Que grandes y negros nubarrones se cernían sobre la industria editorial era algo de sobra sabido. Que en poco tiempo la situación vivida por las discográficas y su entorno se repetiría en el mercado del libro debería haber hecho saltar todas las alarmas habidas y por haber.
¿Cómo enfocar un problema que ya ha ocurrido y amenaza con volver a brotar? Pues en principio debía haberse afrontado desde la experiencia de ver a tu vecino sufrirlo y agonizar con él mientras trata de paliar los daños que le está ocasionando. El mundo editorial ha gozado de la triste ventaja de saber que algo, como poco inquietante, esta a punto de ocurrirte.
Había cierta curiosidad por comenzar a ver algún movimiento por parte de este mercado, avocado a vérselas con las lagunas legales de la red, y lo acaecido hoy con uno de nuestros autores líderes en ventas en papel ha dejado como poco muchas dudas sobre si esta industria será capaz de adaptarse a un nuevo hábitat y no salir maltrecha.
Hablamos de Carlos Ruiz Zafón, que ha confirmado todas las sospechas que levantó la no venta online (al menos en castellano) de su última novela El prisionero del cielo. La editorial Planeta ha confirmado que no la esperemos porque no será ofertada en su versión digital. Pero eso no es todo, al parecer el autor retirará a partir de 2012 todas sus novelas previamente publicadas en formato electrónico del mercado. En cambio, no podrá hacer lo mismo con otros mercados extranjeros puesto que todavía existe un compromiso con ellos para con los derechos de explotación digitales.
Fuentes cercanas al autor han asegurado que la decisión se ha tomado de manera «unilateral» y empujada por «cuestiones personales». La polémica está servida. ¿Renuncia el autor a convivir con copias piratas de su obra? ¿Es este el enfoque más acertado para combatir las descargas ilegales?.
Algo si que está claro. Aquellos que todavía abogan por pagar por la versión digital de una novela, no tendrán la oportunidad de hacerlo al menos en lo que a este autor se refiere. ¿Decisión acertada? En principio no se aprecian demasiadas ventajas, puede que el propio Zafón arroje algo de luz sobre el tema en las próximas fechas.
Zozobra la industria editorial y no se atisban mejoras en las estructuras de la nave, tan solo gente achicando agua…
