Cómic
Editorial Norma
“Al otro lado de la metáfora, más allá de lo que queremos ver, viven los abandonados, los despojados, los olvidados… a pesar de todo, en este mundo sin expectativas aún hay lugar para la esperanza”. Bajo esta descripción se presenta Midnight Nation, que supone la obra más personal del guionista J.M Straczynski ,pero sobre todo un auténtico soplo de aire fresco en la corriente actual de cómics; una crítica ácida que roza la maestría gracias a la sencillez de su planteamiento.
La historia comienza como un thriller policiaco en el que el detective David Grey investiga un asesinato. Las pistas le llevarán hasta un organización formada por Los Hombres con un control sobrenatural sobre los negocios sucios. Grey pierde la vida en apariencia pero en realidad ha caído por ‘la grieta’ y le han robado su alma. Se despierta en una especie de entremundos donde sobreviven los olvidados de la sociedad. Dispone de menos de un año para recuperarla y para lograrlo deberá recorrer EEUU a pie hasta Nueva York a través del mundo de los abandonados, con la única ayuda de la intrigante Laurel. Ella será la encargada de acabar con él si no lo consiguen para impedir que se convierta en uno de los Hombres. La historia se transforma entonces en una road movie que, más que recorrer Norteamérica, nos lleva a profundizar en las almas de los humanos y de la sociedad que han formado para convivir.
El cómic es su autor y su autor es el cómic. Se trata sin duda de la obra más intimista de Straczynski tal y como él reconoce en un epílogo en la última edición de la obra; acababa de salir de una secta y se buscaba a sí mismo. Pero no es para asustarse. Aunque repleta de reflexiones metafísicas y con algún que otro toque religioso, los doce números de la historia se desarrollan en un perfecto ritmo televisivo con marcadas y cuidadas escenas de acción. No en vano hablamos de un Guionista con mayúsculas. Curtido en la televisión colaboró en Se ha escrito un crimen, es el creador de la serie de culto Babilón 5, firma el argumento de El Intercambio de Clint Eastwood y fue el responsable de llevar a Spiderman a su mejor y más madura etapa de los últimos tiempos. La trama de Midnight, como toda buena road, es la narración de un camino, de unos pasos que te llevarán a un final para que te des cuenta que lo que te cambia es lo que has dejado atrás y no la meta. Es una trama de buenos y malos pero, como en todo buen cuento del bien y del mal, no existen verdades absolutas sino fronteras difusas por las que nuestras simpatías por los personajes se pierden.
A las palabras de Straczynski les da vida su dibujante fetiche Gary Frank, con quien trabajaría en Supreme Power, el remake de la ‘parodia’ de Marvel de la Liga de la Justicia. Alabado por algunos, el dibujo de Frank no termina de convencerme. Demasiado perfecto en su corrección, con personajes recién salidos del gimnasio, se echa de menos un poco de riesgo para conseguir unos trazos distintos que consiguen un resultado característico.
Midnight Nation emprende un camino de crítica social, un llamamiento a la solidaridad y a las segundas oportunidades en un entorno de acción y vísceras. Como lo resume una de sus protagonistas en su presentación: Me llamo Laurel. Estás entre mundos y parece ser que soy tu guía. Hasta que te encuentren. Hasta que te maten. O hasta que te conviertas. Que es cuando te mato yo. ¿Alguna pregunta?
PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 8/10
