La repercusión de Mourn, grupo en el que están dos hijas de The New Raemon, o el concierto en nuestro país de los hermanos australianos Angus y Julia Stone, nos ha sugerido hablar de familias dentro del mundo de la música. Y no son pocos los casos, de múltiple signo y resultado además. Es cierto que muchos casos sonados lo son por la polémica, pero algunos no han tenido grandes problemas (al menos públicos) y seguramente el parentesco haya servido para facilitar las cosas.
Bee Gees. Tres hermanos (Barry, Robin y Maurice Gibb) que se mantuvieron unidos varias décadas, con ciertos cambios de estilo y un grandísimo éxito. Ejemplo de las familias mejor avenidas del rock, también ellos tuvieron un breve paréntesis antes del pelotazo disco de Saturday Night Fever 1978. Ciertas maniobras del productor Robert Stingwood para colocar de solista del grupo a Barry, hicieron que Robin se separara en 1969. A pesar de que grabó un disco, ni siquiera se publicó antes de la reunificación al año siguiente (en ese breve paréntesis incluso se incorporó a los directos otra hermana, Leslie). A partir de entonces siguieron juntos hasta la muerte del hermano menor Maurice en 2003.
Oasis son el último más claro ejemplo de hermanos a la gresca. La historia de los Gallagher es la más conocida por cercana. En su primera gira americana ya hubo un amago de disolución por el difícil carácter de Liam y su afición a salir al escenario en malas condiciones. Su mala relación hizo temer por el futuro del grupo cada cierto tiempo, pero se partía por el lado más débil y eran el resto de miembros los que eran reemplazados. Hasta 2009, en el que la bronca ya fue demasiado y Noel puso punto final para crear Noel Gallagher´s High Flying Birds y Liam hizo lo propio con Beady Eye (recientemente también disueltos).
Pero las trifulcas públicas no las inventaron ellos, claros precursores son los Kinks, donde Dave no soportaba el excesivo perfeccionismo de su hermano Ray Davies. Y por supuesto, uno de los posibles “inventores” de las peleas fraternales (y de muchas otras cosas dentro de la música), los Everly Brothers. Años estuvieron sin hablarse, sin compartir camerino ni hotel durante las giras, hasta que en un concierto Don subió con unas copas de más y Phil no aguantó más, se marchó del escenario, rompió su carísima guitarra a golpes y disolvió el grupo.
En los Beach Boys se reunieron en distintos periodos los hermanos Wilson (Brian, Carl y Dennis), junto con un primo de la familia, Mike Love y diversos músicos que completaban la formación a lo largo de su historia. Aquí se cumple otro de los ingredientes clásicos en este tipo de familias, un padre autoritario. Murry Wilson (músico fracasado en su juventud) llegó a dejar casi sordo a Brian de una paliza y dirigió su carrera durante unos años, en los que actuaban en fiestas escolares. Más tarde hubo varias salidas y entradas de componentes, pero las más importantes son las que afectaban a Brian, auténtico genio creador. Cada vez más metido en sí mismo, con diversos grados de depresión y agorafobia, junto con la adición a los barbitúricos, se alejó de la banda e incluso no aparecía en la promoción o giras hasta 1965, cuando la auto exigencia para conseguir el disco perfecto le hizo abandonar la banda. Los siguientes años fueron un rosario de demandas legales por derechos y royalties, problemas de drogas y de salud de Brian. Tanto Brian en solitario, como Al Jardine (también miembro fundador) con Beach Boys Family & Friends o Mike Love (que retiene el nombre Beach Boys) giran con repertorios parecidos. La última reunión fue en 2012, posterior al acercamiento tras el 50 aniversario de la banda.
Y si hablamos de padres autoritarios, es obligatorio mencionar a los Jackson Five. Joe Jackson fue su creador y a la vez el responsable de su fracaso, y puede que también del de sus vidas personales. Son muchos los rumores sobre los maltratos y vejaciones a las que sometía a sus hijos.
Recientemente podemos encontrar por ejemplo a los Magic Numbers, formados por dos parejas de hermanos, los Stodart y los Gannon, todavía en activo.
O el reciente caso de Tweedy, proyecto de Jeff, líder de Wilco, con su hijo Spencer, que han publicado hacer pocos meses Sukierae. Aquí encontramos un matiz diferente. Es más fácil de encontrar la colaboración entre hermanos, o con los progenitores en la sombra. En cambio, padre e hijo aquí comparten banda.
Este último caso es el más parecido al de Ramón Rodríguez, que formó junto a dos de sus hijas la banda Germana. Donde la experiencia, puede evitar problemas, la fama ayudar a darse a conocer y establecer buenos contactos. Además compartir el proceso de creación, es algo que puede ser muy enriquecedor si se evitan los hechos de sus compañeros de artículo.
En la actualidad está emergiendo con fuerza la nueva banda de las dos jóvenes (ya sin su padre) Jazz y Leia de tan sólo 18 y 15, junto a Antonio y Carla. Mourn, ha publicado su disco y han salido elegidas por la todopoderosa Pitchfork como The best new song con su single Silver Gold. Qué se puede esperar de ellos sólo el tiempo lo dirá.
Otros casos, entre los españoles más conocidos, son los hermanos Cano (Mecano) cuyos enfrentamientos, se supone que por lucha de egos, provocaron su disolución, algo para lo que no hace falta que sean familia. Son incontables las rupturas por conseguir el poder en el mundo de la música.
Los Secretos (formado por los hermanos Urquijo) o Nacha Pop (formado en su origen por los hermanos Antonio y Jaime y su primo Nacho García Vega, aunque Jaime abandonaría antes de publicar el primer disco), donde es la vida la que desgraciadamente se lleva por delante el grupo y a sus miembros.
En activo siguenm por ejemplo, las hermanas Llanos al frente de Dover, resistiendo cambios de rumbo bastante notables (ahora parece que quieren volver al sonido de sus inicios). Y qué decir de los Chunguitos, los Chichos y Azúcar Moreno…pero eso lo dejamos para el siguiente artículo.
