InicioNoticias – ArchivoREFLEXIONES FIBERAS: FIB ROUND II (Viernes 15 Julio 2011)

REFLEXIONES FIBERAS: FIB ROUND II (Viernes 15 Julio 2011)

THE STROKES

Foto: Olga Font

Continuamos, lo prometido es deuda…

VIERNES 15

La segunda jornada del FIB 2011 se antojaba apetitosa. Muchos la esperaban más que ninguna. Quien escribe estas líneas también, pues se han hecho de rogar bastante los de Nueva York. Era el turno de The Strokes. Y aunque el último trabajo de la banda no nos ha convencido mucho, o incluso nada a algunos, somos muy fans de sus primeros discos. ¡Teníamos que verles!

Pero antes de que llegara tan preciado momento, no adelantemos acontecimientos, vimos a otras muchas bandas. Como los madrileños Nudozurdo. Lo de comenzar la tarde viendo a grupos nacionales se ha convertido, este año, en la tónica habitual de Crazyminds. A Nudozurdo teníamos muchas ganas de verles en directo. Y aunque un poco fríos con el público, pero el color de sus canciones lo explica todo, sus temas sonaron poderosos, algo oscuros, casi siniestros. Y nos encantan, ¡para qué nos vamos a engañar!. Aunque quizá por ello la atmósfera perfecta para su actuación hubiera sido al anochecer, sin la presencia del sol. Pero éste se quiso apuntar a la fiesta. A destacar, la original versión que hicieron de una de las canciones, que ya es un clásico, El hijo de Dios, que se recoge en Sintética, disco que publicaron en el 2008 y que les hizo cosechar tantos reconocimientos. No es para menos. La banda de Madrid se ha consolidado como uno de los grupos nacionales a tener en cuenta y su último disco, Tara Motor Hembra, es uno de los discos del año, sin duda.

Y aunque nos moríamos de ganas de ver qué tal suenan en directo The Paris Riots, quienes ya en su momento ganaron la edición de 2009 del concurso Road to Benicassim con su enérgico pop-rock, decidimos hacernos sitio para ver a Brandon Flowers todavía en el Escenario Maravillas (escenario principal que ha recuperado su nombre original que homenajea, a su vez, a la mítica Sala Maravillas de Madrid, núcleo duro del indie de los ‘90 en nuestro país) del que no nos movimos en toda la segunda jornada de festival prácticamente hasta el final. Nos apuntamos en la lista de imprescindibles a The Paris Riots pues. ¡En otra ocasión no se nos escapan! Pero es que teníamos curiosidad de ver si el ex-Killer había mejorado la puesta en escena de su Flamingo, pues en la actuación del 8 octubre de 2010 en la Razzmatazz de Barcelona nos dejó bastante fríos y con un amargo sabor en boca.

La verdad es que en el concierto del pasado viernes en Benicàssim la cosa funcionó mejor. Se nota que el disco ha hecho kilómetros y que Brandon Flowers se siente más cómodo. Pudimos verle más inspirado y demostró que tiene una gran voz. Pero en solitario no acaba de cuajar, o esa es nuestra sensación. Y no hace falta ser muy listo para darse cuenta que el de Las Vegas tuvo que recurrir a temas de su antigua banda para que el público se viniera arriba. Y es que las canciones de los primeros discos de The Killers envejecen muy bien y atrapan como ‘antaño’. El público se volvió loco cuando comenzaron a sonar los primeros acordes de Mr. Brightside. Se les echa de menos, y se nota por las reacciones del público. Muchos esperan su regreso. ¡Tiempo al tiempo!

Y de Brandon Flowers al dueto que ha servido para poner banda sonora al verano de 2011 gracias a un spot de televisión. Aunque antes de aparecer en él ya existían, y lo mejor de todo, ya eran buenos. Hablamos de los franceses Herman Düne. El dueto puso en escena los temas que componen su último disco Strange Moosic. Un disco divertido y que rebosa buen rollo. David Ivar, voz de los Düne, salió al escenario entre aplausos y vestido al más puro estilo Amish. Los franceses repasaron temas como Tell me something I don’t know o Ah Hears Strange Moosic, sin olvidar sus antiguas canciones ya convertidas en pequeños himnos. Un concierto espléndido en el que nos faltó ver a su Baby Yeti azul que les acompaña allí por donde van y que se ha hecho popular gracias a su aparición en uno de sus últimos videoclips.

