Todo en la vida son ciclos. Algunos pasan disimuladamente delante de nuestros ojos. Otros se anclan en nuestras vidas y provocan que miremos atrás para recordarlos o explicar nuestro presente. Los Siouxsie marcaron las pautas de la música moderna, supieron rodearse de los músicos clave de su época creando música que representaba como ninguna las tendencias y filosofías de aquellos años. Tras su era de esplendor su influjo fue desapareciendo consumido por la era del pop más comercial y menos oscuro. Más tarde desaparecieron cuando parecía que habían solventado todos los problemas inimaginables para un grupo. En Crazyminds desempolvamos a Siouxsie & The Banshees para entender quiénes fueron y por qué se extinguieron. Hoy miramos a ese espacio de tiempo al que tantas veces habrán vuelto los grandes The Banshees.
Un grupo de desencantados se reúnen en Londres con la intención de cambiar radicalmente las cosas en su mundo y en la música. Buscan innovar y explorar su mente. En 1976 deciden formar una banda en la que expresar sus peculiares puntos de vista y hacer una música diferente a la que imperaba por el aquel entonces. Apenas sin ser conscientes se convertirán en una especie de pioneros de la new wave que invadirá los futuros ochenta. La banda se forma con una excéntrica pero talentosa mujer llamada Susan Janet Ballion como frontwoman.
Susan se rebautiza como Siouxsie Sioux creando el icono con el que se presentará la banda. A su lado, Steven Severin como bajista, Marco Pirroni a la guitarra y un tal Sid Vicious haciendo uso y disfrute de la batería. El debut de la nueva formación no tarda en llegar y tiene un marco histórico. Se produce en uno de los primeros festivales del londinense Club 100, un lugar donde se gesta el movimiento Punk británico. Hay un antes y un después de aquel septiembre del 76 que transforma la escena musical del Reino Unido.
La música que emana de los Siouxsie tiene tintes de la Velvet y los Stooges, de los Sex Pistols antes de que fueran los Sex Pistols e incluso de un David Bowie que influencia la estética glam de la banda. Londres se incendia con los directos destructivos y directos al espinazo del grupo. Justo cuando su reputación se consolida en el ambiente underground se produce una gran ruptura en el interior de la banda. Sid Vicious se marcha a los Sex Pistols a comienzos de 1977 y Marco Pirroni elige a The Models para proseguir su carrera musical. Ambas ausencias se hacen notar pero también le dan el empaque a la banda de saber elegir bien a sus músicos. John McKaycomo guitarra y Kenny Morris a la batería sustituyen a los ausentes.
El público no nota la diferencia y la explosividad de la puesta en escena de los directos de los Siouxsieno deja de fascinar a los asistentes de los tugurios donde actúan. Siouxsie usa ropa con simbología nazi, muestra sus pechos en público y utiliza un maquillaje negro que ofrece una imagen siniestra que la diferencia de la mayoría de músicos contemporáneos. Su apuesta por los símbolos nazis es algo muy utilizado por los Punks posteriormente con la intención de devolver el significado original al símbolo y eliminar cualquier connotación nacionalsocialista.
Los Siouxsie son ya un fenómeno en la sombra mientras telonean a Johnny Thunders & The Heartbreakers. Poco después graban una sesión con el prestigioso John Peelpara la BBC. En 1978 circula clandestinamente un disco que corre como la pólvora por los barrios de la ciudad. La gente no habla de otra cosa. La imagen de los directos de la banda cala hondo en el imaginario colectivo de Londres. No se hacen esperar para llegar a un público masivo. Es todavía 1978 cuando lanzan su mítico Hong Kong Garden y alcanzan el número 7 de las listas británicas. El reconocimiento comercial impulsa el lanzamiento de The Scream. El álbum debut es una apuesta del sello Polydor que ve un filón y pone al mando de la producción al mismísimo Steve Lillywhite.
La reacción del público de 1979 ante el Punk refinado, oscuro y decadente de los chicos de Londres es más que positiva, lo cual reafirma a la banda en su camino y les lleva a explorar su sonido en Join Hands, su segundo disco de estudio. The lord’s player, The staircase y Playground twist se convierten en himnos generacionales.
Pero todo en la vida de los Siouxsie parece condenado a la destrucción y el abandono. En plena lanzadera hacia el éxito, John McKay y Kenny Morris dejan la formación semanas antes de la gira que les entregará la llave de un nuevo público. Y de nuevo el grupo se rehace de manera espectacular. Le ofrecen a su telonero participar en el tour ocupando el puesto vacante de guitarrista. El chico, un tal Robert Smith, tiene una banda de post-punk llamada The Cure. Una vez más el ojo clínico de Siouxsie detecta el talento emergente. El ex – Slits Budgie completa el grupo.
