El pasado jueves recibimos una invitación de esas que no puedes decir que no aunque tuvieras el plan perfecto: Una fiesta de la legendaria marca de champagne francés Veuve Cliquot, que, en un intento de posicionar la marca entre los más jóvenes.
En un marco como es el hipódromo de la Zarzuela de Madrid, bien declarado de interés nacional por su bella y armoniosa arquitectura, nos encontramos con una fiesta donde no faltaba detalle: Fotomatón, regalos por doquier, trato exquisito, food trucks de comida del mundo y sobre todo,ríos de Veuve Cliquot.
Pero además, no solo de comer y beber vive el hombre sino que la música fue el hilo conductor de tan generosa velada. Los djs residentes del evento estuvieron amenizando el atarceder y además tres bandas nacionales pondrían el colofón final con lo mejor del sonido independiente local.
La primera de las bandas encargadas de abrir la serie de conciertos fue Ten Bears, donde la juventud y la frescura de su pop sintético animaron al público a salir de sus posiciones a ver lo que estaba pasando. Este nuevo fichaje de Ground Control (Hinds, The Parrots) nos trae una electrónica amable, con puntos que coquetean con el R&B sin perder la autonomía. Aunque no tuvieron una oportunidad muy grande debido al tiempo, nos gustó su propuesta diferente.
Los segundos de la noche eran WAS, los reconvertidos We Are Standard. Con el estilo que predomina su último largo Gau Ama encajaron bastante bien ya que el público era ecléctico pero la legión de fans que tenían además de curiosos hicieron que se caldeara el ambiente además porque Deu nos increpó para bailar incesablemente. El directo pivotó en presentar las canciones de este trabajo, donde la electrónica se come al rock pero aún así, la jugada les salió bien.
Una vez más vivimos un directo potente, aderezado por las txalapartas que ponen el punto costumbrista a su nueva música del futuro, aunque no llevaban baterías. Aunque por tiempo no pudieron extenderse más, el sabor de boca fue dulce porque estuvieron muy acertados en ejecución. Grandes WAS.
El último directo lo firmaba Najwajean. Aunque se formaron como banda en los noventa, el dúo decidió volverse a reunir en 2015 tras siete años de hiatus. Ellos mismos reconocen que se han juntado cuando han podido pero la química musical que tienen sigue estando intacta. La versatilidad de Carlos Jean en crear atmósferas y la fuerza de Nawja Nimri dinamitaron en directo, ofreciendo un concierto muy de alto voltaje.
Como en otros directos que han hecho este año, lo basaron en su último disco Bonzo, obra bastante notable tras tantos años separados que les devuelve a la cúspide.
Un cierre de oro para una noche de lujo gracias a Veuve Cliquot.