Primavera Sound 2013, una de la tarde. Barcelona está radiante. Abrimos twitter tras alternar un rato y nos encontramos escrito en los 140 caracteres que da de margen la red social “Band of Horses cancela su concierto de esta noche debido a un temporal”.
La perplejidad se hizo rostro. Yo, por suerte, los vi en un festival gratuito en Nueva York el verano anterior, pero el resto de mis acompañantes y unos cuantos miles de usuarios de las redes sociales se mostraron muy ofendidos ya que su leitmotiv era la banda estadounidense. A mí me apetecía verlos y fueron un motivo para ir al festival, no al completo porque estaría mintiendo pero me parecía que daba encanto al cartel de este año. La gente quería que le devolvieran el dinero, pero la organización entrega en sus condiciones generales que para que ocurra eso, tienen que cancelar el 50% de los grupos del cartel. Y sólo había cancelado Rodríguez y Fionna Apple.
Nosotros empezamos a mirar dónde habían tocado la noche anterior, si había otro aeropuerto alternativo y por qué no buscaban alguna forma de llegar hasta España.
Aún recuerdo cuando me compraba una entrada de Oasis y me pasa meses rezando para que los Gallagher no discutieran mucho y no cancelaran. Es un temor que me ocurre con más bandas, sobre todo, las polémicas.
Passion Pit, banda indie proveniente de Massachusetts, se ha mojado respecto al tema de las cancelaciones de bandas, sobre todo porque ellos han cancelado algún concierto en los últimos tiempos.
Por un lado, clasifica los tipos de cancelaciones. Todos tenemos claro que los artistas no son seres inmortales e inmunes, se ponen malos, se caen de los cocoteros, se drogan en abundancia o simplemente, no pueden actuar. Por otro lado, los festivales también cancelan (una de las polémicas más recientes en nuestro país se dio en el festival Europa Sur, dónde la organización decidió cancelar a dos bandas por falta de presupuesto).
Otras veces es ajeno a todos: Nunca llueve a gusto de todos y a veces, llueve demasiado. Que nos lo digan a los que fuimos al BBK Live este año viendo a The Vaccines. Desde luego, las organizaciones no están para que haya una desgracia como hubo en el Pukkelpop hace unos años.
Desde luego, abren su corazón respecto a un tema que está claro que a nadie le gusta. Dudo mucho que a una banda le encante cancelar una gira, dudo mucho que a los promotores les guste perder dinero y por supuesto, los consumidores de música en directo, principales víctimas de este tipo de sucesos, nos enfada sustancialmente.
Passion Pit muestra el lado más humano en sus palabras. Me quedo con dos frases que se pueden leer en el comunicado que han colgado en su web oficial:
“So, we learned our lesson: damned if you do, damned if you don’t.”
“We’re trying our hardest and we are so sorry for the inconvenience. There’s only so much we can do.”
Si os interesa leer el artículo, completo, aquí os lo dejamos para que reflexionéis sobre un tema que tarde o temprano, se le pueden poner nombres.
http://passionpitmusic.com/post/63486491647/why-bands-cancel-shows-and-why-it-sucks-for-everyone