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¿Qué fue de… MC5?

Nunca antes como hoy Detroit había sido capital indiscutible del mundo. Triste reflejo de la derrota real del capitalismo mundial, sus ruinas y el resucitado Rodríguez nos demuestran la dignidad del nuevo orden en el que los trabajadores y gentes de bien deben sobrevivir al margen del estado y de las comodidades prometidas durante décadas a la clase media. Por eso, no está de más recordar lo que fue aquella urbe a través de una banda que desconfió del brillo de los motores y que con su actitud y talento musical anunció al mundo una nueva actitud contracultural.

Cuatro mindundis crecen en el Detroit conocido como capital del motor. La bonanza económica tras las guerra y el despegue del consumismo en los cincuenta convierten a Estados Unidos en el símbolo de un estilo de vida ligado al automóvil. A pesar de las bondades de su way of life, muchos ven en ella unas ataduras morales y un sinsentido absoluto. Por ello, en la periferia de la ciudad surgen bandas de Rock más ácidas y violentas que en el resto del acomodado país.

En 1964, dos de esos mindundis han optado por la guitarra como medio de expresión de la rabia de muchos individuos en la ficticia prosperidad de Detroit. Wayne Kramer y Fred Sonic Smith forman un grupo de rock. Buscan nuevos miembros. Se integra en la banda Rob Tyner, un tipo con labia y buena voz. Tyner pretende ser su mánager antes de involucrarse en un grupo con una enorme proyección. La cuadratura se cierra con el bajista Michael Davis y el percusionista Dennis Thompson.

Deciden denominarse Bounty Hunters. Una vez completada la formación, cambian de idea y se convierten definitivamente en MC5, siglas de Motor City Five. Les gusta su nombre porque suena a modelo de coche y recuerda a las raíces de la banda vinculadas a la ciudad del motor. Se sumergen en el universo underground de la ciudad donde se cuece un sonido diferente. Ellos destacan por una agresividad y un punto de locura que hacen latente en eventos como la Guerra de las bandas. Su éxito no despega y se convierten en un rara avis del entorno musical de la zona. Suenan a Punk cuando aún queda más de una década para que se acuñe esa palabra.

Su suerte cambia irremediablemente cuando por casualidad conocen a John Sinclair, líder de una banda con caché como Trans Love Commune. Sinclair no lo duda y se convierte en mánager de la banda. Sin saberlo, su ideario comienza a encender a todos los que les prestan atención. Kramer comenta que «siendo todo lo trileros que somos, MC5 ve que esto de la cuestión hippie funciona, tío… Así que nos ingeniamos la manera de conseguir que los hippies que nos gustaran tuvieran un hippie jefe que nos gustara a nosotros, y ese era John Sinclair».

Sinclair crea una atmósfera comprometida en torno a la banda. Utiliza al rock para cambiar la realidad social a través de la concienciación. Sus compañeros le admiran y le ven como un gurú generacional. Y no escatiman en recursos estilísticos para lograr su objetivo. Adornan su rabia con Jazz avant garde, blues y rock anticipando sonidos posteriores.

Sinclair sabe moverse en el incipiente activismo yanqui. Él mismo ha creado un movimiento llamado White Panther Party, fundamentado en el ideario radical de los míticos Panteras Negras. Una ideología pseudo-marxista comienza a recorrer las letras de MC5. Sinclair les lleva a publicar un single para AMG en 1966. Se trata de I can only give you everything, una versión de Them, que también había sido adaptada por los Troggs. El sencillo pasa totalmente desapercibido y la banda se vuelve a ver como estaba antes de Sinclair; sin sello y sin blanca.

