Bradford Cox, líder de Deerhunter, tiene fama de ser un auténtico torbellino sobre el escenario. Algunos ya lo pudimos comprobar el pasado año a su paso por Madrid, sin embargo, nada comparado a lo ocurrido en el último concierto que el artista dio en Minneapolis.
El directo, que se enmarca dentro de la gira de presentación de su último disco en solitario, comenzó con varias canciones de Parallax. La sorpresa llegó al final de la velada cuando Bradford interpretó una versión del clásico My Sharona de… ¡1 hora!
Según palabras del propio artista su concierto intentaba representar «la muerte de la música folk y el nacimiento dle punk». Casi nada. Una perfomance con todas las letras que contó con la inestimable ayuda del público, a quien Bradford invitó a quitarse la ropa, levantar sus asientos y subirse al escenario. Por suerte alguien de los presentes grabó la «travesura» del artista: