La Industria Fonográfica Británica, asociación encargada de representar y defender los negocios e intereses de las compañías distribuidoras y productoras en el Reino Unido, ha emitido un comunicado en su página web. En el mensaje, firmado por el BPI (sus siglas en inglés), se advierte de los efectos potenciales que tendría una mala negociación del Brexit.
Según el BPI, es necesario un acuerdo «fuerte» con la Unión Europea para asegurar que la salida de Reino Unido no tenga un impacto negativo en las importaciones y exportaciones de la industria musical británica.
En la advertencia se adjuntan los datos de las exportaciones discográficas de 2017. No en vano, el pasado año se alcanzó un récord de más de 400 millones de libras, la cantidad más alta de lo que va de siglo.
Además, el BPI destaca algunos trabajos en cuanto a ventas. Por ejemplo el de Ed Sheeran (Divide), que lideró las listas internacionales. Le siguen otras publicaciones británicas como el debut de Rag’n’Bone Man (Human), en cuarta posición; el último álbum de Sam Smith (The Thrill of it All), en quinta posición; o el primer esfuerzo en solitario del ex-One Direction Harry Styles, que acabó entre los primeros diez puestos.
Los datos van en aumento si se tiene en cuenta solo el territorio europeo, donde las ventas han ascendido un 29% desde 2015. En total, en 2017, las exportaciones al resto de países europeos supusieron el 42% de las ventas globales de música británica.
Con estos números, Reino Unido se mantuvo como la segunda mayor exportadora de música, por detrás de Estados Unidos. Por si fuera poco, uno de cada ocho discos comprados en el mundo pertenecía a un artista o grupo británico.
Contribución económica
Para advertir de las consecuencias que puede tener el Brexit en el mercado musical británico, el jefe de BPI y los BRIT Awards, Geoff Taylor, ha recordado que «nuestra música no solo enriquece las vidas de seguidores por todo el mundo«. «Hace una importante contribución a la economía británica a través de las ventas en el exterior y atrayendo numerosos visitantes a Reino Unido«, ha añadido.
Por todo esto, Taylor pide apoyo a las instituciones para asegurar un acuerdo que «habilite a los artistas a girar libremente, que proteja fuertemente los derechos musicales, y que prevenga que no se impida el libre tránsito de los productos físicos«.