InicioEntrevistas - ArchivoRufus T. Firefly: "Si preguntamos por la calle quién conoce a Rufus...

Rufus T. Firefly: «Si preguntamos por la calle quién conoce a Rufus a lo mejor hasta nos pegan»

Rufus T. Firefly llevan diez años haciendo música. Con cada disco que sacan vuelven locos a los medios, que desde hace tiempo les ponen por las nubes. Les han comparado con Radiohead, Pink Floyd, Standstill o Tame Impala. Sin embargo, si preguntas por ahí, poca gente te cantará una canción suya. Si los buscas en festivales, tendrá que ser en la parte de la letra pequeña. Y ellos, como respuesta al mundo, siguen sacando discos. Y cada nuevo álbum es mejor que el anterior.

“Es una especie de ataque a todos los que pensaban que había que hacer una radiofórmula y querían ganar mucho dinero muy rápido con la música y ya está. La música puede ser otra cosa y puede llegar a la gente de otra manera, eso es lo que quiero pensar”, dice al respecto Víctor Cabezuelo, voz y guitarra de la banda.

 

Si las críticas decían que con “Nueve” llegó la madurez, ¿qué llega con «Magnolia»?

Creo que es un disco más interno y mucho más íntimo. Digamos que Manu (Cabezalí, líder de Havalina y productor de los discos de Rufus) en la hoja de prensa que escribió lo explicaba. Es como “todos tenemos una verdad dentro y la música lo único que intenta es sacar esa verdad y cada vez de forma más clara y más honesta”. Con cada disco estamos excavando un poquito más hacia la búsqueda de esa verdad. No creo que hayamos llegado pero hemos dado un paso muy grande.

También dijo “El mundo necesita más discos como Magnolia”.

Sí, pero Manu es muy amigo y lo ve así (risas). Se refería un poco a la posible valentía que este disco puede tener. Que no sea un disco fácil y asequible, que sea una cosa que requiere de concentración para poder apreciar todo lo que tiene. Requiere un esfuerzo por parte del oyente y se refería a eso, a que al mundo le viene guay que haya discos en los que el oyente aparte de escuchar trabaje, que desarrolle un poco su cultura musical, que no le todo el rato lo que quiere oír sino que le toquen un poco los huevos y le lleven por otro lado. Creo que abre el espectro. Hay muchos discos que al principio no entendía y era sencillamente porque no sabía manejarme en ese terreno. Ahora los escucho y me doy cuenta de que son obras maestras lo que pasa es que no estaba preparado para ellas. Ese es el tipo de discos que a mí me gustaría hacer, que la gente los escuche dentro de 20 años y diga “este grupo tenía cosas que decir”, eso es lo que pretendemos.

¿Qué le pasa a Rufus con la literatura y el cine, por qué está tan presente en vuestro discos?

Nos pasa lo mismo que le pasa a todo el mundo, que de repente ve un cuadro increíble o lee un libro increíble y le cambia la vida. Hay películas que he visto de Hitchcock que me han cambiado la vida, que de repente me doy cuenta de que me levanto al día siguiente y soy otra persona. O libros cambian mi visión del mundo o canciones que me hacen ver la música de otra manera. Los músicos, en general, tenemos miedo a mostrar nuestras influencias porque parece que resta valor a tu trabajo. Por ejemplo, ayer leí una crítica que nos hacían de Jensaispop, era como “qué pena que suenen a tantas cosas, qué disco tan bueno pero qué pena que de repente esté Radiohead ahí o Tame Impala. Yo lo veo al contrario, es que sin Radiohead y Tame Impala yo no haría la música que estoy haciendo. Igual que Radiohead no haría lo que ha hecho sin Pink Floyd, igual que Pink Floyd no lo hubiera hecho sin los Beatles. Todo está relacionado y es lo bonito, que todo lo que te llega te enriquece, lo pasas por tu filtro y haces una cosa diferente y es la manera en la que la música puede evolucionar. Creo que es absurdo que me ponga a ocultar que me gusta Radiohead, a estas alturas. Por qué lo tengo que ocultar, lo escucho un montón y me flipa Tame Impala y me flipa Pink Floyd y todo va a estar ahí, pero también me gusta Camarón y me influye.

Igual se nota menos la influencia de Camarón.

Claro, se nota menos pero me influye su manera tan pura de ver la música y tan interna, todas esas cosas me influyen. Por supuesto no se ven pero yo no tengo la voz de Camarón si la tuviera se vería.

Grupos como Radiohead o Tame Impala tienen fórmulas que triunfan, aun siendo bandas que no son tan asequibles para el público de alguna forma, ¿por qué crees que funciona fuera pero aquí no?

Con este disco me he dado cuenta de que de repente, fuera de España, están viendo algo que está pasando aquí que a lo mejor no habían visto antes. Lo he hablado con compañeros músicos y es la primera vez que sentimos que estamos empezando a aportar algo al mundo. Sé que suena pretencioso, pero de repente nos llegan mensajes de todas partes y nos dicen que cómo hemos grabado este disco o quién lo ha hecho. El otro día nos pusieron en una radio de Estados Unidos y era absurdo, de repente hablar increíble del disco y que el tío dijera “una banda de Aranjues” y yo pensaba “es que esto es muy raro”, creo que… no sé cuál era la pregunta.

Manuel Cabezalí dijo que grupos como el vuestro abríais “camino a machete” en este país, y que cuando oímos a Tame Impala nos gusta, pero que si lo hace un grupo de aquí no lo entendemos.

