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Las películas que nos quedamos sin ver

A menudo sucede que importantes películas que esperamos con ansia nunca llegan a nuestras fronteras. El problema, principalmente, suele ser el escaso margen de riesgo de la mayoría de distribuidoras, que adquieren los derechos de las producciones de las grandes majors, dejando aquellas películas independientes, arriesgadas o sin estrellas a distribuidoras de menor peso que en el mejor de los casos acabarán editando dichas obras en formato doméstico.

Casos hay miles, pero he recopilado unos cuantos que a mi parecer son bastante llamativos e incluso hay directores cuyas obras siguen siendo en su mayoría inéditas en España, tal es el caso de Guy Maddin (del que el festival de Toronto declaró el mejor cineasta de la pasada década), Brillante Mendoza o Hong Sang-soo.

Aquí va una pequeña muestra de películas independientes de última hornada que, probablemente jamás serán distribuidas en España; Fido (Andrew Currie, 2006), una irónica comedia sobre zombies protagonizada por Carrie Ann Moss (The Matrix, Memento) que recibió grandes aplausos en todos los festivales por los que pasó y doy fe que merece un estreno en condiciones en salas, sobre todo echando un ojo a la cartelera veraniega.

Otra de las festivaleras es Enter the void de 2009, quizás la película más arriesgada de los últimos años, del inclasificable Gaspar Noè (Irreversible), que esta vez lleva al espectador mucho más lejos en su intento de buscar una nueva forma de narrar, lo que le habrá jugado una mala pasada a la hora de encontrar distribuidor ya que, con suerte, la disfrutaremos algún día en formato doméstico, y eso a pesar de haber ganado premios en Cannes y Sitges.

Si entramos en el terreno de «Películas asiáticas» la cosa también se pone fea, ya que apenas nos llega en torno al 5% y en ocasiones sólo nos llega el género de acción, que poco representa la mayoría de estas cinematografías, es por ello que nos hemos quedado sin ver Forever enthralled (2008) o Sacrifice (2010), las últimas producciones de Chen Kaige, autor de clásico contemporáneos como Adiós a mi concubina o El emperador y el asesino, que parece ser ha pasado de moda para las distribuidoras occidentales y no interesa. Y es que ya ni tener un nombre en la industria sirve para garantizar la distribución internacional, así, Park chan-wook, el aclamado director de Oldboy, sigue sin estrenar en nuestro país Thirst, su película de vampiros que ganó el premio del jurado en Cannes 2009 y que supone su obra más madura, parece que finalmente llegará en dvd y blue-ray dentro de unos meses, con suerte. Otro ejemplo serían las películas de Jia Zhangke, que cobró notoriedad al ganar en 2006 el león de oro en Venecia pero cuyas últimas cintas, 24 City o I wish I knew no han sido adquiridas por ninguna distribuidora de momento.

Este tipo de casos, en los que las películas se llegan a estrenar con años de retrasos, son bastante incomprensibles, hace poco estrenaban Cuando un hombre vuelve a casa del danés Thomas Vinterberg, que se rodada en 2006. Otro tema son las razones que dan las distribuidoras para justificarse, algunas incomprensibles; recuerdo haber enviado varios correos electrónicos a la distribuidora que poseía los derechos de explotación en España de My blueberry nights (Wong kar wai, 2007) preguntando cuándo tenían pensado estrenarla, ya que había pasado más de un año desde su estreno «mundial». Su respuesta fue algo parecido a esto; «queremos encontrar la mejor forma de vender el producto ya que se trata de una obra personal que se lo merece». Cuanto menos extraño, teniendo en cuenta que cuanto más tiempo pase más va a perder en actualidad, por tanto,menos interés va a generar y por otro lado teniendo en cuenta que el reparto lo componen Jude Law, Natalie Portman, Rachel Weisz y Norah Jones entre otros; la película podría haberse vendido por si misma sólo por su reparto. Finalmente se estrenó en salas a principios de 2009, cuando la mayoría del público interesado ya la había comprado por importación o visto por Internet.

Pero si hay un género que sufre con la distribución ese es sin duda el cine de terror; son innumerables las películas que nunca llegan a nuestro país pese a la fama internacional, según los rumores, todo viene del escándalo en 2009 del estreno de Saw 6 que obtuvo una calificación de X por lo que no pudo estrenarse hasta un año después y con cortes, así, ahora las distribuidoras le han cogido miedo al género de terror, aquí algunos ejemplos; Eden Lake (James Watkins, 2008), que aunque a mi no me convenciese, tiene una gran cantidad de admiradores, cuenta la historia de un matrimonio que es acosado por una pandilla de adolescentes en los alrededores de un lago. Quizás el hecho de ser demasiado sangrienta la haya perjudicado. Otra es House of the devil (Ti West, 2009), con reminiscencias de La semilla del diablo y La matanza de Texas, esta curiosa mezcla tiene como mayor baza la atmósfera de tensión que crea, heredera de los mitos cinematográficos de los 70, no en vano, todo el film está realizado con esa textura, incluso los créditos.

Como ejemplo patrio cabe destacar Manolete, la superproducción de Menno Meyjes, rodada en 2007 y protagonizada por Penélope Cruz y Adrien Brody fue literalmente «secuestrada» por el juzgado de primera instancia número 63 de Madrid debido a presunto fraude de uno de los productores. Así, la película no podía salir de nuestro país hasta el juicio. Finalmente se coló una copia del montaje internacional (supuestamente un premontaje) en Internet y doblada al italiano, con escenas que difieren de la edición doblada al castellano en las que aparecen menos escenas «de alcoba» y se obvia la drogadicción del protagonista.

En cualquier caso, ejemplos habría miles. Estos son los ejemplos más llamativos a mi parecer también por ser conocidos de sobra en el mercado internacional. La regla parece clara; cuanto más desconocido, menos posibilidades de llegar a verlo. Sin embargo, ni aun con fama se tiene asegurada la distribución.



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