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La Abducción de Liars

Por cortesía de Sound Isidro ayer acudimos en la Joy Eslava a la puesta en escena de una Abducción masiva, a una marabunta de personas con el cerebro lavado bailando con sonidos que no eran de este planeta, sobre el escenario vimos a unos alienígenas que se ponían trajes de humanos tan ridículos como los de Mars Attack pero que en el apogeo de su acto casi sexual se mostraban tal y como eran.
El set fue verdaderamente breve, que apenas alcanzó la hora con el vis y que dejó al público y a los propios Liars con ganas de más. Inicialmente saltaron al escenario con mucha calma Hempill y Gross, evidenciando la falta de alguien, pero comenzando a tocar acordes raritos de piano, que perdieron rápidamente protagonismo cuando Gross comenzó a aporrear de manera sobrehumana la batería, con una fuerza que no parecía de este mundo, mientras el público contemplaba apabullado el espectáculo apareció Angus Andrew con una sudadera naranja chillón y el pelo decolorado sobre la cara, sin mediar palabra comenzó a cantar Pro Anti Anti, uno de los himnos oscuros de su último álbum, Mess, creando ya directamente la conexión con el público que duraría todo el concierto. Ya dentro del OVNI comenzaron los samplers de Mask Maker, cuando Liars hipnotizan a la gente en directo les gusta usar una batería real, que le da un sonido mucho más orgánico y brutal a su música, y verdaderamente se agradece, así fueron sonando la espectacular Vox Tuned D.E.D o WIXIW, el trío se introduce en tu cerebro y hace que toda la mierda que acomulas salga a la superficie, se te derrame por el cuerpo, y acabes bailando sobre ella viéndola, en una risa histérica guiada por las desvariaciones de Andrew.
I’m No Gold fue uno delos momentos álgidos de la posesión marciana, es raro y difícil imaginarse una música como la de Liars y a personas bailando entregadas, a veces incluso con sensualidad, apretadas en la pista, gritando a la vez que el comandante y levantando las manos, mientras suena un himno de la podredumbre y el orgullo de lo asqueroso, incluso se veía a personas ajenas al acto, apoyadas en las barras, completamente hipnotizadas por lo que sucedía, los artistas y el público conectaban y sentían por igual. Gran parte de la emoción estalló en  Nº1 Against The Rush, se veían personas ya sin camisetas, todo el mundo brincaba, cantaba la letra, y pedía más, pero para eso estaba Mess On a Mission, con un buen pogo incluido, que obviamente no podía faltar en una canción tan violenta, y que mejor forma de acabar que con una de las canciones que dio origen a su sonido actual, Brats, con una ejecución tan rara y enfermiza que nos iba haciendo despertar de nuestra experiencia.
Por si acaso el trío volvió después de marcharse, con mucha calma, para tocar la angustiosa Beach (Be Quiet Mt Heart Attack), Plaster Casts Of Everything y Broken Witch, estas dos últimas entre un juego intenso de luces y sombras recordando la era más punk, uniforme y humana de estos tipos, que un día lo fueron, pero que luego se transformaron para huir de todo lo que les ataba a este mundo, y de vez en cuando vuelven a nuestras ciudades a recordarnos que también nosotros podemos marcharnos y disfrutar de la alienación.
 

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