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Highlights del South By Southwest 2018

Las luces se apagan. Los ruidos se evaporan. Austin se despide de otro South By Southwest. Las emociones por lo vivido aún flotan en el ambiente de la ciudad tras nueve días de auténtica locura cultural que han dejado una resaca prolongada en sus habitantes y en los más de medio millón de visitantes que han disfrutado de este festival sin par. CrazyMinds ha sido testigo privilegiado de un SXSW para el recuerdo.

Resumir en un artículo todo lo que da de sí un South By Southwest es imposible. Es tal la cantidad de eventos, conciertos, recuerdos y películas que deja tras de si que sería más apropiado escribir un libro o una trilogía de películas. Estos han sido los momentos álgidos vividos en primera persona por CrazyMinds.

 

En un festival con más de 1900 conciertos es complicado destacar nombres concretos pero todo el mundo tenía en mente a Pussy Riot. Las rusas llegaban a Estados Unidos con ganas de guerra tras la detención en Crimea de dos de sus miembros. Su concierto estuvo impregnado de reivindicaciones. Comenzó con un mitin político, consignas anti-Trump y anti-Putin y con el despliegue de una bandera que rezaba: Pussy is the new dick, tapando los capitalistas patrocinadores del festival. Después, montaron una auténtica rave sobre el escenario en la penumbra de la sala The Main iluminadas por sus incendiarias canciones y una linterna que cegaba a quienes querían hacer fotos.

La noche más especial estuvo protagonizada por el gran Wyclef Jean. El ex-Fugees creó una Black Party genuina en un local que estaba atestado de baile, olor a hierba y mucho estilo. Tampoco faltaron reivindicaciones canábicas, políticas y rajadas contra el plagio de Dj Khaled de su mítica María con Santana. El músico haitiano tiró de carisma enamorando a una audiencia enloquecida con la que bailó en la platea ante nuestros atónitos ojos. Además, sirvió para presentar en sociedad a sus protegidos musicales, a los que bautizó como «el futuro de la música«. Pura magia negra en un concierto de más de 3 horas.

 

Otra muestra de talento y rimas fue la emergente rapera Princess Nokia. Su directo fue un resumen del nuevo Brooklyn. La puertorriqueña ha creado un hip hop elegante con una conexión espectacular con el público como pudimos comprobar en Austin. Su concierto de SXSW debe estar en cualquier recopilatorio del festival. También el show de Talib Kweli & Friends con una antorcha canábica y mucho rap brillante.

El rap de Londres estuvo representado por Che Lingo. Su verso suelto y su capacidad para generar estados alterados en el público nos dejó boquiabiertos en Austin. Fue el culmen de una excelente representación de artistas concentrados en la British Music Embassy donde se vivieron noches de ensueño. La más radical fue protagonizada por la nueva ola callejera que representa Che Lingo.

 

Las guitarras también estuvieron bien representadas en Austin

Los sonidos contagiosos de Black Pistol Fire encendiaron la noche de Texas con su locura escénica. Nosotros lo vivimos en primera línea donde en algún momento peligró nuestra salud con los saltos al público y los espasmos de Kevin McKeown. El dúo convirtió Rainey Street en un garaje y en una oda a la guitarra. En el escenario del Pearl también hicieron ruido Albert Hammond Jr y Night Beats. El guitarrista de los Strokes no paró de brincar por el escenario al ritmo de su pop-rock desenfrenado mientras la banda de Austin hizo suya la resurrección de la psicodelia.

 

Mucho ruido desde España

Como os hemos contado en nuestro especial sobre ellos, los españoles han hecho mucho ruido en este festival. Para los amantes del indie la fecha clave ha sido el 14 de marzo. El Bungalow acogía el Showcase de Sounds From Spain con Neuman, Cristina Rosenvinge, The Zephyr Bones, Bad Gyal, Los Wilds y Joe Crepúsculo. La noche se convirtió en un fiestón castizo donde reinó el desfase provocado por los Wilds y culminado por el embrujo electrónico de Joe Crepúsculo. La diversión se completó con otro showcase amenizado con paella y sangría dos días después.

