En 2012, mientras todo se preparaba para el concierto de Radiohead en Toronto, parte del escenario se vino abajo acabando con la vida del técnico de batería que acompañaba a la banda, Scott Johnson, de solamente 33 años.
La muerte supuso un duro golpe para la banda, que de hecho le ha dedicado su último disco A Moon Shaped Pool, publicado el pasado año, y acabó en un juicio contra Live Nation y otros de los organizadores del concierto.
Sin embargo, cinco años después, el tema no termina de solucionarse, y es que el caso judicial ha sido retrasado de nuevo después de que se haya declarado un juicio fallido, así que la causa contra Live Nation y el resto de promotores ha de empezar prácticamente de cero. Y el porqué no puede ser más aleatorio, y es que el juez que se iba a encargar ha sido ascendido al Tribunal Supremo de su estado y, por tanto, ya no tiene jurisdicción sobre un caso como este. Y mientras, todo en suspenso y sin resolver, ya que de hecho el caso podría llegar a prescribir debido a los continuos atrasos.
Sinceramente, sin entrar a valorar los detalles que para eso ya estará el juicio, no nos parecería correcto que el caso quedase sin resolverse, de un modo u otro, por una cuestión burocrática.
Por parte de Live Nation, no ha habido reacción alguna en estos momentos, pero en 2013 lanzaron un comunicado en el que negaban cualquier responsabilidad.
Representatives for Live Nation and Radiohead didn’t immediately respond to Pitchfork’s requests for comment. Live Nation has denied any wrongdoing, saying in 2013, “Mantenemos absolutamente que Liva Nation y nuestros empleados hicieron todo posible para asegurar la seguridad de todo aquel que estaba en o cerca del escenario implicado en el trágico incidente que condujo a la muerte desafortunada del Sr. Scott Johnson«.
Esperemos que, antes o después, se haga justicia.