Eso es un problema que tenemos, lo de que nadie es profeta en su tierra es la mayor verdad de la historia de este país. Pero creo que aquí estamos para trabajar y para intentar cambiar la percepción de la gente. Entiendo lo que pasa y entiendo la cultura musical que tiene Inglaterra y la que tiene España, y entiendo que somos la minoría dentro de la minoría. Si quieres nos ponemos a preguntar por la calle quién conoce a Havalina o quién conoce a Rufus pues a lo mejor hasta nos pegan y todo.

Otra cosa que se dice de vosotros es que sois muy pesimistas. ¿Tú qué crees? ¿Hay razones para el optimismo?

Creo que éramos muy pesimistas y muy trágicos. Venimos de los 90 y eso estaba a la orden del día. Venimos del grunge. Yo lo escuchaba de pequeño y quería ser Kurt Cobain, todo eso queda. Es una manera más de ver la vida en realidad, es un lenguaje, una manera de decir las cosas desde el lado oscuro más que desde el luminoso. Pero con este disco hemos  cambiado la forma de hacer las cosas. Me di cuenta de que llevábamos diez años quejándonos de todo, diciendo “todo es una puta mierda”, y nada tiene sentido. Ese ha sido nuestro mensaje. Y nos hemos dado cuenta de que no hemos podido cambiar nada, por supuesto ni de lo que pasa a nuestro alrededor, ni siquiera de nosotros mismos, con ese discurso. Entonces ha sido pensar y decir: si de verdad queremos hacer algo a lo mejor tenemos que hacer algo bonito, defender las cosas bonitas de la vida, y este disco, Magnolia, es justamente eso. Es una defensa del amor, del arte y la naturaleza que son valores muy básicos pero que se están dejando muy de lado en esta sociedad. Creo que defender lo bonito es una manera muy buena de pelear también y de luchar contra las cosas feas.

Hablando de «Grunge», ¿por qué no hicisteis un álbum en lugar de un EP de rarezas con ese trabajo?

Tuvimos la suerte de que nos dieran la ayuda de Girando Por Salas, y todo el dinero lo invertimos en hacer este disco. Sin Grunge no hubiéramos hecho Nueve ni por supuesto Magnolia porque fue el cambio de chip. Decir yo no voy a tocar la guitarra, Julia no puedes hacer el ritmo rock de siempre, Sara tienes que hacer el bajo con pua… Fue como decir “vamos a hacer algo en lo que seamos muy malos y a ver qué pasa”. Las ocho canciones que hay son puros experimentos. Una experimentación total que nos ha llevado a hacer canciones de verdad porque todo lo que pasa en Grunge, no lo consideraría canciones. Son otra cosa. Para mí la canción es algo más concreto y esto es más abierto. Quitando una que canta Julia, que esa sí que es increíble, de hecho me gustaría apretar a Julia para que cantara más en los discos. En este disco por ejemplo no ha querido cantar nada. Me debe como un disco entero que cante ella.

Cuéntame la historia de «Magnolia».

Cuando acabamos la gira de Nueve y Alberto y Sara dejaron la banda y todos nos quedamos muy jodidos. Rufus éramos un grupo de amigos que se juntaban para tocar y para intentar hacer algo juntos y cuando se fueron ya no le veía sentido a esto. Podían entrar otras personas pero era como… esto ya no es Rufus, es otra cosa, entonces estuve a punto de no seguir. Pero hablando con Julia y con Charlie nos dimos cuenta de que todavía tenemos cosas que contar. Entonces me dijeron: tómatelo con calma, date paseos, piensa un poco todo esto y  si quieres aquí nos tienes. Que ellos tuvieran esa actitud me ayudó mucho a empezar a replantear las cosas. Digamos que Magnolia es una especie de viaje hacia el interior de uno mismo, buscar respuestas dentro de uno en lugar de buscarlas fuera. Y en ese viaje hacia el interior te encuentras con muchas referencias que han marcado tu vida.

Todo esto lo he contado en alguna entrevista pero te lo cuento porque es una historia muy bonita. Yo siempre he veraneado en un pueblo pequeñito del Bierzo, y este verano, cuando estaba escribiendo las letras fui allí. Lo recordaba como un sitio increíble donde íbamos a jugar de pequeños y fui a verlo, quería que me inspirara todo eso. Cuando llegué estaba todo quemado por un incendio, estaba arrasado, negro. No había nada de lo que yo recordaba, ni unicornios ni movidas de estas, y la vena grunge salió y dije “me cago en…”. Pero, de repente, vi que había una flor, en medio de todo ese paisaje quemado. Era una flor normal, pero era una flor, y me acerqué, me quedé viéndola y pensé que igual era eso. Alguien ha hecho algo terrible y de repente en el monte aparece una flor y punto, esa es la respuesta del monte. Y pensé que a lo mejor tenía que hacer lo mismo que había hecho el monte. La gente está haciendo cosas terribles en el mundo, nos maltratamos los unos a los otros, maltratamos a todos los seres que viven en el planeta con total impunidad y todo se va a la mierda pero a lo mejor puedes responder a eso con algo bonito.

¿Alguna vez pensasteis cambiaros el “Rufus T. Firefly” por algo más sencillo?

Lo pensamos cuando cambiamos al castellano. Era un nombre muy raro. Pero creo que nos ha dado suerte. Siempre he pensado que en realidad me gustaría dedicarme al humor pero como no tengo talento me tengo que dedicar a la música. Creo que lo que hacían los hermanos Marx es increíble, eso sí que es hacer algo grande para el mundo y que te haga sentir mejor y que te haga dejar de odiar cosas. De repente ves una peli de los hermanos Marx y estás bien. Creo que es lo más grande que se puede hacer. Por eso creo que no podríamos haber encontrado un nombre mejor.

 

spot_img