La banda sonora de este octubre loco, mitad verano mitad monzónico y en todo momento imprevisible, nos ha deparado algunos regresos inesperados, demos rescatadas de baúles que son más bien cofres de tesoros y cartas de presentación ciertamente estimulantes.
El ex The Coral, Bill Ryder-Jones, nos permitió catar un emotivo adelanto de su tercer trabajo, West Kirby County Primary (Domino), titulado Satellites, de los de erizan el vello y hacen de la espalda una gráfica sinusoidal. Atentos, porque el próximo 31 de enero estará en el Music Box Festibala de Donostia. El tercer álbum de Eleanor Friedberger, New View (Frenchkiss, 2016) no llegará hasta el mes de enero, así que False Alphabet City no hace sino que ponernos los dientes largos: una canción optimista, de factura prístina y que alberga resonancias tan dispares como la música de Nueva Orleans y la experimentación de Kate Bush.
Igual de uplifting, aunque con un tono más sereno y agridulce, el tercer sencillo de Deerhunter extraído del reciente Fading Frontier (4AD) nos muestra a un Bradford Cox más relajado, haciendo las paces consigo mismo, lo que rebaja la tensión de la música pero le permite añadir arabescos exquisitos a este Living My Life.
EL VY, o lo que es lo mismo, Matt Beringer y Brent Knopf, adelantaron este Paul is Alive como presentación de Return to the Moon (4AD), donde teclados y electrónica guían a la voz del national en un medio tiempo preñado de nostalgia. Aunque, hablando de nostalgia, el documental Montage of Heck tendrá su banda sonora, que recupera demos inéditas del desaparecido y añorado Kurt Cobain. Podríamos haber escogido alguna de las dos demos adelantadas hasta el momento, Sappy y Been a Son, pero, acto de nostalgia sobre nostalgia, hemos preferido la versión con que Cobain rinde homenaje a una de las bandas que más le influyó: The Beatles y su And I Love Her.
El dolor y la denuncia social emergen en las dos siguientes canciones: la estremecedora, bella y delicada Sandra’s Smile, canción que Dev Haynes, aka Blood Orange presentó casi por sorpresa (y que no acaba de desvelar la incógnita de si se trata de un adelanto), un tema de puro R&B sofisticado en el que la figura de Sandra Bland, ciudadana detenida por una falta de tráfico y que apareció muerta (vamos, que la mataron) en la celda, revela el fracaso de una sociedad que no ha sido capaz de erradicar la opresión, la discriminación y la brutalidad policial. En el extremo opuesto, Erika M. Anderson, aka EMA, firma un track ominoso que escribió como respuesta al penúltimo tiroteo en un campus de los States (en este caso el de Umpqua), una canción en el que el sonido industrial amenaza la tranquilidad (de fondo se oye voces de niños y jóvenes, pisoteadas por los ritmos metálicos); la asfixia y el terror se hacen palpables en este Active Shooter.
Sin dejar la electrónica, cambiamos la opresión por una ambientación más distendida. Tortoise juegan en Gesceap con la vertiente más melódica del krautrock, con un pie en el ambient y el otro en el jazz. Un corte espacioso cuyos loops, sin embargo, apuntan al recogimiento, arropados por un transfondo de teclados tupidos y orgánicos, de texturas que apelan a la noche y al despertar del yo más íntimo. Y de la introspección post rock de los de Chicago pasamos a la introspección ambient del chileno Nicolas Jaar. Fight (Nymphs IV) continúa en la senda experimental de los dos (sí, dos; no existe Nymphs I) singles anteriores de la serie Nymphs: beats suaves, fraseos espaciosos, estructura ambiciosa y discurso mesurado.
Suavizamos la electrónica y nos deslizamos al terreno del electropop. Factory Flaws es el segundo single de adelanto de Falsework (Paper Bag, 2015), quinto largo de Young Galaxy que llegó a los estantes el pasado 30 de octubre. Una melodía prístina que remite tanto a la new wave como al electro actual que, esperamos, les dé la relevancia merecida a los de Montréal. A Grimes no le hace falta mayores reivindicaciones: Flesh without Blood es la carta de presentación del tan ansiado relevo del Visions (4AD, 2012), Art Angels. Y, si este adelanto es una fiel muestra, nos espera un disco repleto de densas texturas electrónicas y groove oscuro y sensual. Lo esperamos con ansia. Aunque la electrónica más densa e inquietante surge de la inspiración y la experimentación de Alejandro Ghersi, más conocido como Arca, que estrenó este EN como presentación de su próximo trabajo Mutants (Mute, 2015), en la que tuerce y retuerce los elementos hasta dejarlos irreconocibles y, aun así, hipnotiza al oyente con una delicada cadencia subterránea.
