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Sonorama Ribera (Sábado): Entre clásicos y nóveles

Todo comienzo tiene su fin y nos adentramos en la última jornada del festival arandino. Como siempre el punto de inicio de nuestro viaje comienza en la Plaza del Trigo, lugar que, como dice algún artista, debería declararse patrimonio de la humanidad dada la unión de energías positivas que ahí se concentran.

Nuestra cita fue con los madrileños Rufus T Firefly, que han entrado con mucha fuerza en la mente de los asiduos a este tipo de citas musicales. Algo mágico tendrán cuando la crítica se rinde a sus pies. Supieron estar muy a la altura para cerrar las tres mañanas, sin duda, estarán en el escenario principal en próximas ediciones.

Pero tras el último concierto, siempre hay una sorpresa: En este caso, de lo más amable. Leaozinho es un proyecto solidario con base en Brasil y liderado por el locutor Ángel Carmona y que en varias ocasiones, ha unido a muchos artistas que apoyan a ciegas la causa.

Así que a última hora se subieron nombres como Ángel Stanich a cantar Mi Realidad de Lori Meyers o Marc de Sidonie a interpretar Club de Fans de John Boy, ¡Menudo fin de fiesta!

Tras la vuelta al recinto del festival, nuestra primera opción fue Xoel López que se enfrentaba solo a la masa humana que formaba el público, donde sus canciones, tratadas con una infinita sensibilidad, nos abrían los poros de la piel a medio millón de nuevas sensaciones.

Hay que ser alguien valiente para plantar cara a la masa crítica y hacerlo así de bien. Entre Paramales y otros éxitos, Xoel se metió en el bolsillo al público exigente con una habilidad fascinante y es que es un músico de los pies a la cabeza. Me recordó tanto a la primera vez que le vi en directo, allá por 2005…

Tuvimos la oportunidad de ver un poco a Havoc, nos convencieron, ¡Les seguiremos la pista!

Nuestra apuesta era clara: Anna Calvi era la siguiente en pisar el escenario principal y allí estuvimos aguardando. Su concierto, muy similar a otros que hemos visto de la artista británica, encierra cierta aura de misterio dado el juego de voces e instrumentos, llevándonos al post rock en ocasiones, hipnotizándonos con su profunda voz.

Pero algo sí que no nos gustó mucho es que fue un concierto muy frío, más que un témpano de hielo. Los artistas internacionales son muy bienvenidos en este festival pero sí es cierto que es un festival por y para la música nacional (detalle que nos encanta) como otros muchos hacen. Han pasado gente increíble como Travis o Belle and Sebastian pero Anna Calvi no se dirigió apenas al público ni para presentar las canciones. No pedimos que nos taladren el oído a comentarios pero sí unos mínimos de cortesía. Quizás el idioma o alguna razón desconocía hizo que la actuación se desvalorizara. No obstante, es una gran artista y el concierto sonó muy bien.

Turno para Vetusta Morla, quizás el reclamo más potente del festival. De hecho, notamos que los asistentes se habían multiplicado por mil, transitar era complicado y cenar a la carta era una aventura. Pero sobrevivimos como campeones.

Los madrileños estuvieron totalmente entregados, si hacemos balance, hace 5 años no pasaba esto. No sólo se centraron en las canciones de La Deriva sino que se pasearon por su discografía, combinando eficientemente viejos éxitos y novedades. Pudo ser un gran concierto, pero el sonido no fue sobresaliente como otras veces. Eso sí, la calidad es excelente en todo momento y el título de la banda del momento se lo tienen bien ganado.

No bajamos el nivel de la intensidad y el siguiente concierto venía de la mano de Neuman. Como habitualmente estuvieron acertados y es que el cierre que nos brindan con Battle Starship nos parece siempre épico.

Morir de pena no es nada comparado con lo que sentimos al ver que el último concierto acecha: Sidonie se encargaba de cerrar el escenario principal tal y como hace unos años lo hicieron.

Hay que decirlo: Son unos tíos geniales, llenos de buen rollo, conversación animada y muy buen directo como nos tienen acostumbrados, sobre todo en esta gira. Siempre hay hueco para sus canciones anteriores aunque nos declaramos fans del sonido de Sierra y Canadá.

Se cae el telón, finaliza el Sonorama Ribera para nosotros. Otra gran edición, tres días inolvidables. Gracias por ser el festival de nuestros corazones.

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