Amanecer en Aranda de Duero es sinónimo de fiesta garantizada. El movimiento que se gesta durante el día en esta agradecida ciudad es digno de admiración y de nostalgia, porque la vuelta a la realidad es extremadamente dura.
Nos dirigimos directamente a la Plaza del Trigo a ver a Full, grupo sevillano con buena proyección y un trabajo muy bien hecho por el momento. Supieron animar a los asistentes que siempre queremos más, ¡Escenario principal!
La Habitación Roja hizo una promesa la noche anterior y cumplió: Con motivo de sus 20 años decidieron hacer un paseo por aquellas canciones que han tenido un hueco especial en su vida y os lo decimos desde ya que este momento fue uno de los mejores del festival. Pocas bandas pueden realizar algo así y dejar tan buena huella.
Man on the moon de R.E.M, There is a light that never goes out de The Smiths, Love will tear apart de Joy Division o De Viaje de Los Planetas sonaron junto a Song 2 de Blur o la coreada Don’t Look Back in Anger de Oasis. Sencillamente fue espectacular, ¡Menudo broche de oro!
Pinchos arriba y vinos aparte, nos dejamos llevar por las diferentes plazas donde los DJ’s nos animaban a ritmo de las mejores canciones del momento. El Sonorama tiene algo mágico y estas cosas le hacen único.
Corrimos hacia el recinto para comenzar la tarde con Grupo de Expertos Solynieve, cuyos temas invitan al vaivén de las caderas acompañados de una cerveza con la caída del sol. Supieron resolver muy bien el conciertos, administrando bien las canciones y haciéndonos entrar en materia.
Las guitarras estaban bien afiladas en el escenario Origen y Destino donde saltarían los vallisoletanos Arizona Baby. Esta vez no estaban con sus hermanastros musicales Los Coronas y echamos de menos esas canciones conjuntas pero es increíble como Javier Vielba (El Meister) y su banda rellenan solos un escenario con dos guitarras y una batería, pero donde hay talento, sobra todo. Como siempre, salieron airosos y triunfantes de su propio directo, ¡Nos vemos en las salas!
Decidimos no movernos de la zona porque venía algo muy grande, inmenso: Tras la ola esteparia anterior, nos salíamos de los sabores sureños gracias a Calexico. Una gran banda multi instrumental, conectaron genial con el público y supieron racionar los temas antiguos con sus últimas creaciones y lo más importante para una servidora: Tocaron Black Heart, canción nada habitual en los set lists recientes. Un sueño cumplido.
Seguro que aunque alguno fuera un poco escéptico, vio un directo bonito, sentido y muy animado. Grandes músicos estos chicos de Calexico y una vez más, gran decisión la del Sonorama de traerlos.
Y de Texas a Philadelphia, del rock sureño y la cumbia y al pop más puro: Clap Your Hands Say Yeah visitaban el festival. Muy animados, pudimos oír su mejor canción casi al inicio del concierto y es que The Skin of the Yellow Country Teeth es ya un hit. Una pena que este tipo de grupos no pise más las salas españolas, nos quedamos con ganas de algo más personal.
Y tras este paseo por las bandas internacionales, era el turno de Supersubmarina. Los jienenses figuraban como cabezas de cartel y es que Sonorama apostó desde siempre por ellos.
Nos gustó el concierto y os diremos por qué: Porque aunque no sonó francamente bien, tampoco sonaron muchos otros conciertos.
Todo es mejorable y el sonido es vital en un concierto, pero no creo que se tenga que resumir su crónica en cómo sonó porque para mí hubo algo más valioso: Una muy buena actitud por parte de los miembros de la banda, intentando divertir, expresando lo que sentían. El repertorio fue acertado y además, volvió El Encuentro al set list lo cual, fue punto a favor. Es fácil criticar pero también hay que ser justos y estuvieron a la altura.
¿Y cómo se cierra una buena noche? Al ritmo de Joe Crepúsculo, ¿Se os ocurre algo más crápula que cerrar la noche con Mi Fábrica de Baile? Nada destacado musicalmente, pero lo mejor para poner fin a la ya entrada noche de viernes.