Charlar con las Hinds. Ese fue otro puntazo del SXSW. Estuvimos con las madrileñas en el Cheer’s Up, observando como convierten en un pedazo de Madrid cualquier punto del planeta. Las Hinds son siempre un éxito asegurado en Austin. En esta edición han actuado 14 veces a lo largo de la ciudad y han llamado la atención de los medios musicales de todo el mundo. Tras nueve presencias en el festival son ya unas veteranas. Nos estuvieron desgranando su nuevo disco que sale el 6 de abril así como rememorando recuerdos de sus SXSW. Estaban tan cansadas como nosotros después de noches sin dormir de actuaciones, fiestas y otros conciertos a los que se apuntaban.

El concierto más memorable del festival se produjo en el icónico Hotel Vegas y fue protagonizado por Los Wilds. Su garage encaja perfectamente con los gustos musicales de Austin pero a lo que no están tan acostumbrados por estos lares es a la vena castiza de estos fenómenos de la escena. En Vegas, Fidel encendió el lugar con una actuación memorable, quedándose en canzoncillos y saliendo a cantar de esa guisa y con maracas por las calles de Austin. La gente simplemente alucinaba y seguía la escena fascinada.

 

Descubriendo ritmos lejanos

La música se inició en Austin con Taiwan Beats. Se trataba de la primera edición en el SXSW de esta muestra de la electrónica Taiwanesa, donde Sonia Calico, Ruby Fatale o Poe Tek mostraron al mundo los sonidos perdidos en los confines de Asia. Aunque, el rey de los platos del SXSW ha sido Cut Chemist. Su directo fue un show espectacular que además rindió homenaje a Stephen Hawking, fallecido apenas un par de horas antes. Otra delicia sonora fue descubrir el encanto de la electrónica íntima de la filipina BP Valenzuela.

 

La nota triste del festival la puso la cancelación del directo de The Roots con invitados como LudaCris. Al parecer una amenaza de bomba disolvió las ilusiones de una larga cola en la que estamos. Hubiera sido el punto álgido de un festival musical mágico.

 

Una puerta al futuro, desfiles, cine e interesantes ponencias

Pero en Austin hubo mucho más que música. Durante toda las semana proliferaron instalaciones que anticiparon el futuro como las creadas por Youtube, Dell, Sony, Google o The Food Effect. En estas futuristas exposiciones se podía disfrutar además de buenos cócteles, música, ponencias y en algunos casos de sugerentes referencias culinarias. Las noches de Austin se llenaron de Cumbia Electrónica en Casa Perú y de sonidos latinos en el escenario de Casa México. Aunque, para fiestón, el creado por Vice en su autobús con dj, plantas de maría y mucha diversión.

El cine nos dejó momentos inolvidables. Acudir a una exclusiva fiesta a los Estudios Troublemaker junto a Robert Rodríguez es uno de los highlights vitales que siempre recordaré. Tomar copas en el set de rodaje de Alita, su última película fue la mejor manera de iniciar este SXSW.

A Tuba To Cuba organizó un desfile a lo Mardi Gras que fue una auténtica locura y que promocionaba una preciosa película. Otro momentazo callejero fue ver a Bill Murray recitar en plena calle con motivo de la promo de Isle of Dogs, la película de Wes Anderson que se estrenaba a lo grande en el festival con Jeff Goldblum acompañando a Bill Murray en el Teatro Paramount. Otro estreno impactante fue el de Ready Player One, la última de Spielberg, que además contaba con una exposición sobre la película espectacular. Nosotros, disfrutamos de Elvis The Searcher, un documental HBO sobre Elvis que desgrana la vida del rey.

 

Además, ponencias interesantes todas ellas como puerta de acceso al conocimiento. Personajes como Chelsea Manning, Dakota Fanning, Ethan Hawke o Arnold Swcharzenegger compartieron una hora con nosotros. El chef asturiano José Andrés habló ante una audiencia muy diversa acerca de la comida como instrumento para cambiar el mundo en una fascinante ponencia. Aunque, la más multitudinaria correspondió a Spike Lee y su presentación del episodio final de su serie para Netflix, She’s gotta have it.

Un viaje fascinante por la cultura underground más rutilante del mundo que nos deja un poso de nostalgia de lo vivido y contando los días para el SXSW 2019, que seguramente será otra maratón de emociones fuertes. Así hemos vivido este South By Southwest. Ahora toca regresar a la realidad y buscar en sueños las imágenes que ilustren estos días de desenfreno.

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