Esta tarde, los responsables de la sala Apolo de Barcelona han emitido un comunicado oficial con relación al cese provisional de actividades decretado ayer por el Ayuntamiento de Barcelona.
Se asegura que, a pesar del cierre, la mayor parte de los conciertos programados se reubicarán en otras salas del área metropolitana, que comunicarán con antelación en redes sociales y a través de la página web. Asimismo, los gestores buscarán una nueva ubicación provisional para las sesiones de discoteca, cuya generosa oferta son referente consolidado de las noches de la Ciudad Comtal.
Respecto a las obras que se tienen que acometer en el sótano, que había sido de uso por la entidad municipal de transportes hasta mayo del año pasado, los gestores de la sala Apolo aseguran que, a pesar de no ser propietarios y no tener la obligación, en ningún caso, de hacerse cargo, se ponen a disposición del propietario, de los servicios técnicos del Districte de Sants-Montjuïc y de los Bomberos para garantizar la seguridad de los asistentes a los actos programados, y para conseguir una pronta solución de los defectos estructurales, con el objetivo de reemprender las actividades lo antes posible.
Esperamos volver a visitar la sala Apolo cuanto antes, y que esta noticia se quede en una anécdota, a pesar de que la actuación municipal sigue extrañando por cuanto de súbita e inoportuna tiene. Recordemos que, precisamente hoy, la organización del Primavera Club ha hecho público que otro de los espacios anunciados para la celebración de conciertos en el marco del festival, el emblemático Mercat de les Flors, ha comunicado que se retira del programa a causa de la falta de licencias de este espacio de titularidad municipal para acoger los conciertos inicialmente programados. Así, pues, al cierre de la sala Apolo se añade este más que molesto, inoportuno y tardío (¿no sabía el consistorio de la falta de licencias?, ¿no han tenido tiempo para asignárselas, en un equipamiento municipal? quebradero de cabeza.
