Lo que pasa con las nuevas tecnologías y las redes sociales es que se tiende una especie de puente sobre el río Kwai. ¿Cuántos grupos debutan cada año? ¿Cuántos grupos reaparecen? ¿Cuántos se separan? Entre movimiento y movimiento, con las mismas facilidades para dar con personas distintas que hay en una cafetería, nos cruzamos con un denominador común: todo es más cercano.
A cambio de las bandas multitudinarias que había hace dos décadas (y hasta una) ahora tenemos bandas con las que nos identificamos diariamente. Que viven de la música como nosotros de nuestro trabajo. Sin excesos. Que viajan, que se relacionan, que leen y que nos lo cuentan.
Como artistas, como los artistas de los de girar la cabeza y echar la vista atrás, en muchos casos son multidisciplinares. Algo que no les hace mejores, ni peores. Pero sí multi-prácticos. Y eso nos acerca muchas veces al tacto de una misma banda, en este caso Beach House, sobre la cotidianidad de lo que hacen. Y lo que les apetece mostrar.
Para dar la bienvenida a este, recién estrenado, 2013 han compartido en su canal de Youtube grabaciones de video privadas durante su estancia en los Sonic Ranch Estudios (Tornillo, Tejas). En el montaje aparecen animales (gatos, sí, gatos), interiores, exteriores, bebidas y time lapses de cielos cambiantes bajo los que nos gustaría descansar a todos, de eso estoy segura.
Agradecidos por la acogida de su último trabajo, – Bloom (Sub Pop, 2012) – no más que nosotros, parece que han decidido seguir sorprendiéndonos.
Puedes ver el video pinchando aquí.
Recordad que Beach House estarán en España el próximo mes de marzo.