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Tercera y cuarta jornada en el SanSan Festival: Gran colofón final

El fin de semana en el SanSan Festival no fue para nada ligero, los conciertos se sucedían sin dar tregua ninguna ni al frío que hemos pasado ni a la cantidad de eventos musicales a los cuales nos enfrentábamos.

Sábado 4 de abril

Nuestra noche la abrimos con Ángel Stanich. Este joven se trae entre sus dedos mucho talento y es que se le compara con artistas de la talla de Quique González o incluso con un aire a Bob Dylan. Sus letras no son ni asequibles ni accesibles ni su puesta en escena es comprensible a primera vista pero su voz, desgarrada y hecha trizas cala desde el primer minuto y su baile oscilante hace que no quieras que ese sueño surrealista acabe. Supo meterse al público en el bolsillo a una hora temprana y con una propuesta complicada. Nos convenció mucho.

Pero, y sin faltar a nadie, los dueños de la noche eran La Habitación Roja. Celebrando en este 2015 su vigésimo cumpleaños dieron un concierto tan espectacular que tuve que contener las lágrimas en algún momento. El sentimiento con que Jorge interpreta sus letras toca el alma, su sonido es impresionante allá donde toquen y posiblemente sea uno de los mejores grupos que arrastramos de los 90.

Sus letras son como dijimos hace poco en una entrevista que nos concedieron auténticos himnos generacionales y da igual que la canción en sí haya sido escrita ayer o hace diez años: Conservan la misma vigencia. Ayer, Taxi a Venus, Indestructibles, Febrero o de Cine estuvieron presentes en una hora y algo mágica. Nos fuimos con los ojos llorosos de tanta belleza e intensidad, ¡Muy grandes  La Habitación Roja!

Nos paseamos por el escenario Master’s para escuchar en directo el nuevo disco de Anni B Sweet titulado Chasing Illusions. La palabra folk se utiliza en exceso y Anni ha sabido dejar de lado la guitarra y la pose y meterse más en el papel con una buena banda. Le falta un poco de soltura, pero a nivel técnico su voz suena embaucadora.

La siguiente carga emocional la disparaba Second y estuvieron a la altura, aunque nunca he vivido un concierto malo de los murcianos. Sonaron sus canciones más preciadas como Más Suerte, Nada, Rincón Exquisito u otras más actuales y se subió al escenario el cantante de Varry Brava, favor que luego devolvió horas más tarde el propio Sean Frutos. Sonido bueno y sobre todo muchas ganas de saber más cosas sobre su próximo trabajo que sabemos que ya están sobre él.

Entre conciertos, dimos una oportunidad a Lori Meyers DJ Set, que, aunque nos gustan mucho más como artistas, pusieron una selección musical muy buena. Pero teníamos otros planes, se llaman Arizona Baby y en directo son explosivos.

Vinieron a enseñarnos como suena su Secret Fires pero como nos tienen acostumbrados, hicieron una selección de grandes temas de su discografía para animar al personal. Javier Vielba y los suyos son unos maestros de ceremonias increíbles y aunque su formato es reducido, la intensidad y la voz hipnótica del Meister, hacen que sus conciertos nos trasladen a otra época., ¡Gran lección de maestría!

A las 1:40 nos enfrentábamos a un drama ya que el único grupo internacional del festival actuaba a la misma hora que los madrileños The Noises. Y aunque hubiera sido muy sencillo irnos con los noruegos Kakkmaddafakka, nos decantamos por los locales y no fallamos ya que fue un descubrimiento a tener en cuenta y que por mucha Antártida que haya entre medias, saben dar caña al personal con sus melodías y calentar el ambiente.

No quiere decir con esto que no nos asomáramos a ver a Kakkmaddafakka que nos resultaron bastante sosos en directo aunque hicieron los suficientes esfuerzos por agradar al personal. Nos los esperábamos más cañeros y el resultado final es que fueron bastante descafeinados. No hablamos de un mal concierto, pero sí muy ligero. Eso sí, el momento estelar fue cuando cantaron Bailando, de Paradisio, ¡Muy grandes!

Y llegamos a los últimos coletazos de una larga noche y lo queríamos cerrar quemando zapatilla: Varry Brava eran nuestra única opción y además, casi motivo para aguantar tantas horas de pie. Y menos mal que nos quedamos porque como siempre y eso que estuvieron comedidos, fue un bombazo.

A nivel musical no son unos virtuosos pero sus letras, a caballo entre lo hortera y lo cruel, nos hacen pasarlo genial. Hora y media bailando y viendo como Óscar se iba desintegrando entre tanta coreografía exagerada. Sin duda, fue un cierre digno de un sábado noche a ritmo de No gires, Oh Oui Oui o Calor aunque aún nos gustan más en sala.

Domingo 5 de abril

Anoche, siendo francos, el cartel no era muy de nuestro gusto. Aún teniendo la mente abierta, no puedo evitar tener ciertos clichés muy difíciles de modificar en términos musicales y por ello, tenía menos oferta para ver, aunque lo elegido fue bueno.

Abrimos la tarde con Mi Capitán, a los cuales los teníamos ganas tras analizar Drenad el Sena. Son músicos de primer orden y sin duda nos encontramos ante mucha maestría y mucho arte, y sobre todo una atmósfera canalla donde el rock reinaba la fiesta. Muy bien ejecutado y con ganas de ver cómo evoluciona este proyecto.

Tras habernos impregnado de cuerdas de guitarras, venía un concepto muy diferente: Corizonas. La mezcla entre Arizona Baby y Coronas es algo fuera lo común ya que ambas bandas tienen una personalidad muy definida y en conjunto sale algo descomunal. Sin duda fue uno de los conciertos más destacados de las cuatro veladas, destacando la calidad de sonido, la variedad de instrumentos y el ánimo positivo que generan entre los asistentes. Run to the river, Piangi con me, the Falcon Sleeps tonight y una buena lista nos hicieron vibrar al son de los dedos prodigiosos que tienen ambas formaciones. Parece que lanzarán otro disco en conjunto y desde luego, sería un acierto.

Y como todo lo que empieza, todo acaba y decidimos marcharnos con los vascos más bailables: We Are Standard. Se nota que los años no pasan en balde, están menos increpadores pero muy elegantes y acertados en sus comentarios y su calidad y sus ganas de invadirnos de sensaciones positivas siguen intactas, ¿Alguien se puede resistir a no bailar en 07:45 (Bring me back home) o Can I count on you?, por ejemplo? Son unos músicos increíbles y anoche demostraron que son mucho más que una banda del montón, ¡Son unos fuera de serie!

Y aquí cerramos nuestro periplo por el SanSan Festival, cuyas mejoras se han notado mucho y los asistentes han agradecido el esfuerzo realizado por la organización para que todo saliera según lo esperado. El sonido ha sido muy bueno y eso es algo fundamental y aunque queda mucho por aprender, ¡Ha sido una gran segunda edición! Eso sí, el frío no nos lo quitamos ni entre palmeras…

¡Hasta que año que viene SanSan Festival!

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