La gira transcurre por los derroteros del éxito esperados y la banda termina por ofrecer a Budgie un puesto fijo. Mientras, Robert Smith vuelve, como sabemos, con sus Cure. El nuevo seis cuerdas es John McGeoch, un talento insuperable de la guitarra que ya había paseado su estilazo en los Magazine.
La estética alemana de la banda se cuela en su música a través de Mittageisen, un gran éxito que se planta en el top 50. El tercer LP no tarda en llegar. Es 1980 cuando sale a la venta Kaleidoscope, con Steve Jones de Sex Pistols como colaborador de lujo. Si en los anteriores trabajos de la banda su atmósfera se adivinaba oscura, en este álbum se comienza a ver unas tinieblas perpetuas que forjan su estilo inconfundible, mezcla de refinamiento y oscuridad. Alejados de la estridencia del Punk de sus inicios se adentran todavía más en el Post-Punk. Resultado: Top 5 en Uk y el single Happy House éxito mundial.
Polydor aprovecha el tirón y les hace girar por Estados Unidos y Europa. En este caldo de cultivo de éxito y desenfreno se gesta Juju en 1981. El mejor trabajo de losSiouxsie le confiere un nuevo estatus de banda madura con muchas cosas que decir.
Siouxsie y Budgie tienen en común algo más que una relación profesional y ambos se embarcan en un proyecto paralelo llamado The Creatures. Les sobra tiempo para compartir escenario y cama. Editan Wild things, un single interesante pero de menor peso que sus creaciones para Siouxsie and the Banshees. Es 1981 cuando creen oportuno lanzar un recopilatorio de singles bajo el nombre de Once Upon a Time.
Sin apego al éxito logrado a través de su reconocible estilo se embarcan durante 1982 en A kiss in the dreamhouse, un disco donde continúan explorando sin aferrarse a nada. El LP recorre su faceta más psicodélica. Se le tacha de comercial y de trabajo menor a pesar de contener éxitos como Slowdive. Los años de desfases empiezan a pasar factura. No creo que John McGoch tengan un buen recuerdo de Madrid. Durante un directo en la noche madrileña el guitarrista sufre un colapso a causa de su dieta de drogas excesiva y es trasladado a un hospital psiquiátrico. Robert Smith echa un cable a sus antiguos amigos y se reincorpora a los Siouxsie para que puedan cumplir con los contratos pendientes.
Al finalizar su último concierto, el líder de The Cure se establece como miembro permanente de la banda. El estado de salud de McGoch no ofrece mucha confianza. Comienzan 1983 con ganas de marcha y se animan a versionar Dear prudence, un tema de los Beatles que les granjea una nueva legión de seguidores. Paralelamente, The Creatures lanzan su disco Feast.
La proactividad de los miembros del grupo se dispara y Robert Smith y Steve Severin forman The Glove, una locura lisérgica en la que dar rienda suelta a sus locuras de ácido. Tras los proyectos por separado y los consumos masivos de droga se reunifican a mediados de año para grabar Nocturne, un álbum en vivo. Disco editado por el selloWonderland grabado para la posteridad en el Royal Albert Hall.
Comienzan las turbulencias. La banda abandona sus postulados musicales fundacionales para ofrecer un Pop comercial sin encanto alguno en Hyaena. La reacción de hastío de sus seguidores provocan que su popularidad descienda muchos enteros. La tormenta se salda con otra baja. Robert Smith se centra en The Cure y abandona para siempre los Siouxsie una tarde de finales de 1984.
El duro golpe deja ko a la banda. Consiguen resurgir gracias a Tinderbox en 1986. Aprovechan su nuevo trabajo para regresar a las raíces, borrar de la mente de la gente su desastroso anterior disco y recuperar credibilidad. La incorporación de John Carruthers a la guitarra trajo consigo singles del nivel de Cities in dust y Candyman. Las listas americanas acogieron gratamente por primera vez el sonido de los Siouxsie.
Durante los dos años siguientes lanzan dos álbumes con gran acogida popular aunque se intuye un descenso en la creatividad de las propuestas. Through the looking glass es un homenaje a sus referentes musicales a través de versiones de The Doors, Iggy Pop o Dylan. Tienen una gran acogida y aprovechan el tirón para lanzar PeepShow, con el cual consiguen otro gran impacto en las listas.
Siouxsie y Budgie reservan 1989 para perderse por Andalucía, donde graban Boomerang para los Creatures. Los seguidores de los Banshees no ven un nuevo disco en la calle hasta Superstition en 1991. Este álbum se convierte en el más rupturista de la banda y adapta el estilo de los Siouxsie a los noventa ofreciendo mayor sensualidad y menos estridencia siniestra. Kiss them for me se convierte en un superventas a comienzos de los 90. Un años después, Tim Burton se fija en ellos para formar parte de la banda sonora de Batman Returns, a la cual aportan Face to face, uno de los temas más celebrados de su carrera. Para entonces su sello les ve suficientemente maduros como para lanzar su segunda caja de singles con un título lleno de sorna: Twice upon a time.
Siouxxie aprovecha 1994 para grabar con Morrisey el single Interlude. Tras un año sabático regresan con The Rapture. Echarle la culpa al disco de la disolución de la banda quizás resulte exagerado aunque evidentemente no ayudó a cambiar la decisión. The Rapture supone ser el último disco de estudio de la banda y probablemente el peor en cuanto a calidad musical. Al menos, el que ha tenido una acogida más tenue.
La separación no es oficial en 1995 aunque cesa la actividad musical de la banda. Siouxsie y Budgie dedican su tiempo y talento a The Creatures. Por su parte, Severin se sumerge en la electrónica instrumental y en la experimentación.
Con pocas ganas de seguir adelante con el proyecto la banda se disuelve de forma oficial en abril de 1996. En el comunicado de prensa expresan que «se han marchado con dignidad». No obstante, la máquina de producir dinero de los Siouxsie se mantiene operativa a través de multitud de discos en directo o recopilatorios que los sellos lanzan periódicamente desde la fecha de disolución.
En 2007, Siouxsie y Budgie se divorcian y cierran dos etapas en su vida, el amor y The Creatures. Unos meses más tarde, Universal edita el álbum debut de Siouxsie Sioux en solitario. Nunca será lo mismo a pesar de las buenas críticas recibidas por ese Mantaray, epílogo de una carrera truncada.
Siouxsie continúa en la brecha y tras el lanzamiento de su Mantaray se embarca en la gira promocional del álbum en 2008. El tour tiene un broche de oro con la grabación del DVD correspondiente. En 2012 se rumorea acerca de un nuevo álbum de la artista británica a la espera de confirmación de fecha de lanzamiento a día de hoy. El pasado 23 de junio se produce la última aparición pública de Siouxsie en el Meltdown Festival de Londres. Su estelar dueto junto a Yoko Ono interpretando Walking on a thin ice, la última canción grabada por John Lennon vivo, fue unos de los momentos cumbres del Meltdown de este año.
Por su parte, Budgie prosigue con su faceta de productor y batería colaborando en los últimos años con artistas como Junkie XL, Indigo Girls o Marc Almond, ex Soft Cell. También ha participado como compositor en la banda sonora de la serie de HBO Cosas que hacer en América. Lo último conocido que ha llevado a cabo es un álbum sobre clásicos de los 80 en 2011 Severin, el tercero en discordia, ha proseguido su carrera musical experimentando con diversos géneros hasta el día de hoy ganándose una reputación de músico solvente. Su última obra ha sido la banda sonora de la película Vampyr del cineasta danés Carl Theodor Dreyer.
La influencia de los Banshees no sólo se circunscribe a la new wave, autores de prestigio como Tricky o Massive Attack reconocen el peso de la música de la banda británica en el nacimiento y consolidación del Trip-Hop. Morrisey llega a decir que en la música moderna no ha existido un grupo comercial tan bueno como Siouxsie and the Banshees. Shirley Manson confiesa haber aprendido a cantar imitando a Siouxsie mientras que Dave Navarro, de Jane’s Adiction cree que su banda es la versión masculina de los Banshees. Radiohead o Jeff Buckley tampoco ocultan su devoción por la banda británica.
Una amalgama de artistas y estilos influenciados por una banda perdida. Curiosa paradoja de lo que supone el mundo de la música. Los Siouxsie contaron con alguno de los músicos con mayor repercusión del siglo XX, su música caló hondo entre el público y los propios músicos y sin embargo, no estaban destinados al éxito inmortal. Sus innumerables problemas superados nos hablan claro sobre la obstinación en triunfar de unos artistas cuyos errores pagaron demasiado caros y sus virtudes fueron frecuentemente desvirtuadas. Los ciclos vienen y van pero siempre hay algo que trasciende detrás de ellos. Los Siouxsie bien conocen de lo que hablo y su trayectoria es un claro ejemplo del funcionamiento cruel de una industria especialista en enterrar mitos para generar artificialmente otros más edulcorados y actuales.