Fernando Prado se acercó a la barra de un bar, allí Javier Vielba tomaba cerveza. Fernando Prado permanecía atento al look de aquel hombre, “demasiado ajustado a lo que llaman moda”, cuando este se giró dejando ver la chapa que llevaba en la solapa: Black Sabbath.
Así nació la unión de Coronas y Arizona Baby, que es mucho más que la unión de dos bandas. Corizonas sería el perfecto ejemplo que deberían enunciar los profesores a la hora de explicar a sus alumnos el significado de sinergia positiva (el total es mayor que la suma de las partes, o lo que es lo mismo, uno más uno es mucho más que dos).
El viernes 24 de febrero en la Matriz Creativa (Cartagena) nos dieron una auténtica lección magistral de eso a lo que hemos llamado sinergia positiva.
Si bien es cierto que las grabaciones de estudio les han granjeado mucho éxito, está claro que esta banda está hecha para el directo. Sobre el escenario se sintieron como pez en el agua, estaban en casa, nos lo hacían saber por la energía y buen rollo que desprendían a cada momento. Estaban en casa y todo el público era su invitado especial.
Corizonas nos van transportando por el tiempo y el espacio a través de todos los sentidos. Lo mismo nos acompañan, como buenos anfitriones, a manifestaciones pacíficas que acaban mutando en brutales cargas policiales, nos convierten en forajidos del lejano Oeste dispuestos a batirnos en duelo si fuera menester, o nos hacen ser compañeros de viaje de Alicia.
No podía faltar ese homenaje a Black Sabbath encarnado en la deliciosa Supernaut, ni el recuerdo a Pink Floid con Wish You Were Here.
Corizonas pusieron toda la carne en el asador, se dejaron la piel y el sudor en el escenario (no llegaron a dejarse la piel como hicieran Iggy Pop, aunque se podía palpar en casa nota).
Pero, esos eran los regalos que nos iban dando durante su actuación, los chicos de Corizonas habían venido a contarnos las noticias, a presentarnos su nuevo álbum The News Today con canciones como Hey, hey, hey (The News Today), Hotel Room, The Falcon Sleeps Tonight, I am (What I am), Nothing is scared, la más que conocida Run to The River o la magistral The Queen Of Hearts o I Wanna Believe. El público se sumó a la banda a la hora de cantar Run to The Woods con voces que hacían de contrapunto a la voz de Vielba, que los animaba una y otra vez a entregarse al espectáculo tanto como él y el resto de la banda lo estaban haciendo, hasta sudar, porque hay que sudar para pasarlo bien, “porque sudar es la prueba de que lo estamos haciendo bien”.
Cabe destacar el magistral dominio de la batería que demostró Roberto Lozano, mientras Pardo recordaba que “así comenzó Mike Oldfield, no sé si es un buen ejemplo”.
Se notaba a cada acorde la química que hay en el escenario entre cada uno de los componentes de la banda. Ellos lo pasaron muy bien, por lo que era difícil que los que nos congregábamos frente al escenario no lo pasáramos bien. Un directo impecable. Un concierto altamente recomendable.
Creí que iba a ver un gran concierto pero me equivoqué, lo que vi fue mucho más que un gran concierto. Me sorprendieron y mucho. No perderé de vista a Corizonas, una banda a la que hay que ver en directo sí o sí. Lo que ha unido Black Sabbath…
