estructura pop. Basta escucharles versionando el Cortez The Killer de Neil Young, incluido en esta reedición.

 

4. R.E.M. – Unplugged 1991/2001: The Complete Sessions

Ahora que la banda de Michael Stipe y compañía han decidido cerrar su capítulo conjunto, quizás vaya siendo hora de empezar a recuperar para la causa a una banda como R.E.M., clave en el nacimiento y el desarrollo del rock alternativo en las últimas tres décadas. Esta recopilación recoge una serie de directos de la formación en acústico, un formato en el que los de Georgia parecen moverse como pez en el agua. Una buena manera de documentar el paso de la banda desde la independencia alternativa (en 1991 se editaría Out Of Time, su primer gran éxito masivo) hasta el rock directo que el grupo abrazaría con el cambio de siglo.

 

5. Uncle Tupelo – No Depression (Legacy Edition)

1990, año cero del nacimiento del alternative-country. Mientras en Seattle comienza a asomar el grunge, Jay Farrar, Jeff Tweedy y Mike Heidorn debutan con su mezcla de raíces americanas y rabia juvenil. Sin duda no eran los primeros en hacerlo (ahí están The Long Ryders o X para demostrar que el punk podía llevarse bien con el country), pero sí lo suficientemente audaces como para que muchos les tomaran como modelo a seguir. Después llegarían Whiskeytown, The Jayhawks y toda una generación de chavales encerrados en sus garajes, fascinados de nuevo por la tradición musical yankee. Hank Williams meets Minor Threat.

 

6. Led Zeppelin – I/II/III/IV/Houses of The Holy

Puede que haya muchos que no estén de acuerdo, pero Led Zeppelin tiene el honor de haber encadenado el mejor quinteto de discos de la historia del rock, cada cual mejor que el anterior. O al menos a la misma altura. Desde el rhythm&blues de su debut pasando por el sonido rocoso de su segundo álbum, la excursión folk del tercero hasta llegar al éxito masivo de IV. Cinco discos en los que la banda inglesa convierte el rock, hasta la fecha todavía minoritario, en material de estadio. Quizás fue ese éxito masivo el que terminaría acabando con ellos (y con su genio creativo), pero esta media decena de trabajos sigue sonando igual de contundente que antaño.

 

7. Fugazi – First Demo

La frescura de esta grabación sólo puede explicarse por el hecho de que, antes de entrar por primera vez en el estudio, la banda apenas había protagonizado una decena de conciertos. Unos Fugazi sin aditivos, marcando el camino hacia ese hardcore de amplias miras, en el que los riffs, el espíritu DIY y la experimentación (todavía modesta en esta primera grabación) conforman un cóctel todavía sin agitar. Después llegaría el aplauso de la crítica (no tanto del público) y la progresiva disolución de una fórmula sin más combustible que la mala leche. De ahí lo revelador de esta First Demo.

 

VELVET UNDERGROUND

 

8. The Velvet Underground – The Velvet Underground (45th Anniversary)

Continuando con la serie de reediciones de ‘la banda de la banana’, en este 2014 le llega el turno al tercer disco de la formación neoyorquina. Primero tras la salida de John Cale, el álbum homónimo de la Velvet nos muestra el lado más aseado del grupo, con Lou Reed al frente y aquel rock narcótico dejándose seducir por la melodía en canciones como Pale Blue Eyes, What Goes On o I’m Set Free. Esta edición 45 aniversario incluye además, por primera vez de manera íntegra, la grabación del concierto que la banda dio en Noviembre de 1969 en el mítico club Matrix de San Francisco.

 

9. Centro-Matic – Redo The Stacks

Mientras la primera generación del country alternativo pasaba página (en 1997 Wilco facturaban el arriesgado Being There, The Jayhawks editaban su primer disco sin Mark Olson), un chaval de Texas se encierra en su ático para grabar un pedazo de fragmentos que sirven de banda sonora a una ciudad de segunda. Un disco sin apenas producción, crudo en las formas, arrastrado por el lamento del folk y el country, pero también por ese pop melancólico de los primeros Weezer o Guided By Voices. Si quieren descubrir un tesoro sumergido en los noventa prueben con el debut de Will Johnson y compañía.

 

Pixies

10. Pixies – Doolittle 25

A estas alturas cualquiera tiene una copia de Doolittle, acaso el disco más conocida de los hace poco reformados Pixies. Un álbum que empieza con una canción como Debaser bien merece un lugar destacado en cualquier colección que se precie. Quizás por ello esta edición que celebra el 25 aniversario de la salida oficial del álbum pone el acento en unos extras suculentos. Aparte del disco original encontramos una recopilación de caras B, un disco entero de demos y tomas alternativas y la guinda: una selección de los directos que la banda hizo para el programa de John Peel.

 

11. Neil Young – Official Release Series Discs 5-8

Esta caja no sólo tiene el aliciente de recopilar al Young más mercurial y narcótico, inmerso en esa trilogía de la cuneta con la que el canadiense parecía chocar de frente contra su público; sino que adquiere tintes históricos al incluir por primera vez una edición oficial de Time Fades Away, el disco maldito de ese Young rasposo de mediados de los setenta, lidiando con los efectos secundarios de la fama. On The Beach, Tonight’s The Night (dedicado al guitarrista Danny Whitten, muerto por sobredosis) y Zuma (su regreso junto a Crazy Horse tras Everybody Knows This Is Nowhere) completan una boxset imprescindible para entender al espíritu más libre en en la autopista del rock.