Dejamos atrás los paisajes más inquietantes y saltamos al pop rock más ortodoxo de la mano de The 1975. El primer adelanto para su segundo largo, I Like It When You Sleep For You Are So Beautiful Yet So Unaware Of It (Dirty Hit, 2016), rezuma clichés por los cuatro costados y, sin embargo, tiene la claridad pop justa para enganchar a la primera escucha. Love Me será, sin duda, una de las canciones más demandadas en las pistas indie. Quienes lo petaron hace ya una década y que parecen no levantar cabeza en lo artístico, por mucho que se reformen, son los británicos Bloc Party. The Love Within (volvemos a los clichés) aún retiene parte del encanto que Kele Okereke le imprimía a sus melodías, pero la distorsión electrónica chirría, tal como si fuera un truco para ocultar la falta de pegada. Aun así, esperemos que su quinto álbum, aún sin título y previsto para 2016, contenga el aire fresco y las nuevas ideas que se le supone a una nueva formación.
Quienes sí que mantienen el pulso firme son los canadienses Metz. Eraser es un ramalazo noise punk que va directo a las entrañas (palmo arriba, palmo abajo, ya me entendéis) que formará parte de un 7» de edición limitada junto con la aún inédita Pure Auto a través del sello californiano Three One G. Metz le deben mucho a uno de los padrinos del punk blues, Jon Spencer Blues Explosion, que con 25 años de carrera siguen quemando amplis con su mezcla de estilos de alto voltaje. Lástima que una inoportuna enfermedad nos dejase huérfanos de Wax Dummy la semana pasada, porque, aunque la suciedad y la sorpresa ya no tienen tanta relevancia, los Blues Explosion son garantía de sudor y de lujuria (no sólo) musical.
Shearwater, el proyecto paralelo de Jonathan Meiburg, rodará por el mundo (sin fechas, de momento, en nuestro país) con nuevo disco bajo el ala, Jet Plane and Oxbow (Sub Pop, 2016). Quiet Americans es el primer single que se extrae, uno de esos recios himnos que apela a nuestros mejores sentimientos.
Cuando pinchas Silver Liner, el primer nombre que te viene a la cabeza es Neil Young. En manos de Ethan Johns todo es posible; no en vano le ha impreso carácter a la producción de artistas de la talla de Paul McCartney, Ryan Adams, Laura Marling y The Vaccines, entre muchos otros. El disco, grabado junto a los The Black Eyed Dogs, saldrá el próximo 27 de noviembre en el sello Three Crowns y tendrá ese sabor de americana europeizado (si se permite el oxímoron).
Si lo nuevo de Joaquín Pascual os parece íntimo, tened en cuenta que casi todo lo que suena sale de su mano y de su estudio particular. Un DIY con mucho de autor, de introspección y de experimentación. Echamos de menos a Mercromina pero celebramos a gusto su carrera en solitario, del que este homónimo Una nueva psicodelia (Subterfuge, 2015) es ya su cuarta referencia discográfica. Oración (Sony, 2015) es, sin embargo, la primera de Soleá Morente sin el paraguas de Los Evangelistas (que se mantienen en un segundo plano). La mediana de los Morente empuja el flamenco al terreno del pop, sin tapujos ni prejuicios, aunque se sitúa en una órbita no tan planetaria como las dos anteriores entregas con el grupo de J y Antonio Arias. Quienes llevan la experimentación en su ADN y la llevan siempre más allá de las fronteras inexploradas son los inclasificables Za! La maquinaria está engrasada abre su recentísimo Loloísmo (Gandula, 2015) con una batidora que mezcla… ¡y qué importan las etiquetas! Lo mezcla todo y más, y suena fresco, incitante, desafiante; suena marciano y suena a Za! Qué mejor elogio que ese.
Conor O’Brian versiona la canción que compuso para Charlotte Gainsbourg, Memoir, como adelanto del recopilatorio de su banda, Villagers. Where Have You Been All My Life? (Domino, 2016) contendrá nuevas tomas de viejos temas, grabadas en directo en los estudios RAK de Londres. Meet Me in the City es una de las tomas rescatadas de las sesiones de grabación del inmenso The River (Columbia, 1980). En comparación, se entiende que no se incluyese en el mítico doble; pero por méritos propios, que se mantuviese en el baúl era toda una injusticia.
Cerramos la lista con los entrañables nerds de Weezer y su Thank God for Girls. Lejos quedan los viejos buenos tiempos del Blue Album (Geffen, 1994) y Pinkerton (Geffen, 1996), pero aún confiamos en la capacidad lírica de River Cuomo y, qué caramba, poca gente es capaz de mantener la llama de los Pixies viva y accesible, llena de riffs infecciosos. Ah, sí, y la cubierta es… es… es muy Weezer.
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