Llegamos a tiempo de ver a Elbow. Teníamos ganas. Muchas ganas. Y por la afluencia de público congregado en el Escenario Maravillas, de nacionalidad inglesa en su mayoría (parece que han calado hondo en el Reino Unido), eran uno de los grupos más esperados. Y no fue para menos. Elegantes, dulces, de melodías exquisitas a golpe de violines, ¡nos dejaron con la boca abierta! También potentes y enérgicos con Grounds for divorce, por ejemplo, demuestran que esta banda es de las grandes, de las que tocan todos los palos sin pillarse los dedos. De piel de gallina fue el momento en el que la banda británica nos regaló el emotivo One day like this en la recta final de su concierto. ¡Piel de gallina señores! El público coreaba: ‘So throw those curtains wide!
One day like this a year’d see me right!’ cual himno, también. Y es que estas frases pueden resumir perfectamente la jornada del viernes en el FIB 2011. Un día como este, una vez al año, no nos iría nada mal. Maravilloso. Terriblemente bello. Vuelven en otoño, o eso se rumorea a priori. Y si no les habéis visto todavía, ¡tardáis!.

Y bueno, que llegamos así, casi con las lágrimas en los ojos, al momento esperado por muchos desde que se anunció su presencia en el festival. La emoción se notaba en el ambiente. Los fibers desprendían inquietud. Había muchísimas ganas de ver salir al escenario a Julian Casablancas, Albert Hammond Jr. y compañía. Y a pesar de que no nos gusta demasiado su último trabajo, algo hacía presagiar que sería un concierto de grandes temas. ¡Y vaya si lo fue…! ¡Y vaya si lo disfrutamos…! Desde el minuto uno, The Strokes comenzaron a disparar temas de sus primeros discos provocando la euforia colectiva. Primer disparo directo al corazón: New York City Cops. Y así, fueron desgranando HITAZOS hasta el final de un directo que para los Crazyminders se antojó algo corto. Aún así, set list de lujo: Last night, Someday, Reptilia, You only live once, Take it or leave it, Is this it, Hard to explain… y nos encantaron. Nos rendimos. Fue una sobredosis tan placentera que perdimos la noción del tiempo. A pesar de las opiniones diversas de muchos fibers, a los más exigentes les defraudaron, nosotros disfrutamos como nunca. Incluso lo hicimos con los temas de su último disco, como Under cover of darkness que sonó divertido y potente. Para Crazyminds, junto a Elbow, el concierto del día. Y a tener en cuenta los litros de sudor que desprendieron los fibers entre el público, que una vez terminado el concierto lucían caras de extenuación, totalmente empapados, podemos decir que uno de los directos que más se disfrutaron con diferencia de todo el festival fue éste, a las pruebas físicas nos remitimos. El único PERO fue que, a diferencia de otros cabezas de cartel, no ofrecieron bises. Pero se lo perdonamos todo a este quinteto. ¡FANS!

Y después de este espectáculo de rock, quien escribe ya había cubierto su cupo de felicidad extrema vivida en un directo. Pero faltaba mucha noche todavía. Y estábamos de ‘subidón’. Era el turno de los británicos Friendly Fires, que en vista de los atuendos que vestian, parecían procedentes de alguna isla perdida del trópico. Fans también de la camisa de flores de Ed Macfarlane, voz de Friendly Fires, y de sus ‘coreos’, por qué no decirlo. Música de baile poderosa con toques electrónicos y percusiones para ir despidiendo la jornada del viernes en la pista de baile.

Muchos tenían ganas de continuar bailando después de su actuación, hacerlo hasta el amanecer. Y propuestas no faltaban, este año más que nunca el FIB ha contado con la presencia de DJ’s de todo tipo, clase y estilos. Para muestra, la noche del viernes pudimos ver a varios. Comenzando por el ya mítico James Murphy, ex-LCD Soundsystem. Comprobamos que sigue siendo un señor elegante en sus sesiones. Durante dos horas bailamos sin descanso, con gente entusiasmada gastando las suelas de sus zapatillas con fervor. Verlo fue un placer y bailarle, todo un honor.

Una escisión, la más popera de los Crazyminders, dejamos a una parte de la expedición gastando suela para ver al mítico Disco Grande: Julio Ruiz, que cuando se transforma en DJ Rojiblanco, camiseta del Atlético incorporada, nos regala sesiones de lo más interesantes. Y esta vez le acompañaba su hijo ‘a los platos’. Padre e hijo nos concedieron una gran sesión de música que disfrutamos bailando hasta que salió el sol y en la que sonaron ‘temazos’ que iban desde Nirvana, pasando por Blur a Los Planetas. La mejor manera de cerrar la noche o de comenzar un nuevo día, según se mire…

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