Editorial Discos Crudos
Género: Crónica
Ejercicio obligatorio para los lectores: pensar en la palabra punk. Definición. No es necesario que hagamos una redacción pormenorizada de este concepto, simplemente veamos lo que nos vienen a la mente. Johny Rotten, los Sex Pistols, los Clash, Inglaterra en los años 70 en plena crisis laboral y con rabieta antes contenida, ahora expresada a través de la música más salvaje que nunca se pudiera imaginar. ¿Cierto? Bien, pues parece que la mayoría de los que pensaríamos en el punk a través de estos tópicos, básicamente gente que no lo hemos vivido porque éramos unos niños cuando tuvo lugar, estamos ligeramente equivocados. ¿Por qué? Porque todo esto se inició en Estados Unidos un poco antes. Es cierto que luego se paseó por el Reino Unido y que los Sex Pistols hicieron del punk su estandarte más ampliamente publicitado, pero antes estuvieron las actitudes salvajes de Lou Reed junto con la Velvet Underground, Iggy Pop y sus Stogees, Nico o Patti Smith. Pero algunos que no llegaron a nuestros lares a través del tiempo con tanta fama, en ocasiones desmesurada, como los New York Dolls, Mc5, Television y unos cuantos más fueron decisivos en el desarrollo de esta loca tendencia. Muchos de nosotros conocíamos toda esta retahíla de gente que surgió del local CBGB’s, entre los que se encuentran los Ramones o Blondie, pero no todos lo asociábamos tan directamente al punk en sí.
Por favor, mátame, la historia oral del punk, relata cronológicamente y a través de los testimonios de todo el mundo que vivió este fenómeno de cerca, cómo surgió este movimiento y los hechos más significativos que hicieron que el panorama musical de la época diera un giro de 180 grados cuyas consecuencias se vivieron a través de los decenios posteriores. Muy interesante el tema oral, ya que se trata de entrevistas bastante informales con los protagonistas de estas historias, muchas de ellas hilvanadas alrededor de algún acontecimiento conocido, trabajo bastante laborioso por parte de los autores, los periodistas Legs McNeil y Gillian McCain, también implicados en la propia historia, con resultados realistas, a veces dispares, consecuencia inevitable de tener varios puntos simultáneos de vista, pero siempre tan cercanos a lo que ocurrió que los hace valiosos y considerables.
Aparte de su cercanía, característica de lo más apreciable, es necesario destacar la censura inexistente que ha habido a la hora de publicarlo. Las aventuras de los personajes que poblaron este universo, algunos de los cuáles ya no están entre nosotros, otros sí, son narradas por ellos mismos sin que se vean suavizadas por una intención de entrevista para vender disco o promocionarse; drogas, relaciones desequilibradas, violentos enfrentamientos y reacciones de lo más punk (en eso estamos) relatadas sin ninguna intención de ser políticamente correcto: esto es lo que había y punto. Y vaya con lo que había, muy difícil permanecer impasible ante la caterva de sucesos que van ocurriendo y cómo los cuentan los involucrados o quienes estuvieron cerca en esos momentos. Tal vez algo no del todo atractivo en el libro es su larga extensión y que algunas de las voces no son de gente conocida, lo cual no es un defecto, pero sí un poco lioso para el lector. Difícil recordar lo que dijo tal mánager o aquella groupie (sí, aparecen varias) hace unas páginas ahora que vuelve para hablar de otro con el que también tuvo una relación. En cualquier caso, resulta hipnotizante el modo en el que los personajes implicados van apareciendo y despareciendo con sus correspondientes transformaciones, cambios de estilo o de opinión, incluso algún retrato inesperado de algún artista que se corresponde muy poco al modo al que se le ha vendido a través de los años. ¿Qué artista? Dejémoslo en misterio; a ver cuál es la opinión del resto de lectores, a ver qué nos sorprende a quién, ya que parece que lo que más ha trascendido de la cultura punk sólo ha sido una visión distorsionada de lo que fue en realidad. No hay más que ver la procedencia y significado de la palabra.
En el diccionario: “vándalo, gamberro”.
En la etimología musical: todo empezó en los años 60 en USA porque “Punk” fue el nombre que dieron a…mejor lo leéis en el libro, es mucho más interesante cómo lo cuentan ellos, los que estuvieron ahí, los que lo vivieron en primera persona casi sin ser conscientes de dónde estaban, de lo que les esperaba (destinos de lo más variado) y de lo que eso significó en el futuro.
PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 8.5/10