InicioEntrevistas - ArchivoL.A.: "Vamos a parar los relojes ahora, pero siempre podremos ponerlos de...

L.A.: «Vamos a parar los relojes ahora, pero siempre podremos ponerlos de nuevo»

Nos vimos con L.A. en un día importante para la banda. Este jueves tocaba en Madrid uno de sus últimos conciertos de gira antes de dar comienzo a una nueva etapa en sus vidas. Su primer paso oficial como banda fue en la capital, y como era obvio, iba a ser un día muy emotivo. Así que, rodeados de todo este halo de nostalgia, ganas de cambio y de buen sabor de boca tras 10 mágicos años, fue el momento perfecto para proponerle a Luis un viaje en el tiempo y hacer un repaso por toda esta película tan bonita llamada L.A.

El pasado

Vamos a empezar mirando hacia atrás, a tus comienzos, ¿qué es lo que recuerdas con más cariño?

En mi cabeza siempre he tenido como tres etapas. Una es mis comienzos en la música, con Green Cherries que fue mi primer grupo. Y lo recuerdo como un grupo de amigos del colegio, de ensayos todo el día, escuchando los Beatles e intentado sonar como Nirvana. Después viene la segunda, que es la de mis comienzos como L.A. Estaba trabajando con otra bandas y tuve una etapa de tener cinco grupos a la vez y girando con unos, grabando con otros y demás, y lo de L.A. fue como mi vía de escape.

Me apetecía mucho cantar y tocar la guitarra y empecé a grabar mis discos en casa. Así que mi tercer comienzo, que es el comienzo para todo el mundo, fue cuando fichamos con Universal y sacamos el Heavenly Hell. Ese es el recuerdo que mejor guardo y fue el comienzo como L.A. Así que lo recuerdo todo como maravilloso, algo para repetir una y otra vez.

Si tuvieras que dar un consejo a esa banda que empezaba hace 10 años con Heavenly Hell, ¿qué les dirías?

Paciencia. Es algo que hemos tenido muy en cuenta siempre. Siempre he sido muy consciente de lo que vendo. No me he obsesionado… puntualmente sí he tenido prisa por hacer algo en concreto, pero pocas veces ha sido así. Así que lo que recomendaría sería que hicieran las cosas con paciencia y con calma, que lo que tenían delante era un proyecto de fuego lento.

Si volvieras a empezar, ¿cambiarías algo?

No. No me he arrepentido de nada de lo que he hecho. Y tampoco he dejado de hacer nada de lo que quería hacer, he hecho todo lo que se me ha ofrecido, he cogido propuestas.

¿Recuerdas qué música escuchabas en esos momentos?

Yo venía con una visión muy local, de dar vueltas sobre el mismo sitio. Y aunque siempre he sido inquieto a la hora de escuchar música, eso se incrementó cuando puse un pie en el panorama nacional: vi que había muchas cosas, conocí a más grupos. Y ya cuando pones un pie fuera de España ni te cuento. Empezamos a viajar, a estar en festivales con otros grupos, a conocer gente en la carretera. Ahí ya abres tu mira y obviamente, del Luis de hace 10 años al Luis de ahora hay un cambio en cuanto a apertura de miras, ahora es como si llevara un superangular o un ojo de pez.

Si te tienes que quedar con un recuerdo que defina a la perfección a L.A., ¿cuál sería?

Es difícil elegir pero siempre hemos enmarcado en un buen marco de oro el momento ese en el que vinimos a Madrid con una mano delante y otra detrás y la primera noche dimos el pistoletazo. Es como eso que ves en las películas, cuando un artista viene de un pueblo y de repente se va a la gran ciudad con su música. Pues fue así. Llegué con mis 30 años y de repente en una noche firmé un contrato con una multinacional. Vimos algo que pensábamos que no íbamos a ver.

Para mí, posiblemente, ese sea el momento.

El presente

Y llegamos al presente, a esta gira, ¿cómo están siendo esos conciertos de despedida?

Se está pasando rápido… Cuando en primavera decidí esta pausa, que haríamos un punto y aparte y que haríamos una gira de despedida, lo veía lejos. Y ahora estamos sumergidos en ella, durante los conciertos es todo muy emotivo, como una marea de emociones. La gente siempre ha transmitido pero ahora transmite mucho, y además al terminar salgo a hablar con la gente, a responder a sus preguntas, a escuchar sus historias, y acabas emocionalmente tocado. Está siendo muy intenso pero está pasando muy rápido. Durante el show será como una marea y mañana, al siguiente…

Para una gira tan emotiva como esta, tiene que ser difícil hacer un setlist… ¿cómo lo eliges?

Pues si te digo la verdad, yo me veo un poco obligado a hacer un setlist por la parte técnica del concierto y de nuestro equipo. Y porque al resto de la banda le gusta saber cuál viene después. Pero es que yo muchas veces decido sobre la marcha, yo veo un poco la vibración de lo que está pasando y decido con qué canción seguir.

En los acústicos que hago solo, llevo una lista con todas las canciones y voy decidiendo. Para el de esta noche pues llevaremos una guía pero seguramente me la salte.

Se puede decir que esta gira será la ultimísima de L.A.

Yo nunca digo «nunca jamás» y en la nota de prensa tuvimos mucho cuidado de no poner que era algo definitivo, pero aunque ahora venga una época en la que tenga que ver qué hago, L.A. está en mí y a no ser que me quede sin voz o desaparezca de la tierra, pues L.A. está ahí. Y si cuando quiera volver y vea que es el momento el resto de la banda está disponible y quiere, pues ahí estaremos.

Si ahora te dieran un Delorean para viajar en el tiempo, preferirías volver atrás y revivir algo o descubrir qué estarás haciendo en un futuro.

¡Atrás! Siempre atrás. Preferiría no saber nada del futuro, tengo demasiadas cosas en juego y no quiero que eso me condicione el resto de mi vida hasta que llegue el momento. Pero sí que he estado atrás y sé que me he perdido cosas así que podría volver a esos momentos.

El futuro

Y hablando un poco ahora de todo lo que está por llegar… ¿hay algo que se pueda contar sobre ideas, proyectos o planes de futuro para L.A. dentro de la música.

No hay nada que se pueda contar. Tengo mil frentes abiertos, mil cosas que quiero hacer y mil músicas y sonidos que quiero probar. Me he montado un estudio en casa y estoy encantado. No sé si algo de eso terminará siendo algo, pero me hago una ligera idea y obviamente hay camino por recorrer, o mejor dicho, ¡autopistas!

El último concierto de esta gira será en Mallorca, en casa, ese será el más especial sin duda.

Sí, tiene el aliciente de que será en casa y estarán nuestras familias y amigos. E igual que el de Madrid es especial porque es donde fue nuestro primer show oficial, en Mallorca fue nuestro último concierto antes de hacer estos en Madrid, y fue en la misma sala, Es Gremi. Todo tiene mucho sentido, todo cobra una forma especial.

En el comunicado termináis diciendo que «paremos los relojes…». ¿Se puede decir que Stop the clocks es entonces ya la canción que representa esta despedida?

Bueno, tiene sentido que sea lo de parar los relojes porque tú puedes parar el reloj, y volver a ponerlo luego. Así que, sí, tiene sentido. Vamos a pararlo aquí, sigamos, y ya lo activaremos de nuevo. Pero sí, podría ser el lema.

Agradecimientos: Chocolatería Bombón

spot_img