«¿Cuál es el papel del artista en el mundo actual?» No es una de esas pregunta retóricas que encabezan reseñas pretendidamente sesudas, sino la que plantea Paul Smith en la obertura de The National Health.
¿Es The National Health un disco «político»? Sí y no, tal como explica el cantante y líder de los de Newcastle en la entrevista que le hicimos en Crazyminds: no, desde luego, a la manera de los ochentas, pero la política en el arte y en la vida no es, ni mucho menos, defender un posicionamiento ideológico. Ya los vivimos hace más de veinte años y lo que heredamos fue cinismo, desencanto y desconfianza a todo lo que suene a compromiso.
Dice Paul Smith: «Las canciones de The National Health plantean preguntas, tratan de describir el mundo (obviamente, desde mi punto de vista)». La política del día a día, la que impregna gran parte de los aspectos de nuestra vida y de la que no podemos huir porque es consustancial a nuestro sociedad: cómo elegimos vivir en ella ya es una elección política. Ese es el enfoque desde el que Maxïmo Park plantean su visión: las decisiones de los grandes poderes se encuentran en el trasfondo; todos las conocemos, no sirve para nada señalar con el dedo lo obvio. Sin embargo, cantar sobre la solidaridad, sobre el perdón y la redención, sobre la rabia contra la injusticia y el esfuerzo por salir adelante… No hay respuestas, claro que no, pero eso es signo de sabiduría. El maniqueísmo es uno de los grandes enemigos de las letras, que pervierte el arte y lo convierte en mero planfeto, y si algo demuestra Paul Smith en The National Health es que sabe orientarse en ese terreno tan nebuloso que transita entre el arte y la charlatanería.
Tras la declaración de sinceridad (que no de intenciones) que es When I Was Wild, Maxïmo Park nos dan una alegría al demostrar que son capaces de recuperar el tono tenso y anguloso de su debut, A Certain Trigger, algo que se echó mucho de menos en los discos posteriores. La apertura no podría ser más provechosa: de The National Health (la letra más explícita en cuanto a la situación politicoeconómica actual; el título ya lo dice todo) a Reluctant Love, cada canción es un single en potencia. De hecho, ahí tenemos Hips and Lips y Write This Down. Y lo que te rondaré, morena.
Aun en los momentos más íntimos (como ese Reluctant Love), ecos de la mirada de cronista planean por las estrofas. Cierto desapego en las baladas, preñadas de descripciones que simbolizan más el estado de ánimo que la simbología típica y tópica del pop actual (in the only picture of you I’ve got you’re staring at the floor). Mientras que la poesía hace acto de presencia para transmutar el mensaje político en una suerte de metáfora suministrada en pequeñas píldoras de impresiones, en ocasiones con un punto naíf (The Undercurrents) e incluso trillado (Wolf Among Men), de acuerdo, pero la artesanía sonora juega a su favor para darle esa frescura y sinceridad que otros, aunque se pasen toda la vida componiendo canciones mucho más pegadizas, conseguirán (¿alguien ha dicho Keane?).
Pero si hubiera que destacar una canción, sólo una, esa sería This Is What Becomes of the Brokenhearted: balada agridulce sobre el material de derribo que somos después de una ruptura. La magia del arte, que de una estructura tan clásica hace una canción hermosa, intangible y permanente. Esos acordes de piano del estribillo, aviso, son de los que se pegan cual lapa a la memoria.
The National Health, en resumen, destaca en el terreno del post britpop (si acaso existe; es sólo una señal para situar sus coordenadas entre artistas de un espectro similar) por retomar el incorformismo que fue su señera allá por el 2005, inconformismo que también emerge, aun a pesar (o quizás gracias también a) de contar con una producción más cuidada; no por ello le han puesto bozal a su sonido eléctrico, cosa que es de agradecer. También, y no menos importante, por atreverse por una senda que no es exclusiva de Billy Brag ni de dinosaurios tipo U2 que hacen de los eslóganes mero autobombo, parodia de sí mismos. No es tampoco un disco redondo, pero sí muy satisfactorio.
PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 7,5/10