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Entrevista Crazyminds con… Miguel Cruz, director de Vulnerables

Para el que lo consigue, siempre es todo un hito que una ópera prima llegue a las pantallas de ‘los mejores cines’, como se suele decir… Miguel Cruz lo ha conseguido, estrena el 31 de octubre, y ya ha presentado orgulloso su creación, Vulnerables, ante la prensa. Lo ha hecho acompañado de sus tres protagonistas, Paula Echevarría, Joaquín Perles y un pequeño gran descubrimiento, Álvaro Daguerre.
El nombre de este director -en este caso también guionista y productor-, lo hemos visto, hasta el momento, en los créditos de comedias televisivas: director en Aída, realizador en Caiga Quien Caiga… Pero se ha atrevido con algo muy diferente: un thriller que juega con el tema de la bipolaridad, que sin embargo esconde algo mucho más personal que Miguel nos cuenta en esta entrevista. Crazyminds ha tenido la oportunidad de charlar con él, de reflexionar sobre las bondades de la comedia, a la que tan acostumbrado está por su trabajo, y del suspense, lo que realmente le apasiona.
Crazyminds: Antes de entrar en detalles de la película, me gustaría que nos contaras cómo ha sido el proceso desde que la pensaste, hasta que la empezaste a rodar.
Miguel Cruz: Fue un proceso relativamente rápido porque la queríamos hacer, y la teníamos que hacer, es decir, teníamos un guión que funcionaba, teníamos unos elementos… La génesis del tema fue el sentarme y decir: yo quiero hacer una película y esa primera película la tengo que hacer con los elementos que tengo a mi alrededor, montar un guión que funcione muy bien y, en este caso, decírselo a Paula Echevarría, a la cual conocía de antes, porque Paula le ha dado al proyecto un aire muy distinto. Como Paula quiso hacerlo y lo tenía que hacer -entre series, tal y cual-, en solo cuatro semanas que era de lo que disponía… dijimos… ¡pues se hace! No sé cómo, pero… si tienes un guión que funciona, una actriz como Paula que lo quiere hacer y tienes una localización y tal… ¡hay que hacerlo! Con un proceso muy mágico lo hicimos y aquí estamos. Luego, ¿qué pasa?, que te metes y dices… pues yo quiero hacer cuatro millones de taquilla… pero dices, vamos a ser un poquito coherentes, que sólo el estar aquí hoy es un éxito para la película, y que se estrene en cines.
CM: Paula Echevarría ahora está en un punto muy alto de su carrera y tiene fama mediática,¿has aprovechado esta fama para usarla a tu favor?
MC: Primero es la Paula actriz y luego es la Paula fenómeno. Obviamente, desde el punto de vista de productor, sabes que la Paula fenómeno te va a ayudar, pero sin la Paula actriz, no tienes nada. Esta misma película, si no funciona el personaje de Paula como funciona por la Paula actriz, no tenemos nada aunque nos la venga a promocionar Scarlett Johansson (risas). Tampoco puedes hacer una película solo pensando en la repercusión en medios que puedas tener después… Primero hay que hacer la película, que sea decente, honesta, coherente y que funcione. Y si efectivamente luego Paula se involucra, nos ayuda y consigue que se sepa de la peli como se está sabiendo, pues muchísimo mejor.
CM: Eres guionista, director y productor de esta película… ¡¿No has necesitado pedir ayuda en algún momento?! Son cosas que normalmente hacen equipos diferentes…
MC: He tenido mucha ayuda en todas y cada una de las facetas. También es verdad que un proyecto como éste no lo sacas adelante si tú no te dejas el hígado en ello. Es muy difícil coger a alguien y decirle: Oye, prodúceme esta película, pide favores a todo al mundo, tal y cual… Con lo cual, te tienes que involucrar tú en hacerlo. Otra cosa es que luego haya una persona detrás que se encargue de la organización real del tema, porque si no, obviamente, uno no da de sí. He hecho muchas más cosas de las que debería de haber hecho, producir poco menos que por obligación, porque no te queda más remedio para poner esto en marcha. Pero yo me siento director, director que puede escribir o no escribir… Llevo trabajando quince años en televisión haciendo los guiones
de otras personas y me encanta, porque aportas algo nuevo. Pero una de las cosas de Vulnerables, que me ha pesado quizá demasiado, ha sido eso… el decir «Es que lo has escrito, lo has rodado, lo has organizado, lo has producido…» A veces decía: necesito otra visión, y gracias a dios he tenido visiones externas, porque si no, ¡te puedes volver mico!
CM: De hecho esto es típico de una película independiente, el hecho de que una persona, que es la que ha creado el proyecto y quiere que salga, se encargue prácticamente de todo.
