Si hace dos días decíamos que pensábamos que iba a haber más episodios en esta banal a la par que confusa guerra verbal entre Wayne Coyne, líder de la banda The Flaming Lips y el que fuera batería hasta hace relativamente poco, Kliph Scurlock, es porque se veían venir más desavenencias.
Tras los improperios lanzados entre ambos a través de las redes sociales y otros medios convencionales, creemos que han llegado a un punto de bucle infinito. A través de su cuenta de Facebook, Kliph Scurlock ha dejado prácticamente lo que podría ser un guión para una telenovela, dado la cantidad de detalles que proporciona sobre los hechos que, en principio, han sido el detonante para su expulsión de la banda, además de una supuesta mala actitud a nivel musical.
Por un lado, retira que Wayne sea una persona racista, a pesar del apoyo que da a la actitud de su amiga Christina Fallin. Pero, al margen de esto, el propio Wayne califica, en otro medio, que lo que hizo su amiga fue una estupidez y la propia Christina se queja de la mala información que se da tan sólo por subir una foto. Aquí no hay quién se aclare.
Volviendo al tema Wayne-Scurlock, el propio batería reconoce que no se encontraba en su mejor momento en la banda y que por eso no ha querido participar en muchos de los proyectos que paralelamente estaban realizando The Flaming Lips junto a otros artistas. Por otro lado, se siente más feliz y relajado, pero no deja de citar una frase: «Es la decisión de Wayne«. Además, parece que no guarda mucho rencor a la banda, ya que tras leer que muchos fans dejarán de serlo tras la marcha del batería, insta a que no sea así y sigan admirándoles porque él mismo lo hará.
Sin duda, todo lo que rodea a esta batalla verbal es desconcertante. Estamos seguros, una vez más, que las palabras del batería no son un carpetazo a este asunto sino que es un punto y seguido que puede ir desde otro contraataque de Wayne ahora que la pelota está en su campo, pasando por una vuelta a la banda del batería o a saber.
Realmente ellos son los únicos conocedores de lo que ha ocurrido dentro y fuera de The Flaming Lips pero, sin duda, está siendo un asunto lo suficientemente desagradable para todos: Fans, prensa e implicados.