De la angustia, el aislamiento y la enfermedad surgió en 2009 Hospice, un desgarrador álbum que llevó a la banda capitaneada por Peter Silberman a tocar sus temas por todo el mundo. Pero, a pesar del éxito cosechado, el nuevo trabajo de The Antlers no sigue exactamente esta línea. Ahora, desde el estudio que tienen en Brooklyn, estos chicos se ríen de algunos de los calificativos que se han ganado como «sacos de tristeza».
Desde el mes de septiembre, la banda se ha dedicado a trabajar en las canciones que compondrán su próximo disco. Y, según el portal Pitchfork, hay temas destacables como French exit, Hound o Parenthesses, donde Silberman saca a relucir su falsete, envuelto en el hipnótico sonido de un tambor. La inspiración parece desviarse hacia terrenos más optimistas y, en la charla que el cantante ha mantenido con Pitchfork, queda claro que The Antlers están dejando atrás la tristeza. Aquí resumimos sus palabras.
Tras Hospice, Silberman pensó que la línea más lógica de trabajo sería algo post-Hospice, pero acabó cambiando de opinión: «Pensar en esos términos me hacía sentir manipulador y efectista. Me sentí más feliz dejando de lado esa idea. El nuevo disco es más fácil de escuchar que el anterior en muchos sentidos, empezando por que puedes ponerlo y no sufrir una grave experiencia emocional».
Y es que tocar una y otra vez las canciones de Hospice sí que empezó siendo una experiencia difícil para él. Hasta que, con el paso de los conciertos, fue asimilando el mensaje hasta separar los temas de sí mismo para no torturarse constantemente. También es cierto que la situación por aquel entonces era diferente y Silberman, más solitario. Sin embargo, ahora que ha viajado por el mundo haciendo lo que más le gusta está feliz con su vida, algo que se refleja en el nuevo disco.
«No es un disco triste, está lleno de energía y puede que sea hasta algo psicodélico. Es menos desesperado. No hay situaciones de vida o muerte en este disco, ni enfermedad o relaciones abusivas. Me he dado cuenta de que no tiene por qué basarse en mi vida». Nosotros nos alegramos de que haya hecho este descubrimiento y más nos vamos a alegrar cuando ese nuevo disco esté a la venta, presumiblemente, en el mes de mayo.
Desde el mes de septiembre, la banda se ha dedicado a trabajar en las canciones que compondrán su próximo disco. Y, según el portal Pitchfork, hay temas destacables como French exit, Hound o Parenthesses, donde Silberman saca a relucir su falsete, envuelto en el hipnótico sonido de un tambor. La inspiración parece desviarse hacia terrenos más optimistas y, en la charla que el cantante ha mantenido con Pitchfork, queda claro que The Antlers están dejando atrás la tristeza. Aquí resumimos sus palabras.
Tras Hospice, Silberman pensó que la línea más lógica de trabajo sería algo post-Hospice, pero acabó cambiando de opinión: «Pensar en esos términos me hacía sentir manipulador y efectista. Me sentí más feliz dejando de lado esa idea. El nuevo disco es más fácil de escuchar que el anterior en muchos sentidos, empezando por que puedes ponerlo y no sufrir una grave experiencia emocional».
Y es que tocar una y otra vez las canciones de Hospice sí que empezó siendo una experiencia difícil para él. Hasta que, con el paso de los conciertos, fue asimilando el mensaje hasta separar los temas de sí mismo para no torturarse constantemente. También es cierto que la situación por aquel entonces era diferente y Silberman, más solitario. Sin embargo, ahora que ha viajado por el mundo haciendo lo que más le gusta está feliz con su vida, algo que se refleja en el nuevo disco.
«No es un disco triste, está lleno de energía y puede que sea hasta algo psicodélico. Es menos desesperado. No hay situaciones de vida o muerte en este disco, ni enfermedad o relaciones abusivas. Me he dado cuenta de que no tiene por qué basarse en mi vida». Nosotros nos alegramos de que haya hecho este descubrimiento y más nos vamos a alegrar cuando ese nuevo disco esté a la venta, presumiblemente, en el mes de mayo.
