No lo podemos evitar: tenemos auténtica devoción por este festival, no nos importa reconocerlo. No sabemos si nos atrapa estar de fiesta prácticamente las 24 horas del día, su excelente criterio eligiendo su cartel año a año o la fidelidad de sus asistentes. Sea por la razón que sea, el Sonorama Ribera es una de las citas ineludibles para cualquier amante de la música y de los festivales y ha conseguido, a base de mucho esfuerzo, estar en la agenda y en los corazones de cualquier amante de los festivales.
En su 20º aniversario han prometido mejorar todavía más y sobre todo, dejarse algunas sorpresas para los 6 días que dura el festival. Por si todavía no os habéis decidido a ir, os damos 10 poderosas razones para no perderos esta maravillosa cita:
1.Lo que pasa en Aranda se queda en Aranda
Ya os digo que si el Sonorama Ribera se celebrase en otro lugar, no sería lo mismo. Localizado en la bonita ciudad burgalesa, te permite ir por los diversos escenarios de la ciudad dando una agradable vuelta, deleitándonos con el bonito patrimonio que flanquea la misma. Aunque el festival esté retirado del casco histórico no es un problema: preciosos atardeceres y a la vuelta por la noche la posibilidad de ver una lluvia de perseidas, ¿Se os ocurre algo mejor?
2. Una apuesta por la música nacional
Aunque en pasadas ediciones hemos podido disfrutar de maravillas como Travis, Anna Calvi o Cut Copy, entre otras figuras internacionales, este año se han decantado por crear un cartel 100% nacional, aunque hay bandas de América Latina gracias a la activa colaboración con el festival Charco. La música nacional vive un momento espléndido y el festival ha decidido que hay que darle máximo relieve a esta ola.
3. No pasarás hambre ni sed
Si algo tiene la provincia de Burgos son buenas viandas y buenos caldos. El lechazo merece un escenario principal y sus tintos de Ribera y sus verdejos locales un monumento. El Sonorama es motivo de celebración y de buenas comilonas entre amigos en cualquiera de los asadores de la ciudad o en sus tascas de pintxos, ¿Y quién no ha probado el agua fantasía de las bodegas?
4. Una experiencia más allá de la música
Aunque es el nexo de unión, está claro que el festival arandino ofrece una oferta global. Al margen de la música, el propio festival promueve la cultura local a base de catas de vinos, almuerzos en bodegas o la posibilidad de convertirte en un #ciudadanoriberadelduero con la creación de un pasaporte para tener ventajas en las bodegas de la zona. Sin duda la organización es consciente del impacto local y en este caso nos encanta la involucración que se hace en todos los sentidos por parte de organizaciones y empresas.
5. 20 años de historia
No todos los festivales pueden remitirse a 20 años atrás y mirar al pasado con tantísima satisfacción. Sin duda han sabido gestionar de forma humilde y honesta la fama del festival sin morir de éxito. Si bien año a año ha congregado a más gente (gracias al boca a boca) todavía se puede ver conciertos cómodamente sin aglomeraciones. En doble sentido, esta edición reunirá a leyendas de la música como Loquillo o Santiago Auserón así como a bandas cuyo reciente éxito nos dejan apabullados como es el caso de Rufus T. Firefly, Grises o Varry Brava. Queremos decir que en el cartel del Sonorama cabe todo ya que por caber ha entrado hasta Camela. Un cartel con mucha variedad, hecho para todas las edades y gustos.
6. La vida en la calle
Como hemos dicho antes el festival dura 6 días y la música está presente durante las 24 horas. Las jornadas se abren con multitud de conciertos matutinos en las plazas, aunque sin duda lo más mítico es ir a la Plaza del Trigo y dejarse sorprender con lo que pueda pasar en este mágico enclave que casi es una pila bautismal para las bandas noveles. Por las tardes las sesiones de dj’s amenizan las sobremesas y por la noche a disfrutar de horas y horas de directos hasta prácticamente el amanecer.
7. Kids friendly
¿Hay vida más allá de la maternidad y la paternidad? Pues claro que sí y además, el festival piensa en todos y ofrece una interesante programación para los pequeños de la casa para que disfruten del festival a su manera. Son el futuro, hay que ilustrarles en la buena música desde pequeños. Nos encanta convivir con los niños y ver cómo se emocionan y cantan más que cualquiera de nosotros en los conciertos. Nos parece un detalle que se lleven a cabo estas iniciativas tan conciliadoras.
8. El factor sorpresa
Siempre y digo siempre, hay algo que no se desvela hasta el final (y no son cancelaciones) y con motivo de este aniversario tan especial que está a punto de llegar, se han multiplicado por mil. Tendremos conciertos homenaje, tarta de cumpleaños así como conciertos que aún no se han anunciado, ¿Quién vendrá? Se abren las apuestas.
9. Un pequeño gran formato
Si os gusta poder disfrutar de los conciertos cómodamente, éste es tu sitio. Si quieres dormir fresquito, éste es tu sitio. Aunque sea conocido en todos los lugares del mundo, el Sonorama Ribera ha sabido cuidar su reputación y mantener ese encanto de ser un sitio familiar. Aunque el recinto es amplio, es transitable y ha mejorado mucho con el tiempo en el tema de comida, baños y pavimento.
10. La vida es aquello que pasa entre Sonorama y Sonorama
Os lo anunciamos ya: todo el mundo que va, repite año tras año. Es imposible obviar esta fecha y es que la mayoría de los veteranos van generando adeptos, el ambiente es maravilloso y eso ayuda. Al final, todos estamos porque nos encanta la música y el buen poso que se nos queda después de todo.
Ya sabéis, del 9 al 14 de agosto, puedes encontrar tu sitio en el Sonorama Ribera.
¡Nos vemos!