InicioNoticias – ArchivoLa insoportable levedad del ser, de Milán Kundera

La insoportable levedad del ser, de Milán Kundera

LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL SER

 

Novela

Editorial Tusquets

Barcelona, 1985

¿Qué decir de una novela de 1984? ¿Cómo abordar una narrativa que ya casi todo el mundo ha abrazado en algún momento de su vida? Pues podría comenzar por hablar de – en lo que casi nadie nos fijamos- : Fernando de Valenzuela hace un fabuloso trabajo de traducción, uno de esos tan buenos que me gusta llamar con propiedad interpretación. Lástima que la editorial no hiciese tan buen trabajo de maquetación (numerosas coincidencias en principios y finales de renglón y espacios interpalábricos demasiado irregulares), o puede que sí lo hiciera para el guion normativo de los años ochenta y yo esté pecando de retoño editorial.

Kundera despliega una cartografía sin relieves, su literatura es aquí precisa pero clara, reveladora a la vez que predecible, porque puede que todos conozcamos los secretos del amor, de la pasión, de los celos, del sexo, de la traición o incluso de la muerte, pero los olvidamos al nacer, y los aprehendemos de nuevo a base de lecturas como ésta, que significan una lección de vida aun cuando han pasado más de cuarenta inviernos desde la época en que se mueven, con más o menos gracia, sus personajes.

Toda la obra gira en torno a dos formas de vivir, dos pasos de baile bien diferentes, dos lenguajes para decir «te quiero», «te deseo», y de manifestarlo. La insoportable levedad de Sabina, una huida sin fin hacia la libertad, con verdadera alergia somática a todo lo que signifique una raíz, un cimiento… Y el peso, la carga de Teresa, al amor de pareja como objeto menos que como medio de conseguir la felicidad. ¿A alguien le suena? Poco hemos cambiado los europeos desde que Kundera analizó la sociedad checoslovaca disponiendo de sus títeres.

Títeres en la tripa de la ballena, un comunismo que perdía fuerza en sus bases, el pueblo, y mantenía el tipo con estrategias prototipo de la Guerra Fría. Una ballena a la deriva, que surcaba mares nuevos, con aguas más frescas. Un tiempo en que los estados ya no marcaban el paso de la sociedad, sino que eran los jóvenes los que comenzaban a escribir la historia, la cultura que estaba pariéndose en toda Europa.

Me quedo con una frase, una de esas sentencias que no olvidamos en toda nuestra vida: «La coquetería es una promesa de coito sin garantía». Y esto lo leo a todos los niveles: sexual, pero también social y político, y permítanme, en estos tiempos de gobierno de los mercados, económico. Disfruten de nuevo de una lectura tan actual que asusta.

PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 9/10

spot_img