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Su banda paralela, Trans Love Commune, también muestra un marcado cariz político aunque con menor estridencia. Ambas bandas, al igual que muchas de las que surgen a diario en Detroit, claman por un cambio social y político y llaman a los ciudadanos a tomar la calle. El mensaje cala en la población y estallan virulentos disturbios callejeros en 1967. El pueblo lucha por su futuro al tiempo que las guitarras truenan himnos incendiarios. La desmedida fuerza policial, de mayoría blanca y sin mucha intención de aceptar los derechos sociales de los negros, provoca un caos destructivo que arrastra brutalidad y sangre. Los agentes abren fuego y acaban con la vida de 40 personas, principalmente de raza negra. La ciudad arde y los disturbios se prolongan durante días. Detroit amanece con graffitis que rezan: Arde, nena, arde. Los ciudadanos no se detienen y entra en escena el ejército que envía tropas y tanques. En una de las avenidas cortadas por una riada de gente una cabeza del cañón de un tanque apunta a la cabeza de Wayne Kramer.

467 heridos, 7000 arrestados y más de 2000 viviendas pasto de las llamas como resultado final de la revuelta popular. No todo termina ahí. A modo de represalias políticas, el gobierno instiga a los que cree instigadores del suceso, entre ellos a los White Panthers de Sinclair y a las bandas de Rock de la zona. Como respuesta, MC5 lanza una serie de demos cuyas portadas son fotografías de ellos desnudos portando guitarras y armas. Una forma de mostrarse como combatientes.

Alejados ya de sus ambiciones musicales, la banda admite que quiere morir por la revolución. Sinclair publica los diez punto del programa de las Panteras Blancas, en el que exige libertad y gratuidad a servicios públicos y a necesidades básicas como la comida, la vivienda, la cultura o el sexo eliminando por completo la utilización del dinero como moneda de cambio. Para lograr «el asalto necesario a la cultura» no descarta ninguna opción violenta o incluso «el Rock n’ roll o follar en las calles». Corre el 1 de noviembre de 1968. La reacción del FBI no se hace esperar y comienza a estrechar el cerco a los chicos de Detroit.

El ideario contra todo de la banda se gesta desde la tierna infancia, tal y como relata el propio Kramer. «Nos conocimos en la escuela, es la misma vieja historia de millones de bandas. La energía se encuentra en tu interior, tocas y escribes sobre ello pero eres demasiado loco para controlarlo. Necesitas dirección. En 1968, John Sinclair toma nuestras experiencias y las articula y define transformándolas en algo político. Él conocía que nuestro interés en los movimientos musicales se había frenado, estamos interesados primordialmente en la música Rock».

En 1968, actúan en Chicago junto a grandes estrellas del momento. Es el Festival of Life, el cual se organiza como contrapunto a la Convención demócrata que se celebra casi en frente. Tras las actuaciones de Crosby, Still & Nash The Doors, un nuevo mensaje más rudo llega a la audiencia clamando revolución. Las letras de la banda incitan a un agente de policía a generar un enorme disturbio coronado por helicópteros sobrevolando el pabellón. Los miembros de MC5 acaban huyendo del lugar ante el tinte peligrosamente mortal que toma la situación.

Ese mismo año autofinancian su segundo single, Looking at you. Se convierten en la principal referencia musical de la música alternativa de Detroit. Llenan cada noche la pista del Grande Ballroom con capacidad para más de 1000 personas. En octubre, Elektra, el sello de The Doors o el de los paisanos de MC5 The Stooges, decide contratarles para grabar un disco en directo de nombre Kick out the jams. Desde su residencia en la Grande Ballroom se desplazan regularmente para telonear a bandas como Cream o Big Brother.

Los conflictos con las bandas que telonean e incluso con su público se intensifica dentro y fuera del backstage, dejando claro quiénes mandan. Su repertorio, mezcla caótica de temas propios y ajenos, eclipsa a los cabezas de cartel. Sus rugidos antisistema y su vestimenta coloreada con la bandera americana dejan una profunda huella entre los asistentes, que jamás olvidan el nombre de aquellos tipos violentos.

Sinclair trata de crear una cooperativa ajena a la industria musical en la que las bandas puedan autofinanciarse y gestionar las entradas de los conciertos, la negociación con salas y la logística. Desafortunadamente no encuentra suficientes apoyos para llevarlo a cabo.