MC: Sí, sí. Es una película totalmente independiente, lo que pasa que, gracias a dios, llegas a un punto en el que se te van sumando valores que, por otra parte, son necesarios. Porque tú puedes hacer una película independiente, pero si no se te van sumando otros apoyos, no conseguirás sacarla al mercado. Pero la concepción de la película es totalmente independiente, el rodaje también y luego, el resultado de ese rodaje ha permitido que se vayan sumando otros valores.
CM: ¿Ayuda el hecho de tener una productora propia como es tu caso, con Fast Forward?
MC: Bueno sí… A ver, no es lo óptimo que tú escribas, dirijas y produzcas una película, pero ahora bien, es probablemente la única primera vía. Este ‘marrón’ no se lo puedes pasar a nadie, al final, si un día dices: voy a hacer una película por mis santas narices, no puedes coger y decirle a alguien: oye toma, hazlo tú. Porque tampoco nadie lo va a vender como lo vendes tú mismo… Entonces no es lo óptimo, pero en este caso en concreto y probablemente en muchos otros, es lo necesario. Unas veces saldrá bien y otras mal, pero era la manera.
CM: La pregunta que seguramente te haya hecho todo el mundo… Tú currículum desvela que siempre te has dedicado a la comedia en televisión, ¿Por qué te decides entonces por un thriller?
MC: Es lo que me gusta y me gusta también como espectador. Como trayectoria profesional -porque en este país además hay más comedia que thriller-, pues he trabajado más en comedia, pero como gustarme, y realmente tener la energía suficiente como para hacerlo y poner esto en marcha, pues un thriller es lo que más me toca, y como contador de historias es donde más me voy a involucrar. Eso, y también luego por la ‘mayor facilidad’ que tiene el género, tanto en salida internacional posterior, como de producción. Porque puedes hacer historias que funcionen muy bien con menos elementos que si de repente te pones a hacer una película de acción o una comedia… Parece que no pero una comedia… para hacer una comedia contenida con solo tres actores, tienes que ser un genio, y yo no soy ese genio, tienes que ser probablemente Woody Allen. Pero me pones a escribir una película como ésta y creo que la historia está bien y funciona.
CM: Entonces eres de los que piensan que es mucho más fácil hacer temblar, que hacer reír…
MC: Hacer thriller y hacer suspense es mucho más fácil que hacer comedia. Te lo digo por experiencia. No te voy a decir que haya sido fácil hacer Vulnerables, pero al final es un género con una serie de elementos que si los vas usando funcionan. Por ejemplo la música, una buena música te vende muy bien una película de suspense…En definitiva, tienes más elementos a los que agarrarte para contar tu historia. En la comedia normalmente tienes la situación, los diálogos y los actores…. es mil veces más arriesgado. Yo no sé escribir buenos guiones de comedia, pero por trabajo, sí que sé dirigirla y contarla bien.
CM: Mencionas el tema de la música en el género de suspense… Sí que es verdad que es una parte fundamental, y en Vulnerables acompaña constantemente. ¿Cómo lo habéis trabajado?
MC: Alfonso González, el compositor, ha aportado además de la composición, parte del sonido, lo han trabajado de manera totalmente coordinada. Es uno de los elementos más significativos de la película, la banda sonora. Es casi una sinfonía de música y efectos que te están golpeando en el hígado constantemente, que no te das cuenta… porque hay unos sonidos, un subwoofer, un bajo ahí que te está ‘pum, pum’, dando durante toda la película en el bazo y que te crea una sensación que ayuda mucho a la película.
CM: ¿Ha sido muy diferente el trabajo en cine de lo que suele ser en televisión?
MC: No hemos tenido significativamente mucho más tiempo que en una producción de televisión, porque al rodarlo en cuatro semanas hemos tenido que ir muy rápido. Pero el trabajo a una cámara me parece mucho más interesante que el trabajo a más cámaras, también es mucho más exigente en cuanto a preparación y demás. El poder trabajar a una cámara, como director te aporta mucho, puedes hacer planos bastante más expresivos, pero también te exige mucho porque tienes que hacer esos planos así de expresivos en el mismo tiempo en el que trabajas de otra manera. El equipo era también muy mixto, gente que yo conocía del trabajo de televisión… Entonces ha sido una cosa bastante natural… Pero hemos tratado de trabajar mezclando un poco los dos mundos, el de la tele con el del cine.
CM: Y la relación con los actores….
MC: Estupenda. Porque además me han tenido que ayudar mucho. Porque cuando estás empantanado con todos los ‘fregaos’ pues no puedes dedicarle el 100% de tu energía a producir, a dirigir… entonces algo sufren en algún momento del proceso. Pero lo que te da mucha confianza es tener siempre ahí al actor que sabes que no te va a fallar. Cuando en algún momento algo se te pasaba, ellos te estaban aportando, diciendo… Entonces ha sido una maravilla. Los personajes en gran medida han nacido en el rodaje.
