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Gran fiesta de la música catalana en el Festival Pròxims 2011

PRÒXIMS

Este 2011 ha sido un año repleto de nacimientos cuanto a festivales musicales se refiere. En esta ocasión hablamos de Pròxims, propuesta barcelonesa para una noche de verano en la ciudad. Pròxims tuvo lugar ayer por la noche en el Poble Espanyol, un marco bastante recurrido, pero que sigue funcionando por ser un escenario diferente y familiar.

Su declaración de intenciones es manifiesta. Son Pròxims en el espacio y en el tiempo. Con una programación integrada por formaciones musicales nacidas en Cataluña en los últimos años y acompañadas por los queridísimos y mallorquines Antònia Font. Pròxims quería ofrecernos una noche tierna y lo consiguió.

Abriendo puertas excesivamente pronto para nuestro gusto, la propuesta iba in crescendo desde los íntimos Anímic, pasando por los estruendosos chicos de Mujeres hasta llegar a la madurez que ofrecen Mishima o Antònia Font en directo.

En general, la propuesta funcionó, considerando la sobreoferta festivalera del verano, aunar 4000 personas en el Poble Espanyol se puede considerar un éxito. No podemos decir lo mismo a nivel técnico. Hubo muchos problemas con el sonido (incluso Mujeres se quejaban de no haber podido probar), y en general una mala adecuación acústica que hizo que Mishima, por ejemplo, sonara bastante mal.

Problemas técnicos aparte, a continuación lo que podemos destacar de cada directo:

Anímic

Llegamos con mucha curiosidad y ganas de ver en directo a estos chicos, conscientes de que un festival no es el mejor enclave para disfrutarlos. Anímic es ante todo un proyecto artesanal, una especie de comuna musical formada por seis integrantes que comparten algo más que una banda. Con una filosofía «Do it yourself», el grupo se encarga de todo el proceso creativo y pone mucho mimo en ello. Canciones con la suavidad del mejor folk y con una profundidad casi espiritual.

En general no defraudaron, un buen grupo para programar a primera hora. Sonaron incluso más animados de lo que parecían en un primer momento.

El Petit de Ca l’Eril

Su música se ha descrito como folk psicodélico, aunque podríamos decir que es pura experimentación. A partir de música popular e instrumentación que va desde la flauta travesera hasta el sitar o utilizando poemas de Pere Quart, Joan Pons y los suyos ofrecen, cuanto menos, un producto musical curioso.

Siendo sinceros, en directo nos sorprendieron y cautivaron a la par. Ofrecieron un directo intenso y con mucha dosis de alegría y buen rollo. Su concierto es como el de una orquesta de fiesta mayor en versión Indie. Muy recomendable.

Mujeres

Este grupo formado en Barcelona en 2008 viene para reivindicar un espacio para el garage nacional. Con un primer disco (de mismo nombre) desbordante de energía, han llegado pisando fuerte. Matices de Punk-Rock, guitarras sixties y mucha cara encima del escenario.

Es la segunda vez que vemos en directo a Yago, Martí, Pol y Martín y, aunque ganan rodaje en cada concierto, aún les falta limpiar el sonido. Ayer ofrecieron una puesta en escena convincente y mucha energía, sólo les falta rodar más el disco que en lata suena todavía mucho mejor que en directo. Es de justicia decir que, esta vez, les salva el mal sonido general del festival y el hecho de que no pudieran hacer las pruebas de sonido.

Standstill

Se notaba entre el público lo esperadísima que era la actuación de Standstill. Avisamos, pero, que ninguno de los dos redactores que cubrimos este festival somos excesivamente amantes de esta banda de Barcelona. Pero las cosas como son, los chicos llevan a sus espaldas una larga trayectoria y desparraman por el escenario sus ganas de enamorar a su fiel público.

Ayer en el Pròxims volvieron a dejarse la piel, repasando temas de su exitoso último trabajo Adelante, Bonaparte!, pero también de esa carrera extensa de la que hablábamos antes.

Cierta oscuridad en su actuación y algo de sorpresa por la idolatría que generan. Decir sin embargo que fueron de las bandas que mejor capearon los problemas técnicos que nos acompañaron toda la noche.

Mishima

Para nosotros, esta banda barcelonesa representará siempre ese momento en que la música en catalán despertó de la siesta. Mishima son perros viejos en esto de hacer buena música, aunque no siempre se les haya reconocido. Su actuación, para nosotros, era muy esperada y no nos decepcionó.

Desde la madurez de su último trabajo, Ordre i Aventura, ofrecieron un concierto redondo, donde además recuperaron canciones de sus últimos tres trabajos. Hits como Miquel a l’Accés 14 o Un tros de fang levantaron la plaza del Poble Espanyol a pesar de su pésimo sonido, ya que Mishima fue quizás el grupo más perjudicado por la mala acústica de la noche.

En resumen, Mishima nos caen muy bien y seguiremos asistiendo a sus directos. David Carabén y los suyos merecen mucho la pena.

Antònia Font

Los mallorquines fueron los encargados de poner el broche final a la noche. Salieron al escenario con poca energía, muy en la línea de lo que nos tienen acostumbrados, pero fueron subiendo el tono hasta conseguir que los 4.000 asistentes cantaran al unísono cada uno de los temas que tocaban. El grupo más psicodélico del pop en catalán no sólo aprovechó la visita a Barcelona para seguir con la presentación de su último trabajo Lamparetes, sino que obsequió a los asistentes con un repaso interesante de sus mejores temas. Los clásicos Alegría y Wa Yeah!, pero también gratas sorpresas para nosotros como el rescate de un tema corto, pero que nos encanta: Armando Rampas.

Antònia Font han pasado de ser un grupo pionero en la escena independiente en catalán a consolidarse, sin dejar de experimentar y sorprender con su rico universo. Y ayer lo volvieron a demostrar.

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