 

12. Los Planetas – Super 8

Cierto es que esta edición resulta parca en extras (tan sólo el EP Nuevas Sensaciones la acompaña), que el debut de la banda más asociada al indie patrio merecería una labor más cuidada; sin embargo, la simple posibilidad de escuchar de nuevo canciones como De Viaje o Brigitte ya justifican el desembolso. Un álbum que en su momento tuvo un impacto reducido, pero con el paso del tiempo ha terminado transformándose en piedra de toque de una estética, nacida independiente, convertida en masiva dos décadas después.

 

13. Bob Dylan & The Band – The Complete Basement Tapes

Si la etiqueta Americana sigue teniendo algún sentido a día de hoy es, quizás, gracias a estas cintas del sótano. Editadas por primera vez en su totalidad, en The Basement Tapes Dylan se encuentra con sus compañeros de gira (más tarde rebautizados como The Band) para parir uno de los cancioneros más fascinantes y misteriosos de la historia de la música popular. Un sótano en Woodstock, cinco músicos y una grabadora trabajando a espaldas de la generación hippy. La primera gran grabación pirata de la historia, por fin reeditada.

 

14. Underworld – Dubnobasswithmyheadman

La inclusión de Darren Emerson en la banda para este tercer álbum supone el paso de una formación destinada a facturar hits hacia ese sonido expansivo, menos directo, pero más excitante en lo artístico. Dubnobasswithmuyheadman figura todavía en los listas de mejores discos de la música de club por razones de sobra. Techno aterciopelado, guitarras encajadas a la perfección en la mezcla y la sensación de estar asistiendo a uno de esos viajes únicos. No se pierdan los extras incluidos en esta edición conmemorativa del veinte aniversario del lanzamiento original.

 

15. The Jayhawks – The Sound Of Lies

La salida de Mark Olson pudo haber acabado con The Jayhawks. Considerados el Lennon y el McCartney del country contemporáneo, la pareja formada por Louris y Olson había firmado a comienzos de los noventa un puñado de tonadas en la línea de The Byrds, dando forma a la cara más amable de ese nuevo roots rock. Después llegaría la espantada de Olson, combustible para este Sound Of Lies en el que Louris se atreve a lidiar con el éxito y la madurez. Pop curativo en la linea de los Beatles del Revolver y Big Star.

 

16. The Jesus and Mary Chain – The Complete Vinyl Collection

Puede que hace más de quince años que The Jesus and Mary Chain no editan material nuevo, motivo de suficiente para que algunos se hayan olvidado de ellos. Sin embargo, bien harían las hordas de modernos que merodean por Malasaña en reconocer que le deben buena parte de su pasado musical a los hermanos Reid. Quizás por ello conviene recomendar esta caja en la que se recopilan los seis álbumes de estudio de la banda escocesa por primera vez en el formato fetichista por excelencia, el vinilo. Para los que no tuvimos la oportunidad en su momento, resulta revelador hacer girar clásicos como Psychocandy o Automatic.

 

wilco

17. Wilco – Alpha Mike Foxtrot: Rare Tracks 1994-2014

Considerando sus estatus actual, hay que reconocer que Wilco se las han arreglado para triunfar sin necesidad de firmar grandes hits. Esta caja de rarezas se edita junto a una recopilación de grandes éxitos de la banda (canciones esenciales las bautiza el título del disco), dos caminos paralelos para trazar los 20 años de historia de un grupo capaz de revolucionar el sonido americano sin morir en el intento. No hay material inédito, pero sí una selección lo suficientemente potente como para tentar al seguidor que quiera escuchar una versión en directo de Impossible Germany, una demo de Monday o una colaboración junto a Fleet Foxes.

 

18. Wire – Documents & Eyewitness

Puede que este no sea el mejor documento sonoro de la banda de Oxford, sin embargo, este directo grabado entre el Electric Ballroom londinense y el Notre Dame Hall muestra a los Wire más audaces, justo antes de cerrar una etapa que daría lugar a cinco años de silencio. Cansados de repetir los viejos éxitos de sus tres primeros álbumes, la formación inglesa escoge un repertorio prácticamente inédito y lo salpica de purpurina arty (por algo los R.E.M de los ochenta los reivindicarían como una de sus influencias más directas). Reeditado 33 años después, ahora tenemos la posibilidad de escuchar los ensayos previos al directo.

 

19. Mark Lanegan – Has God Seen My Shadow? An Anthology 1989-2011

Para un artista en constante movimiento tiene que se particularmente complicado decidirse a editar una retrospectiva de su obra. Este recopilatorio obvia las numerosas y jugosas colaboraciones del músico (una pena no poder recuperar sus canciones junto a una cohorte tan variada que va desde Isobel Campbell, Soulsavers o Queens Of The Stone Age), pero a cambio recoge una docena de cortes inéditos, además de un completo repaso a una discografía llena de oscuras esquinas y recovecos a reivindicar. El retrato más completo de la voz más rasposa del grunge.

 

20. Orange Juice – You Can’t Find Your Hide Forever

Ahora que la figura de un renacido Edwyn Collins vuelve a los titulares (si tienen la oportunidad no dejen de ver el documental The Possibilities Are Endless sobre la enfermedad y posterior recuperación del propio Collins), nunca está más de reivindicar la obra de su primera banda, Orange Juice. Un combo de origen escocés que firmaría cuatro discos en tres años en el que el nuevo pop británico de los ochenta y el telón del northern soul de fondo empastaban a la perfección. Melodías redondas, ritmos impetuosos y un Collins demostrando que aquí había un compositor de largo recorrido.

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