Seguimos en 1968, JC Crawford se une a MC5. Su aportación será inestimable para perfilar y refinar la crudeza de la música de la banda. Elektra les entrega 20.000$ de adelanto, lo cual sirve para desahogar la maltrecha economía de los miembros de la banda.

Actúan en el Bill Grahams Fillmore de Nueva York, donde conocen a los Motherfuckers, unos tipos bastante violentos que vivían en una especie de comunidad para barbudos. Los Motherfuckers reaccionaron de forma agresiva ante la visión de ver llegar en limusina a sus ídolos revolucionarios. El ambiente se sigue caldeando en el Fillmore. Tyner presenta a la banda a voz en vivo. «Que se jodan los políticos, hemos venido a tocar Rock n’ roll». A día de hoy, nadie sabe cómo se destrozó el equipo una vez terminó esa frase, pero las consecuencias no se hicieron esperar. Las primeras filas repletas de unos muy calientes Motherfuckers empezaron a bramar y a montar bronca. El fuego brota sin saber de donde mientras los disturbios empiezan a tomar un matiz bastante serio. De repente, cientos de personas pretenden abalanzarse sobre el escenario para asesinar a cualquier bicho viviente relacionado con MC5.

Las medidas de seguridad apenas son capaces de contener el disturbio creado mientras Dennis Thompson entra en éxtasis y grita como un poseso: «Chicos, sois una panda de jodidos mierdas. Sois una mierda de hijos de puta (en alusión a los Motherfuckers). Es el momento de la revolución. Tíos, no sois capaces de distinguir lo que es real de lo que no lo es. Queremos mataros».

Finalmente, el evento se clausura y los MC5 son extraídos de la reyerta no sin pocos problemas. Bill Graham, líder de los Motherfuckers, recibe una prohibición judicial que le impide asistir a los conciertos de la banda de Detroit.

Danny Fields es un tío que sabe de música. Está detrás de bandas como los Doors, Stooges New York Dolls. Sabe lidiar con grupos de Rock. Es él quien convence a Elektra de que MC5abandone su imagen folkie para mostrar la faceta más combativa de la banda. Logra con éxito etiquetarles en el mismo saco que los Stooges. Ambas exploran fronteras del Rock mucho más lejanas a los sesenta y más próximas al futuro Punk.

El sello rescata algún corte de la batalla del Fillmore con la pretensión de incluirlo en Kick out the jam. Se produce una importante disensión entre banda y discográfica debido a la utilización sin permiso de este material y a la respuesta de la banda a través de un incendiario cartel donde se usa el logo de Elektra. Finalmente, el disco alcanza el número 30 mientras que las relaciones con el sello se rompe. MC5 se muda a Atlantic Records gracias a 50.000$ de adelanto.

 

Poco después, Sinclair es condenado a 10 años de cárcel debido a la posesión de dos míseros canutos de hierba. Sus antecedentes por posesión y su experiencia en la cárcel durante dos años convierten su defensa en una cuestión de muchos dólares. Las drogas son parte de la vida de la banda y las autoridades la utilizan como arma arrojadiza contra la revolución de Detroit. El dinero de Atlantic se esfuma entre vicios y litigios legales. En 1970 el idealismo muere. A pesar de continuar su actividad con las Panteras Blancas, Sinclair abandona la carretera y se establece en Detroit con la idea persistente de que su banda se ha vendido al pop comercial. Cumple los diez años íntegros de su condena.

Más tarde, se edita Back to the USA. El esperado segundo LP de la banda es producido por el mánager de Bruce Springsteen, Jon Landau. La banda regresa aún más a sus inicios e intensifica la estridencia de su sonido punk. Kramer Smith son ahora los líderes de la formación.

A finales del 70 visitan Reino Unido donde son considerados unas leyendas. Reciben una multitudinaria acogida en el Phun City Festival en Ecclesden. Un combinado entre deficiente organización y mala suerte convierten al Phun City en un histórico concierto gratuito, por lo que se esfuman unos ingresos vitales para la banda. Comienzan a grabar en Londres su tercer disco, High Time.

