La verdad que de vez en cuando está muy bien darse un giro por las salas pequeñas y otros planes musicales más recogidos para entender cómo nace los proyectos.
En esta ocasión estuvimos en la fiesta que el sello discográfico Elefant organizó el pasado sábado 21 de febrero en la Sala Siroco de Madrid. Presentaba un cartel discreto y novedoso y por ello, allí estuvimos.
La primera opción de la noche era San Francisco, pero por un tema horario no pudimos llegar a tiempo y por tanto, no podemos valorar, pero de nombres católicos iba la noche y nos topamos con Sagrado Corazón de Jesús.
Sinceramente con este nombre hay dos opciones: O sales corriendo o te quedas a ver qué ocurre. Nosotros optamos por la segunda opción y sólo podemos decir que es una alternativa muy diferente, un concepto extraño y poco accesible a nivel musical. Esa noche sonaron temas de Ópera Omnia, su primer largo, pero siendo sinceros no conectaba mucho con el público. Es un pop frío y poco cercano y si en estudio ya se hace complicado, en directo nos pesó mucho más.
Ojo, no estamos diciendo que sea un mal proyecto ni que estuviera mal ejecutado, sino que se nos hace extraño. Nos imaginamos que tendrá su público, pero en esta noche pop no nos cuadró por falta de empatía musical.
Neleonard eran los últimos y siguientes. Con su pop bonito y dulce, cambiamos totalmente de tercio y nos desplazamos a otras latitudes más amables y acarameladas, más afín a lo que Elefant Records acostumbra a descubrir. Tienen una trayectoria corta pero bien trabajada y su directo se hace muy digerible y ameno y supieron cerrar la noche con muy buen sabor, ¡No os los perdáis!
Aunque tienen poco material producido denota buen gusto y la verdad: Veo futuro, mucho futuro en esta formación catalana. De hecho, tocarán en el Primavera Sound y creo que eso es un hito que marca la diferencia entre bandas.
Aunque fue una noche con sus altibajos, es siempre un placer descubrir las nuevas voces de Elefant Records.