Walter White vino, triunfó y se marchó para volver el año que viene. Y en el proceso nos ha dejado con la boca abierta. Acaba de emitirse en EEUU el último de los ocho capítulos que forman la primera mitad de Breaking Bad, hasta el próximo verano no podremos ver los otros ocho que pondrán punto final a una de las mejores series de los últimos años.
Y es que con tan sólo ocho semanas el creador de la serie Vince Gilligan y el actor principal Bryan Cranston han vuelto a elevar las expectativas de los seguidores del profesor de química reconvertido en narcotraficante. Y a la vez ha despejado las dudas de aquellos (entre los que me encontraba, he de confesar) que creían que una temporada más podría estropear un producto cuasiperfecto.
La nueva temporada de Breaking es un ‘in crescendo’ de la acción y el ritmo a la vez que nos guía en el descenso ya sin parada de Walter White. Mantiene las claves de las cuatro anteriores y nos da nuevos detalles de calidad.No vamos a entrar en detalles por aquello de los spoilers pero si aún no la habéis visto, agarraos al sillón para los montajes y la música o la música y los montajes; no podemos decir que va primero. Como ya rezaba el anuncio de esta temporada: “¡Qué todos saluden al nuevo rey!»