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Las drogas avanzan inexorablemente por las venas de los MC5 nublando su juicio y enturbiando su relación personal y profesional. Aún así, cuentan con Geoffrey Haslam, productor del mítico Loaded de la Velvet. El disco no tiene la acogida esperada y su escasa repercusión dinamita la escasa cohesión que quedaba en el grupo que decide disolverse un año después de su caótico lanzamiento. Es 1972.

La banda influye al punk y al hard rock de sobremanera, aunque se pueden encontrar influencias de MC5 por doquier en casi cualquier género relacionado con las seis cuerdas. Lemmy llegó a decir que fundó Motorhead con el único propósito de crear los MC5 británicos. The Damned, Aerosmith Sex Pistols, por citar ejemplos paradigmáticos, llegaron a reconocer la influencia hegemónica de la música de los chicos de Detroit en su carrera musical.

Tras la ruptura de la banda, Fred Sonic Smith funda Sonic’s Rendezvous Band, en donde fusiona la música de MC5 con poemas propios y prestados. Su repercusión mediática es inferior a la que estaba acostumbrado en su anterior banda. En 1979 conoce a una recién separada Patti Smith. Comparten ideario y pasión por la música comprometida y la poesía. No tardan en liarse. Contraen matrimonio en 1980. Los amigos de Patti bromean diciendo que únicamente se ha casado con Sonic para no tener que cambiar su apellido de soltera. Tienen a su hijo Jackson en 1982, lo que propicia que el ex-MC5 se retire completamente del mundillo musical para dedicarse enteramente en su familia. Lo logra hasta que un infarto se lo impide en 1994 dejando viuda a una Patti Smith que pocos días después entraría en una dura fase depresiva al perder igualmente a su hermano.

El vocalista de la banda, Rob Tyner, sigue ligado a la música formando una multitud de bandas de Rock durante las siguientes dos décadas, entre ellas Fireworks Rob Tyner’s Band. Tyner convive durante una temporada con bandas británicas como Sex Pistols o Generation X a finales de los 70. Ayuda a cimentar el movimiento Punk entre unos chiquillos que le vean como un padre espiritual. En Detroit su hegemonía como productor y mánager se hace latente. En 1990, lanza su último disco, Blood Brother. Muere un 18 de septiembre de 1991, víctima de un infarto.

Wayne Kramer pone su guitarra a disposición de diversos músicos a partir de mediados de los 70, entre ellos Johnny Thunder, Mitch Ryder o el genial e irreverente GG Allin. El guitarrista pasa varios años a la sombra debido a problemas con los estupefacientes. Una vez libre, prosigue su actividad musical y en los 90 participa y edita varios álbumes. Aún sigue vinculado con la música siendo el último MC5 vivo.

El bajista de la banda prosigue con su carrera alejado de los MC5 formando Destroy all Monsters junto a Ron Asheton, compañero de Iggy en los Stooges. Los resultados de su trabajo son bastante incongruentes y pasan directamente al olvido. Tras este fracaso musical, retoma su condición de artista visual y se decanta por la pintura. Muere plácidamente el 20 de febrero de 2012.

En 2003 se produce el esperado encuentro de los miembros restantes de la banda ofreciendo un concierto épico en el mítico Club 100 de Londres junto a Nicke Andersson de Hellacopters, sustituyendo a Sonic SmithDave Vanian de The DamnedLemmy Ian Astbury. Los integrantes originales son Michael Davis, Wayne Kramer Dennis Thompson. Un año más tarde deciden embarcarse en un gira mundial bajo el nombre de DKT/MC5. Cada concierto homenaje es una sorpresa general completando la formación Mark Arm, de Mudhoney Nicke Andersson, Evan Dando de LemonheadsMarshall Crenshaw Lisa Kekaula. En febrero del año siguiente se asienta como vocalista Hansome Dick Manitoba, por aquel entonces cantante de The Dictators. En 2007 visitan nuestro país. Tocan en el Azkena y dejan un buen sabor de boca. Tras el festival, Michael Davis abandona la formación para comprometerse con The Lords of Altamont. La banda sigue viva hoy en día.

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