CM: Es cierto que la relación entre director y actor tiene que ser muy estrecha… y si tienes que estar preocupado también de la producción, de cómo va el guión… ¿Por eso te preguntaba? No sé si ellos han llegado a notar cierto abandono en algún momento.
MC: Lo bueno de este proyecto es que había mucha confianza previa entre todos. A Álvaro Daguerre, el niño, le conozco desde que nació, a Joaquín Perles desde hace muchos años, es amigo personal, Paula Echevarría también… Entonces había algo que facilitaba, no era que de repente te llegan tres acotes que no conoces de nada y tienes que empezar a crear desde cero. Además a ellos les llevaba hablando de la película mucho tiempo, entonces cuando llegas ahí con tus cuatro semanas de rodaje ya llegaba un poco trillado… y aún así creo que nos permitimos el tiempo de trabajarlo y creció. Por ejemplo el personaje de Joaquín creció muchísimo, eso de que el espectador se vaya a él buscando un malo, eso nació allí, no estaba en el guión tan claro como lo está en la película.
CM: En tu primer largometraje te atreves a rodar con un niño… y eso que los directores suelen hablar más de las dificultades que de las bondades de hacerlo…
MC: Pero es que este… ¡es mi niño! (risas). Y además es parte del alma del proyecto. Si Vulnerables existe es en gran medida por Álvaro… La madre de Álvaro es amiga común de Paula y mía… Entonces el hecho de que Álvaro fuera una parte, es lo que creo que ha hecho el proyecto posible. Con Vulnerables muchas cosas ‘han venido’ y ha habido que cogerlas, integrarlas y han funcionado… no pensabas que fueran a funcionar, pero luego lo ves y sí. Ha habido mucha magia… Miras para atrás y dices: yo el día uno del rodaje no sabía que iba a tener esta película…
CM: Siempre me gusta preguntar por las anécdotas de rodaje, en todos hay historias que contar dignas para hacer nuevas películas…
MC:
Las hay de terror… La desaparición de tijeras (risas). Del cuarto de vestuario desaparecían las tijeras, lo cual era bastante inquietante, porque no es que desaparezcan, es que aparezcan y lo hagan donde no tienen que aparecer. Teníamos el miedo de amanecer un día con tijeras clavadas (risas).
CM: Claro, tú la finca en la que está rodada la película la conocías…
MC: Sí, la finca es de unos amigos, o sea que el guión se escribe para la finca.
CM: ¿Y tenías algún tipo de sensación extraña cuando estabas allí y eso te llevó a rodar la película?
MC: (Risas). Es un sitio que da miedo… Por la noche cuando te callas, oyes esos ruidos, escuchas a los perros de fondo… y te da miedito. Yo he ido con mi bebé allí a pasar noches y eso ha inspirado mucho de la película. Toda la primera parte se basa mucho en mi experiencia vital, con mi bebé, salpicada con los puntos de ficción. Por eso es muy real… no es que sea autobiográfica ni nada similar, pero ha ido chupando de realidad.
CM: Digamos que has plasmado tus propios miedos.
MC: Sí, ese es el tema de la película, la vulnerabilidad que tienes… cuando de repente tienes un bebé y te entra tanto miedo. Es lo que le pasa a la protagonista, es una tía súper molona y súper exitosa, pero de repente tiene un bebé y se vuelve vulnerable.
CM: Para terminar con algo esperanzador… ¿Qué le dirías a todos esos jóvenes directores que como tú quieren hacer su ópera prima. Tú llevas quince años en el sector, supongo que no habrá sido un paso muy difícil…
MC: Eso ayuda… yo he contado con un montón de cosas que me vienen dadas por quince años de trabajo en otro medio aunque la película haya nacido como muy independiente. Pero sobre todo… algo que me enseñaron en EE.U.U, allí tienen una cosa clarísima y es que si quieres hacer tu primera película te la tienes que hacer tú. En España tenemos una suerte, y es que las cosas estarán mal, pero hay un sector público que más, menos, o poco… ayuda. Cosa que es necesaria y tiene valor y es una vía por la que se puede tirar. Ahora mismo la tecnología te permite llegar a plantearte poder tirarte a la piscina e involucrarte y… rodar. Hoy en día rodar es fácil, lo difícil es venderlo. Pero al final tu trabajo es rodar, y cuantas más cosas ruedes más fácil es que alguien lo vea, y si tienes una suerte como la que he tenido yo, que ruedo una película y funciona y se llega a estrenar… Es una suerte inmensa a la cual estoy muy agradecido.

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