Hacía tiempo que no teníamos noticias de Liam Gallagher: sabíamos que estaba trabajando en lo nuevo de Beady Eye, pero individualmente no nos contaba nada. Hasta ahora.
En estas fechas tan señaladas se ve que a nuestro amigo Liam el espíritu navideño le embarga y le llena de amor por el prójimo, algo bastante natural en él. Pero como él es más de psicología inversa y no quiere que pensemos que es un oso amoroso, hace las declaraciones que hace, para que nos creamos que insulta, pero no, está repartiendo amor.
Hace poco le tocaba al bonachón de Mumford, quien con suma alegría recibía una particular felicitación navideña de su querido amigo Liam. Y ahora tiramos para casa y le damos el regalo de reyes al hermanito, Noel, que se arriesgó a ir de solista por la vida y la jugada le ha ido bien. Por eso y porque es de recibo alegrarse por el éxito ajeno sobre todo si sale de casa, el pequeño Liam ha comentado con júbilo: “¿Que si me alegré por él? ¿Por qué? ¿Por cargarse mi banda? No me alegro, qué va. Yo deseo que él sea feliz, pero no parece contento. Al fin y al cabo fue él quien inició los rumores de la reagrupación de Oasis hasta donde yo sé. Que le jodan. La idea de volver a subirme al escenario con ese jodido idiota y salir por ahí con los snobs de sus amigos, esa panda de drogadictos pretenciosos de Sloane Street, a mi no me interesa tío. Somos Beady Eye hasta el final, tengo un nuevo disco, asi que, que le den”.
Creo recordar que el primero que iba llorando por las esquinas tras el abandono de Noel fue Liam, pero lo mismo me equivoco. Personalmente aconsejaría a Liam unos buenos ejercicios para la memoria, mi abuelita tiene unos que le irían de perlas. Contacta con nosotros y hablamos chato.
