InicioNoticias – ArchivoPrimavera Sound (Jueves): Grandes conciertos y el timo de la tarjeta

Primavera Sound (Jueves): Grandes conciertos y el timo de la tarjeta

INTERPOL

Ayer estrenamos el Primavera Sound 2011 en el Fórum. Desde luego, a lo largo de la noche, volvió a quedar claro por qué el festival barcelonés es uno de los mejores del panorama europeo. Magnífico emplazamiento junto al mar, comodidad en los transportes, numerosos escenarios, gran clima y extraordinarias bandas.

Pero, sin embargo, en esta ocasión no podemos evitar comenzar esta crónica con un gran pero organizativo que todos los presentes tuvimos que sufrir ayer. Tras semanas y varios e-mails informando a todos los asistentes del nuevo sistema para comprar bebidas, a través de una tarjeta con chip en la que previamente hay que cargar el saldo que vayas a consumir, resulta que el sistema no funcionó. Pero no un rato, sino en toda la noche. Con lo cual, un festival patrocinado por una marca de cerveza en el que no puedes tomarte una cerveza. Ni un agua, ni absolutamente nada. Finalmente, se resolvió aceptando dinero en metálico pero, ¿y el dinero que todos habíamos metido en nuestras tarjetas? Por ahora, inútilmente desaparecido, ya veremos hoy.

Una vez dicho esto, vayamos a lo que realmente importa, la música. Desafortunadamente, no llegamos a tiempo para ver a Triángulo de Amor Bizarro en el escenario San Miguel, así que nos dirigimos al ATP para ver a Cults. El dúo recientemente fichado por la nueva discográfica de Lily Allen nos presentó los prometedores temas pop del que será su disco de debut (sale a la venta este lunes) y logró que empezásemos la jornada del jueves con buen pie. No se pierdan a este dúo neoyorquino, realmente recomendables.

De ahí nos fuimos al concierto/performance/fiestón que montaron Of Montreal en el escenario. Disfraces de lucha libre, árbitros a la americana, globos, confetti, boas de plumas, la banda liderada por Kevin Barnes hizo que todo el mundo bailase mientras comenzaba a caer el sol en el Parc del Fórum. Y una performance de esas características nos preparaba para lo que luego traerían los Flaming Lips en ese mismo escenario.

Era difícil elegir en cada momento qué banda ver o qué escenario visitar, y en este momentos nos decidimos por ir a ver a Bearsuit en el escenario Adidas Originals, pequeño pero al mismo tiempo precioso al estar situado junto al mar. Los ingleses, que repetirán visita a nuestro país en el Contempopránea este verano, presentaron temas de su último trabajo The Phantom Forest y consiguieron hacer bailar al numeroso público presente. Muy bien los de Norwich.

La siguiente parada fue en el Escenario Llevant con los míticos PIL, liderados por el no menos mítico John Lydon. Y señores, en este momento pudimos beber la primera cerveza de la noche (por fin), aunque claro, sin poder usar la tarjeta. Lydon se esforzó por agradar al público pero, al verle y escucharle, no pude evitar pensar que a veces, y con algunas bandas, todo tiempo pasado fue probablemente mejor.

Grinderman comenzaron su concierto enérgicos, potentes, con un Nick Cave demostrando que aún se puede ser relevante y tener una presencia magnética sobre un escenario una vez cumplidos los 50. Extraordinariamente acompañado como siempre por el no menos carismático Warren Ellis, los australianos dieron un concierto rotundo, dejando a todos satisfechos, especialmente los fans de las primeras filas con los que Cave interactuó continuamente.

Y llegó el turno de los neoyorquinos Interpol. Con un set lleno de hits, hicieron una actuación mucho mejor que la que tuve la oportunidad de presenciar en Madrid hace unos meses. Paul Banks & co siguen siendo una referencia en el panorama indie y así se pudo comprobar con la gran cantidad de público allí congregado, y eso que competía nada menos que con Caribou (nos han contado que estuvo muy bien también). Sonaron sus mejores temas de forma impecable y el concierto fue un bombardeo continuo lleno de intensidad. Muy grandes.

Cuando terminaron los neoyorquinos, comenzó el espectáculo de Flaming Lips, con Wayne Coyne y su pelota gigante caminando sobre el público como ya es tradición. Viendo su concierto y todo lo que le rodea, y dejando de lado ciertos fallos musicales, uno se pregunta qué es lo que se toma esta banda. Imprescindibles. Una banda que parece hecha a medida para tocar en festivales.

En definitiva, un buen comienzo para el Primavera Sound. Sólo falta que solucionen los problemas de organización. Pero eso ya es otra historia…

Salir de la versión móvil