La Sala Bataclan de París volvió a abrir ayer sus puertas, un año después de la tragedia que tuvo lugar en su interior en la que murieron 89 personas a manos de terroristas. 89 inocentes que estaban disfrutando de un concierto de Eagles of Death Metal que acabó en fatalidad. Fue Sting el encargado de volver a llenar de música la sala, rememorando al inicio de la actuación a las víctimas con un minuto de silencio. Y se extendió el rumor de que ayer se le denegó a Jesse Hughes, cantante de Eagles of Death Metal, la entrada a la sala.
En marzo de este año, Hughes dijo en una entrevista que parte de los guardias de seguridad del Bataclan que deberían haber estado en la sala la noche del 13 de noviembre de 2015 no aparecieron, y dejaba caer una indirecta del porqué de su ausencia.
«Cuando llegué a la sala y entré, pasé delante de un tío que se suponía que era el guardia de seguridad del backstage. Ni siquiera me miró. Inmediatamente me dirigí al organizador y pregunté: ¿Quién es ese tío? Quiero poner a otro tipo ahí. Él me respondió: Bueno, aún no han llegado el resto de los guardias. Y finalmente descubrí que unos 6 agentes no llegaron a aparecer… Por respeto a la policía que aún está investigando, no voy a hacer una declaración definitiva, pero diré que parece que [los guardias] tenían una razón para no presentarse.»
Hughes se disculpó más adelante por sus comentarios, pero volvió a opinar de forma parecida en otra entrevista, a lo que la industria musical francesa respondió quitando a Eagles of Death Metal de los festivales que tenían concertados para ese verano en el país galo.
El co-director de la sala Bataclan, Jules Frutos, declaró respecto al incidente de anoche: «Ellos vinieron, los eché fuera – son cosas que no puedes olvidar. Hughes hace estas increíblemente falsas declaraciones cada dos meses. Es una locura, acusar a nuestra seguridad de ser cómplices con los terroristas… Suficiente. Basta. Esto tiene que acabar.»
Sin embargo, Marc Pollack, el representante de Eagles of Death Metal, ha negado que ayer Hughes intentara entrar en el Bataclan. La declaración dice así: «Hoy no se trata de Jesse Hughes ni de Eagles of Death Metals. De hecho, Jesse está en París para compartir con sus amigos, familiares y fans el recuerdo de la tragedia acaecida hace un año.»
«Esto es sobre recordar la trágica pérdida de vidas que sucedió delante de sus ojos, durante su concierto, y el cobarde de Jules Frutos siente la necesidad de suavizar la apertura de su club mediante la difusión de falsos cuentos a la prensa, estropeando una maravillosa oportunidad que podría haber sido utilizada para difundir paz y amor; no para difundir aún más malas palabras de odio. Jesse ni siquiera intentó entrar anoche en la sala para el concierto de Sting.»
Fea e innecesaria polémica en el aniversario de tan trágica fecha. Esperemos que no siga enrareciéndose el ambiente pues este tipo de polémicas absurdas sobran.