En los últimos meses, son numerosas las bandas que se han visto involucradas en casos de conductas sexuales inadecuadas o incluso abusos sexuales, y el último de estos casos ha salpicado a Sigur Rós.
El baterista de la banda islandesa, Orri Páll Dýrason, fue recientemente acusado de asaltar sexualmente a una mujer en Los Ángeles en 2013, tras lo que ha decidido presentar su dimisión a sus compañeros de banda, quienes lo han aceptado, como han hecho público en un comunicado firmado por Jónsi y Georg Hólm. «A raíz de las acusaciones extremadamente serias y personales contra él en los últimos días, hoy hemos aceptado la renuncia de nuestro compañero de banda Orri Páll Dýrason para que pueda ocuparse de esto en privado«.
Las acusaciones contra el baterista islandés fueron hechas públicas por la artista estadounidense Meagan Boyd, quien la semana pasada se decidió a confesar el abuso sexual del que fue víctima a través de Instagram: «Estaba borracha, y lo había conocido en un club (tuve un breve período en el que fui bailarina en un club llamado «The Body Shop»), también le besé antes de quedarme dormida en la misma cama que él, tras lo que me quedé absolutamente inconsciente. Me desperté con la sensación de ser penetrada sin mi consentimiento durante un profundo sueño … Pasó dos veces esa noche, y me pregunté a mí misma por qué no me había ido después de la primera vez, pero estaba borracha, muerta de cansancio, en estado de shock, y esto fue justo antes de que supiese que existía algo como Uber / Lyft …. Pero nada de eso debería importar porque nadie merece ser violado / tocado / lamido / follado sin CONSENTIMIENTO».
Asimismo, hizo público un intercambio de mails con el baterista que ya ha borrado en el que éste le contactaba tras el primer post para asegurarle que sus memorias de aquella noche eran completamente diferentes a lo narrado por ella en el post inicial, así como la contestación de Bloyd reiterando su versión y destacando los meses de auténtico trauma que vivió a continuación.
Versión de Orri Páll Dýrason
En su Facebook personal, el ya ex-baterista de la Sigur Ros ha expresado su versión de los hechos:
«Comienzo agradeciendo a mis amigos y parientes por la ayuda que me han brindado. Es bueno para mí sentir tu confianza, a pesar de las graves acusaciones públicas en mi contra.
Este asunto indudablemente me ha pasado factura en los últimos días. Con razón, algunos dirán, y no pretendo discutir con esas personas. Sin embargo, le pido sinceramente a las mismas personas que dirijan su ira hacia el camino correcto y se abstengan de arrastrar a mi familia, y especialmente a mi esposa, a este asunto. Al mismo tiempo, le pido a la gente que mantenga la calma y que no se dividan en dos ejércitos en lucha, estos no son procedimientos judiciales, solo las palabras de Meagan contra las mías, en Internet. Las palabras enérgicas y provocadoras no favorecen a nadie, ni a mí ni a ella.
A la luz de la escala de este asunto, he decidido dejar Sigur Rós. Esa es una decisión difícil para mí, pero no puedo permitir que estas graves acusaciones influyan en la banda y el trabajo importante y hermoso que se ha realizado allí durante los últimos años. Un trabajo que es tan querido para mí.
Haré todo lo que esté a mi alcance para salir de esta pesadilla, pero por respeto a aquellos que realmente sufren de violencia sexual, no haré pública esa lucha».