Mark Lanegan está en mitad de una prueba de sonido. En París. La chica del sello se puso en contacto conmigo hace un segundo. Hablamos y me dijo que llevaba un rato tratando de encontrarle. También me explicó que aún estaban probando sonido. Me pregunta si soy tan amable de aguardar un poco al teléfono. «¡Por supuesto! No te apures» – contesto yo – sujetando el auricular con el pulso particularmente estropeado.
El respeto, motivado por los avisos de algunos compañeros sobre el carácter de Mark y su propia figura, va en aumento. A través del móvil el ruido de instrumentos, voces, vacío. Por mi cabeza pasa un rótulo explicativo en el que se lee claramente «es una entrevista rápida, no tienes por qué preocuparte’ en neón rojo. ¿Saben? Como uno de esos pasa-letras que les dio por colocar durante una temporada larga en la puerta de las farmacias. El caso es que estoy tan nerviosa que al escuchar «Hola» al otro lado, como por arte de magia, se me olvida que es Lanegan, me presento, y doy paso a las preguntas.
CRAZYMINDS: ¿Por qué decidiste grabar las versiones de Imitations?
MARK LANEGAN: Bueno, este disco es algo que llevaba tiempo queriendo hacer. Desde que era joven he escuchado pop de los 60. Estas canciones son atemporales, así que es parte de todo también. La razón real por la que quería hacerlo es porque me gustan las canciones. Por eso lo hice.
C: ¿Cuál de las versiones que se incluyen en el disco te hizo sentir más débil o sensible?
ML: ¿Qué canción me hizo sentir más débil? No estoy seguro de cuál de ellas me hizo sentir más vulnerable. Creo que es un poco como, no sé, las canciones positivas te hacen sentir bien y las negativas te hacen sentir negativo. Me siento conectado a todas esas canciones. Al grabar un disco, escribas o no la canción, existe una conexión. Ya existe.
C: ¿Te sientes cómodo en canciones de otras personas?
ML: Sí, absolutamente.
C: Hablando del pasado. ¿Qué parte de Screaming Trees crees que se mantiene en ti?
ML: Bueno, sigo haciendo música. He hecho música antes de ese periodo de tiempo. He hecho música con Screaming Trees y después de ese periodo de tiempo. Así que supongo que hacer música sería la respuesta a esa pregunta.
C: Creo que es obvio que tienes una voz especial, como pasa con otros artistas pero de forma muy puntual. ¿Quiénes son tus artistas favoritos ahora?
¿Sabes lo que pasa? No tengo un ordenador delante de mí. Así que no creo que pueda contestar a esa pregunta.
C. Bueno, pero algo que te venga a la cabeza, así como dos bandas que hayas estado escuchando durante los últimos años.
ML: Sí, como te he dicho no puedo darte una respuesta sin un ordenador delante ahora mismo.
C: ¿Eres tan serio como pareces en las fotos promocionales?
ML: Sí, realmente sí que lo soy.
C: Aparentemente.
ML: Me siento muy serio hoy.
C: Una curiosidad, ¿por qué siempre apagas las luces en tus conciertos?
ML: Prefiero la oscuridad en cualquier situación. También cuando estoy cantando. Hace que todo resulte misterioso. Sí, prefiero la oscuridad. Hoy es un día triste.
Con la luz apagada, también durante la entrevista, me despido. Le doy las gracias y, tratando de ser cercano, supongo, se refiere a la conversación: «Has sido muy amable, espero que mis respuestas sirvan de algo«. Lo cierto es que es bastante más agradable cuando no habla de lo que hace. Puede ser que hubiera estado bebiendo, ya que casi todo lo que ha dicho parecía costarle un esfuerzo enorme. La lengua enganchada, vamos.
El hecho de hablar a través de un teléfono hace que imagine el lugar en el que está y todo lo que describiría si pudiese.
Han sido unos minutos de nada pero seguiré pensando en lo que ha dicho, cómo lo ha dicho, mientras escucho el She’s Gone de Vern Gosdin o Brompton Oratory de Nick Cave & the Bad Seeds en su voz.
«Nos vemos, muchas gracias», añade.
«Cuídate».
