Fecha: Viernes, 5 de octubre
Lugar: Planta Baja, Granada
Parafraseando al documental sobre la escena musical granadina, en Granada la buena música es posible. Sigue viva, por mucho que se empeñen en matarla. No hay mejor prueba de ello que esta tercera edición del Granapop Festival. Desde que se empezaran a anunciar los primeros nombres de su cartel hace meses, más apoyo ha ido recibiendo y más público uniéndose a su causa: ayudar al Banco de Alimentos de Granada. Para conseguirlo, dos días intensos de música en vivo en Planta Baja gracias a la participación de Fon Román, Ruidoblanco –en sustitución de Sr. Chinarro–, Varry Brava, Boza, Davile Matellán, Nueman, Pájaro Jack, Izal, Dinero, Kenedy, Encuentro Tardío y Shining Crane.
Mención especial para Rául, Ada y todo el equipo detrás del festival. La organización ha sabido ganarse el cariño y apoyo de todos a través de las redes sociales. Según se acercaba la fecha, no se hablaba de otra cosa. La música era el principal atractivo, pero también lo era el ambiente. Como lo había bautizado Aaron Arnan, ilustrador del festival, llegaba el «desvirtualizapop». Todo el mundo iba a estar allí y muchos se verían cara a cara por primera vez. Eso fue lo que hicimos por fin con compañeros como los de Corrientes Circualares, FanFatale, Grupie tu madre… Y encima rodeados de grandes músicos. Pero empecemos por el principio… El día 1.
A las 18.30 los medios estábamos convocados en la sala para recoger las acreditaciones y plantear nuestras preguntas a los artistas que iban pasando por el espacio habilitado para las pequeñas ruedas de prensa. Ahí descubrimos que los chicos de Varry Brava tienen mucho sentido del humor, que Neuman son de los que se mojan en sus comentarios o que Davile Matellán es fan de la gente que trabaja por lo que quiere con constancia. No parecía confirmado el paso de Fon Román por el «set de preguntas» y los compañeros de prensa nos escapamos a comer algo antes de que empezara la fiesta. Error. Apenas pudimos ver el final de Encuentro Tardío, ganadores del concurso de bandas emergentes.
No hay que desanimarse. Viene Boza y todavía hay mucha noche por delante. Carmen se sentía algo intimidada al plantarse sola con su guitarra ante tanta banda como había en el cartel. Aún así, la gaditana no se amilanó y nos deleitó con un repertorio intenso pero breve. Acostumbrada a charlar en sus conciertos, el horario festivalero la obligó a reducir sus intervenciones y a ceñirse a las canciones. Fue un placer oírla igualmente. Abrió con De lirios y éxtasis y acabó necesitando la participación del público. «La última. ¿Cuál queréis?» Ganó Los restos de mi verano y todos nos emocionamos. Y cantamos tímidamente, hay que reconocerlo. No queríamos que se marchara, pero el reloj mandaba.
Por aquello de no plantarse también sólo sobre el escenario guitarra en mano, Davile Matellán tiró de banda y sorprendió con la nueva dimensión que tomaron sus canciones. Piano, percusión, guitarra… A pesar de no haber editado aún su primer trabajo, sus temas ya son conocidos por el gran público gracias a los encuentros acústicos que empezaron a celebrarse el año pasado en distintas ciudades. Granapop tararea Los Dirigibles, corea Enérgica y espera con ganas el álbum, Eólica Tú, que ya está empezando a presentar en su recién estrenada gira de otoño. La cercanía que mantiene Matellán con sus seguidores es más que palpable en sus conciertos, pancartas con dirigibles incluidas. Quizá por eso los festivaleros le concedieron el Premio Barba_ridades a la mejor barba del festival.
Paco, de Neuman, es más de melena que de barba. Quizás el año que viene. En formato acústico subió Neuman la noche del viernes al escenario del Granapop. Embobada me quedé con estos señores, que redujeron su formación a dos miembros para la ocasión, lo que dejó a su vocalista con la más que complicada tarea de cantar, tocar la guitarra y darle al bombo a la vez. Labores de hombre orquesta que superó con nota. En el encuentro con la prensa se les preguntó si no sentían que su música encajaría mejor en el mercado anglosajón. A todos los que aún no han escuchado a Neuman: si se van fuera, los perdemos, así que empiecen a valorar a esta banda como se merece. Nos dejaron a todos encantados y mandando callar a los más habladores. Si tenéis oportunidad… Neuman.
Turno de recuperar las lentejuelas y las chaquetas estampadas. Llega Varry Brava y parece que falta el aire en las primeras filas de Planta Baja. Todo el mundo se agolpa al filo del escenario. Nunca antes los había visto en directo a los Varry y, por los comentarios, tenía altas expectativas. Las sobrepasaron con creces. Lo suyo en directo sí que es Demasié. Y gracias doy porque mi cámara sobrevivió a la locura ochentera entre tanto salto. Lo que perdí con estos chicos fue un par de kilos, seguro. Impresionante. Con ocho temas y sin apenas dar tiempo a respirar, Varry Brava puso a toda Planta Baja a bailar y cantar desde el minuto uno y hasta el final. Ellos también lo dieron todo. Acabaron por los suelos y abandonaron el escenario dejándonos con la sensación de haber presenciado uno de los mejores directos del festival.
Duro papel tuvo Fon Román, a quien le tocó cerrar la noche tras el torbellino Varry Brava. El ex Piratas nos presentó su último disco y también recuperó clásicos de su debut en solitario. El músico se ha convertido en el rey del loop. Con su guitarra y todo tipo de artilugios a sus pies cualquiera diría que subió solo al escenario. Él solo se bastó para engancharnos hasta el final tarareando El idiota. Aunque personalmente lo habría adelantado en el programa por una cuestión de ritmo, dejando para el final a Varry Brava, Fon Román es un grande y supo demostrarlo.
Ya no quedaba nada de esta primera jornada del Granapop. Bueno, sí. Continuar la fiesta en Polaroid Club y hasta que el cuerpo aguante. Aguantó y la perspectiva de un segundo día como éste mantuvo despierto hasta el amanecer a más de uno, con el cuerpo molido pero las ganas intactas.
