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Camino a la perdición de Max Allan Collins y Richard Piers (1998)

Camino a la perdición de Max Allan Collins y Richard Piers (1998)Editorial: Panini

Antes de que Sam Mendes llevara la historia a la gran pantalla con los rostros de Tom Hanks, Paul Newman, Jude Law y un por entonces desconocido Daniel Craig, Camino a la perdición surgió como un cómic de las manos de Max Allan Collins y Richard Piers. Ambos crearon uno de los retratos más vivos de los años 30 y la época de la Ley Seca en EE.UU.

 

El cómic nos lleva a Rock Island, Ilinois, en 1930. Allí vive Michael O´Sullivan, un padre de familia irlandés que se gana la vida como asesino a sueldo del jefe mafioso irlandés John Looney. O´Sullivan alterna su vida cotidiana con su mujer y dos hijos con su trabajo como el ‘ángel de la muerte’ de Looney, que aprovecha su experiencia como soldado para ejecutar a aquellos que le traicionan. O´Sullivan justifica su profesión con la necesidad de mantener a su familia con el único oficio que conoce, a la par que mantiene un mínimo de moral al no recibir encargos de ‘inocentes’. Sin embargo, uno de sus hijos es testigo de una ejecución mafiosa. El hijo de Looney trata de matarle y en su lugar asesina a la mujer de O´Sullivan y al otro hijo, lo que desencadena la venganza.

 

Camino a la perdición es un claro ejemplo de historia de serie negra, de las que hace unos años hubiera protagonizado Humphrey Bogart. Max Allan Collins consigue un guión interesante, cómodo de leer y que compagina las historias de gángster de las de antes con un ritmo y un sentido de la violencia más normal en nuestros días. Haber visto la película no supone un obstáculo para leer el cómic, ya que Collins ofrece una visión mucho más completa de los personajes, más próxima al que podría ofrecer una novela. Por un lado, la relación entre O´Sullivan y Looney no es tan cercana como en el film de Mendes y el primero no es ni mucho menos tan, digamos, bonachón y buena gente como Tom Hanks. La amenaza de violencia que emana del personaje en las viñetas es más cruda que en la pantalla. Por otro lado, aparecen personajes que no lo hacen en el film, como Elliot Ness o Al Capone, y que nos acercan a la realidad de la época de la prohibición. Sin embargo hay que reconocer que no todo el mérito es de Collins, la historia original en la que se basó el autor es la del mítico manga Lone Wolf and Cub  de Kazuo Koike Goseki Kojima, donde en lugar de mafiosos tenemos samuráis.

 

Una historia como ésta sólo podía contarse en blanco y negro; Richard Piers prescinde del color para alcanzar un dibujo casi fotográfico en algunos planos e impreciso en otros que dan a la obra un marcado tono nostálgico. Así, los trazos se pierden en viñetas con vistas más amplias y se acentúan conforme la imagen se aproxima a los personajes. El uso de los contrastes y las sombras se imponen a lo largo de todas las páginas. El ritmo del dibujo se marca en las escenas de tiroteo y peleas, donde no hacen faltan diálogos y la acción se sucede sin respiro.

 

Camino a la perdición es una historia dura, que no concede piedad, pero que no pierde atractivo por mucho que uno la lea.

 

PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 7.5 / 10

 

 

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