Novela
Micah P. Hinson
Editorial Alpha Decay (2010)
Se me hace complejo explicar lo siguiente. Sobre todo se me torna difícil porque admiro muchísimo al autor de este libro. Autor o ARTISTA, así en mayúsculas. Da respeto enfrentarse a la lectura de un libro de quien ya admiras profundamente como autor de grandes canciones. Como músico.
Así que a pesar de los comentarios desfavorables leídos y escuchados sobre esta nouvelette como el mismo Micah P. Hinson define a su obra, quise leerlo. Comprobar motu propio qué tal se desenvolvía el de Memphis como escritor. Me daba vértigo ciertamente, por si me atrapaba la decepción. Alguien ya me había puesto sobre aviso y me había recomendado que no me creara altas expectativas al respecto. Pero como para gustos colores, me embarqué en la lectura de No voy a salir de aquí.
Tras haber leído una gran novela como la de Mr. E Cosas que los nietos deberían saber, que me encantó, pensé e imaginé que, con Micah P. Hinson me iba a pasar algo similar. Madera, talento y material vital había de sobra, para escribir algo jugoso e interesante. Sólo hacía falta combinar los elementos e ingredientes de forma magistral. Y era posible crear una joya, pues precedentes de diamantes en bruto, o diamantes que relucen, los había ya en forma de canciones, las que componen los numerosos discos de Micah.P.
Así, y después de acudir a la actuación que Micah P. ofreció junto a Tachenko el pasado 8 de septiembre en la sala Apolo de Barcelona, versioneando el clásico, atemporal e imprescindible Trompe le Monde de Pixies, que dejó a más de uno con la piel de gallina y alucinado por el carisma que Hinson se gasta sobre el escenario. Seducida todavía por su voz y con su actuación aún en la memoria y en mi retina, mis tímpanos, me hice con el escuálido librito de portada fantástica, su: No voy a salir de aquí. Porque, hay que hacer mención especial a las portadas de esta colección de Alpha Decay titulada Héroes Modernos, ya que no tienen desperdicio ninguno. Esta serie de ficción y ensayo, según ellos mismos la definen, con ánimo corrosivo y vocación punk merece ser investigada a fondo y atrapan ya desde sus portadas de cuidado diseño.
Y precisamente algo de punk si encontramos en No voy a salir de aquí. Algo, o mucho, depende del listón de cada uno. Por cómo está narrado, por el discurso desacomplejado y algo cínico. Por ese lenguaje usado, propio de alguien que está de vuelta de todo, jerga algo ruda, soez incluso, de sus protagonistas. Pero es que todo tiene su explicación y el lenguaje que encontraréis en esta novela corta del americano va acorde a lo que nos explica la historia que esconden sus páginas. Que no es más que una historia de amor algo extraña. Una historia nada bonita, por otro lado. Algo desagradable, en algunos episodios. Y es que el amor no siempre es bello, ni fácil, ni romántico. Es cruel y burdo, muchas veces. Doloroso y amargo. Enfermizo. Y ésta, es una de esas veces. No voy a salir de aquí no es un libro luminoso, no encontrareis luz, ni un ápice, sino todo lo contrario. Es un libro de alguien que está resentido con el mundo, con la cruel realidad de la vida y el engaño que es el amor. Un libro de alguien perdido, sumido en la oscuridad, para los que están igual que él. Y nada esperanzador. Con mensaje negativo, corrompido. El mensaje, de alguien que ha sufrido y ha perdido la ilusión. Fijaos simplemente en la dedicatoria que abre la novela.
Novela, que deja un regusto amargo y el estomago encogido, una vez pasas la última página y llegas al final de esta historia de dos seres frágiles que viven una historia de amor agónica. Un amor decepcionante, el que nace entre Apple y Paul y contada por este último, en primera persona. Usando, para ello, ese lenguaje grosero del que hablábamos, salido de las entrañas. Aquí tenéis una pequeña muestra:
‘Me sentía enfermar. Inquieto. Como si un lastre me agarrara del fondo de las tripas y tirara de ellas con la fuerza de un Júpiter. Tuve un amago de vómito. Me incliné hacia delante. Más nauseas’.
Por todo ello, esta nouvelette, la primera de Micah P., se convierte en algo desapacible y áspero. Rasga, como la voz de su autor.
La historia que nos narra P. Hinson es la historia de dos personajes, a cual más singular, que quizá por ello se unen y se embarcan en una historia de amor cansado, agrio y turbulento. Un amor patético, decadente, autodestructivo, vacío, loco. Tan loco, que lleva a el lector, si es que está algo más cuerdo que los personajes, a no entender palabra y entrar en una embriaguez narrativa que provoca cierto sopor en algunos fragmentos de la novela. Sobre todo hacia el final, cuando la borrachera de escenas nos hace perder el control. Es quizá por ello, que me explico ahora lo que muchos ya me habían anunciado antes de embarcarme en su lectura. Entiendo que no les haya llegado a atrapar la historia, e incluso que muchos ni la llegasen a terminar. No apetece en muchos momentos. Es demasiado desapacible.
En definitiva, No voy a salir de aquí es una historia triste, lóbrega y decadente de un amor enfermo que os dejará algo conmocionados si lográis llegar al final. Lo que me lleva a afirmar que sí, que he quedado algo decepcionada tras su lectura. Es lo que pasa cuando admiras tanto a alguien como a Micah P. Hinson, que continúa siendo un genio en eso de crear canciones que emocionan y conmueven profundamente. No lo ha conseguido, al menos no con quien escribe estas líneas, por el momento con su nouvelette. Le daremos otra oportunidad. De momento y para quitarnos el mal saborde boca, haced sonar su música.
PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 4/10
