FECHA: 4 de marzo de 2012
LUGAR: Sala Razzmatazz (Barcelona)
¿Se os ocurre mejor forma de terminar una semana que acudiendo a un concierto del hermanísimo, Noel Gallagher? Y ¿se os ocurre manera mejor de comenzar otra totalmente afónicos y emocionados? A quien escribe estas líneas no, desde luego.
Fueron muchos, de todas las edades y llegados de muchos rincones del mundo los que se congregaban a las puertas de la sala Razzmatazz la tarde y noche del pasado domingo. Algunos lo hacían desde por la mañana. Es lo que tiene ser una estrella, un ídolo. Y por su trayectoria y talento, Noel lo es desde hace mucho y demostró quien es y por qué lo es en el escenario unas horas más tarde. La espera, larga para algunos, valió la pena. Es inevitable acordarse de Oasis y de los tiempos de gloria cuando los dos hermanos triunfaban juntos, de ese disco imprescindible en cualquier discoteca de cualquier melómano de pro, ese: (What’s the story) Morning Glory? Es inevitable recordar momentos vividos en conciertos de Oasis a los que tal vez alguna vez fuimos y disfrutamos, recordar la época dorada del brit pop de los noventa, aunque para muchos de los asistentes, infinitamente jóvenes, apenas fue rozada de lejos pero sí gozada años más tarde. Inevitable acordarse de otras bandas como Blur, ¡qué cosas! y hacer valoraciones al aire sobre si Liam o Noel…y así, pasábamos el rato mientras esperábamos la apertura de puertas de una sala que colgaba el Sold Out desde hacía tiempo.
Desde que la banda se disolvió en el 2009, esperábamos que el mayor de los hermanos se dignara a pasar por Barcelona. Somos mucho de Noel, sí, lo confesamos. Y esta era la ocasión perfecta para su visita, sobre todo después de haber logrado recientemente un premio NME, y no cualquiera, sino un premio honorífico. Nada más y nada menos que como Godlike Genius, como divinidad del universo musical vino, llegó y venció el pasado domingo. Nos venció y a nuestras lágrimas también. Se tiene bien merecido cada uno de los premios y reconocimientos, pues como afirmó la directora del New Musical Express (NME) al entregar el galardón: ‘Noel Gallagher ha escrito más himnos que nadie en estas dos últimas décadas’. Pasará a la historia como profesional del himno, amigos. Y verle en directo debería ser ley.
Eso lo sabíamos todos los que nos reunimos en Razz el pasado domingo, los que contribuimos a hacer que las entradas se agotaran. Pero antes de dar paso al ídolo, atención a la banda de jovenzuelos que apareció sobre el escenario con la misión de abrir fuego. Ofensivamente jóvenes, Wearefolks, o simplemente FOLKS, dieron una lección de brit pop y rock muy cercana al sonido Oasis. Seguramente ni siquiera estaban en este mundo loco ni en los noventa, pero está claro, por como suenan, que han bebido de sus influencias, se han empapado de ellas, del sonido de grandes bandas convirtiéndose así, en alumnos aventajados a los ojos del maestro Noel. Además procedentes de ESE lugar, alta cuna musical: Manchester. ¿Qué tendrá esa ciudad?
No hace falta decir más. Y si Noel Gallagher los ha escogido para que le acompañen en su gira europea, tampoco hace falta que seamos nosotros los que demos fe de la calidad de la banda. Y es que, ¡cómo suben las nuevas generaciones de músicos británicos…Jesus Christ! Acercaos a esta banda pues no tiene desperdicio alguno. Nos lo hicieron pasar en grande y lo dejaron bien arriba para la llegada del genio.
Que llegó puntual abriéndose paso entre mil luces y haciendo sonar precisamente un par de temas de Oasis para abrir boca, ese (It’s good) To be free. Euforia como entrante. ¡Bien! A ese To be free, le siguió un maravilloso y eléctrico Mucky Fingers que hizo saltar al público que ya estaba conectadísimo al concierto. Y es que con Noel todo ‘I’ts allright!’ Y eso que no es excesivamente expresivo y empático. Aun así sabe, como nadie, transmitir buen rollo y dosis altas de felicidad máxima.
Tras ellos, Noel dio rienda suelta a los temas de su High flying birds, que a quien escribe y en su momento, dejó bastante fría, todo hay que decirlo, pero que en directo sube y mucho de nivel. Everybody’s on the run y tras él un Dream On, un If I had a gun…
Sir Gallagher los hacía sonar sin apenas esfuerzo aparente, sin titubeos, seguro y contundente hacienda fácil lo difícil y haciéndonos sonreír y maravillarnos a partes iguales ante lo que allí estaba aconteciendo. El público no paraba de cantar letra a letra, verso a verso. Y eso, sumado al hecho de que entre el público hubiera paisanos de Manchester dando rienda suelta a su particular forma de vivir un directo, seguro hizo a Noel sentirse como en casa. Se le notaba a gusto, cómodo.
Maravillosa sonó The death of you and me y poco tardó en aparecer un Supersonic que nos zarandeó y ¡de qué manera!. Profesional, detallista y perfeccionista como nadie, serio con todo lo que se trae entre manos y demostrando que es grande por algo, siguió desgranando temas de su disco (I wanna live in a dream in my) Record Machine, el primer AKA…What a life!, el segundo…Broken Arrow. Y de repente se coló otro tema de Oasis por allí, que vino a saludar y nos dejó enamorados como cada vez que lo escuchamos, Half The World Away. Piel de gallina y sus respectivas palmas en el momento justo, por parte de un público que se lo estaba pasando en grande.
Tras él, Soldier Boys and Jesus Freaks y (Stranded on) The wrong beach, dieron la bienvenida a un genial y emocionantísimo WHATEVER, dejadme usar las mayúsculas aquí, ya que no hay palabras suficientemente idóneas para contar ese momento, Crazyminders. Himno tras himno tras himno y así hasta un final apoteósico que nos dejó emocionados, con ganas de más y en el que no paramos de cantar un segundo. Little by Little, The importance of beig idle y una de las canciones más bellas de la historia jamás creada y firmada por Noel Gallagher, el Don’t look back in anger apareció para hacernos llorar, temblar y reivindicar a su creador como uno de los más grandes genios vivos de la historia de la música.
El Don’t look back in anger puso el broche final a un concierto perfecto. Y razón por el cual hoy la voz de muchos de nosotros está rota o simplemente se pasea todavía por la sala 1 de un Razzmatazz, donde igual hoy aún flota en el ambiente la emoción de lo que ayer consiguió crear un genio llamado Noel Gallagher, de profesión: creador de himnos, provocador, en general, pero muy especialmente de sentimientos.
Se lo decimos desde aquí en su idioma y sus formas habituales: Sir Noel Gallagher, you’re a fucking godlike genius. Live forever!!!